Un clásico de Gades inaugura la temporada de danza del Teatro Real
‘Fuego’, inspirada en ‘El amor brujo’ de Falla, ha sido reconstruido fielmente por la fundación que preserva el legado del coreógrafo
Fuego, el ballet inspirado en El amor brujo de Falla que Antonio Gades coreografió en colaboración con el cineasta Carlos Saura, inaugura este jueves la temporada de danza del Teatro Real de Madrid. Es una reconstrucción exacta del montaje que el bailarín estrenó en el teatro Châtelet de París en 1989, realizada por la fundación que lleva su nombre. La institución la recuperó en 2014 utilizando la escenog...
Fuego, el ballet inspirado en El amor brujo de Falla que Antonio Gades coreografió en colaboración con el cineasta Carlos Saura, inaugura este jueves la temporada de danza del Teatro Real de Madrid. Es una reconstrucción exacta del montaje que el bailarín estrenó en el teatro Châtelet de París en 1989, realizada por la fundación que lleva su nombre. La institución la recuperó en 2014 utilizando la escenografía y los trajes originales diseñados por Gerardo Vera, fallecido el mes pasado, con lo que esta reposición se presenta también como un homenaje a este artista.
Fuego, igual que las otras obras que Gades realizó junto a Saura, fue primero una película y después un ballet. Primero rodaron Bodas de Sangre (1981), después Carmen (1983) y finalmente El Amor Brujo en 1986, aunque la versión escénica de esta última, según el propio Gades, salió muy diferente a la cinematográfica. “Contamos otra historia. Nos servimos de la banda sonora del filme cantada por Rocío Jurado con la Orquesta Nacional de España, pero cambiamos el orden de los extractos, a los que yo he añadido flamenco y numerosas músicas populares”, explicó en su estreno.
Fuego cautivó al público parisiense pero la obra no fue estrenada en España durante la vida del coreógrafo. Se vio por primera vez en 2014, cuando la Fundación Antonio Gades la reconstruyó, coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte. La directora del remontaje, Stella Arauzo, que bailó el papel principal en la presentación en el Châtelet, se ha esforzado no solo por reproducir las coreografías tal como fueron concebidas, sino también “la energía” que subyacía en el montaje original. “Me he preocupado de que esté la esencia de los ballets de Gades, aquella energía con la que Gades cargaba todos sus ballets y que los hacía tan poderosos a pesar de su minimalismo y sobriedad”, explica Arauzo.
“Es importante subrayar también que la obra no tiene un estilo único, mezcla danza española, flamenco, danza teatro. Eso es lo que la hace única y por eso es un clásico de la cultura española”, subraya Eugenia Eiriz, directora general de la fundación y viuda del coreógrafo.
El Teatro Real tenía previsto inaugurar su programación de danza con una Giselle del Ballet de Múnich, pero las restricciones de viaje impuestas por el Gobierno alemán debido a la pandemia han obligado al coliseo a buscar una alternativa. La temporada continuará el 19 de noviembre con la Compañía Nacional de Danza, que bailará piezas de George Balanchine, Alexei Ratmanski y Nacho Duato, y concluirá con el estreno mundial de una nueva obra de Sidi Larbi Cherkaoui a cargo del Real Ballet de Flandes.