Hundimiento y resurrección de Badly Drawn Boy

El músico británico saca nuevo disco tras su desaparición de la escena en 2012. “Bebía muchísimo, y toqué fondo”, confiesa

Badly Drawn Boy, en junio de 2017 en un concierto en Bundoran (Irlanda).Rob Ball (EL PAÍS)

Durante una década y algo más, la que medió entre el año 2000 y 2012, Damon Gough (Bolton, Inglaterra, 50 años) publicó siete álbumes como Badly Drawn Boy. Tres de ellos fueron bandas sonoras —incluida la de la existosa comedia de Hugh Grant Un niño grande—, pero para Gough cuentan como álbumes. “Son mis canciones, la inspiración es la misma, no veo la diferencia”, dice. Entre los cinco de estudio se encontraba su homenaje a Bruce Springsteen —“No hay músico al que admire más”, relata—, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Durante una década y algo más, la que medió entre el año 2000 y 2012, Damon Gough (Bolton, Inglaterra, 50 años) publicó siete álbumes como Badly Drawn Boy. Tres de ellos fueron bandas sonoras —incluida la de la existosa comedia de Hugh Grant Un niño grande—, pero para Gough cuentan como álbumes. “Son mis canciones, la inspiración es la misma, no veo la diferencia”, dice. Entre los cinco de estudio se encontraba su homenaje a Bruce Springsteen —“No hay músico al que admire más”, relata—, Born in the U. K. (2006). Luego, desapareció. Su multifacético indie folk rock se apagó de repente después de firmar un último disco –—que dedicó a The Smiths— que se pretendía una primera parte de algo, It’s What I’m Thinking Part 1: Photographing Snowflakes (2010), y la banda sonora de Conociendo a Flynn (2012). ¿Qué pasó? “De todo”, resume.

Más información

“Básicamente, que toqué fondo. Mi esposa me dejó porque bebía muchísimo. No era yo. No sé quién era. Me dejó y tuve que volver a casa de mi madre. Tenía más de 40 años y estaba viviendo con mi madre otra vez. Yo, el tipo que había salido de gira por ahí. Todo dejó de tener sentido. La situación duró dos o tres años. En noviembre de 2015 dejé de beber. No he probado una gota desde entonces”, confiesa. Está en su casa, en Manchester. En concreto, está en su estudio, rodeado de guitarras. Hay un cuadro de cada beatle en la pared del fondo, con el pop art de Andy Warhol. No mira a la cámara de su ordenador durante la videollamada, mira a un lado y a otro, pero nunca a la cámara. “Desde que empecé a levantar cabeza, he estado grabando este disco”, cuenta. Se refiere al recién publicado Banana Skin Shoes (On Last Fruit/Everlasting Records).

Luminoso y redentor, el álbum, de título elocuente y más que oportuno— “la sensación, estos años, es de que he tenido puestos un par de zapatos hechos de piel de plátano, y he resbalado y caído todo el tiempo”, explica Gough—, cierra heridas y abre nuevos caminos. “Mi vida ha cambiado muchísimo en los últimos cinco años. He sido padre. Tengo un hijo de tres años al que adoro. También adoro a mi esposa. Tengo una nueva casa. Y, lo más importante, la sensación de que he aprendido de mis errores. Es lo que quiero decir con este disco, que siento haberme perdido de la forma en que lo hice, pero que sé que estuvo mal y que la vida sigue”, asegura. De ahí el lema del álbum, aclara también. Sale un momento de la habitación a buscar un ejemplar, vuelve, lo abre y lee: “Supersize Your Soul”. Algo así como: “Agranda tu alma”.

Un paso al frente

“Siento que, a la vez que he dado un paso al frente, he recuperado parte de mi esencia, porque hay en este disco canciones que escribí hace más de 20 años”, dice. Entre ellas, la que da nombre al disco: “Entonces se llamaba Savior of the World”. Hoy se llama Banana Skin Shoes. “Es así como escribo. Empiezo canciones que luego abandono y recupero seis o siete o hasta 20 años más tarde, y acabo entonces de escribirlas”, explica. ¿Y no es eso extraño? ¿No ha cambiado demasiado en ese tiempo como para entender lo que le llevó a empezar a escribir esa canción? “No. En ese sentido, el más profundo, no cambiamos tanto. Yo vivo la vida como si fuese un largo día. ¿Y a que no sería extraño ponerte a escribir una canción por la mañana y acabarla por la tarde? Pues eso es un poco lo que hago. La vida es un día muy largo, en el que pueden pasarte muchas cosas, o muy pocas”, defiende el cantautor.

Estos días de encierro —la videollamada se produce a principios de mayo, Inglaterra sigue confinada— los pasa sintiéndose afortunado sin más. “En una situación como la que vivimos, la manera en que te afecta tiene mucho que ver con la manera en que te enfrentas a la vida, y eso ya de por sí es bueno, porque estamos descubriéndonos”, sostiene.

Volver en plena pandemia

Cuando Damon Gough terminó de grabar 'Banana Skin Shoes' en noviembre de 2019 no podía ni imaginar que su esperado retorno se publicaría en mitad de una pandemia global. Lo hizo finalmente el pasado viernes sin, obviamente, conciertos a la vista. “No es la situación ideal, pero no importa porque el que necesita música, la necesita de todas formas, y quizá más ahora”, dice. Respecto a lo de los conciertos, prefiere no hablar: “Es muy pronto para eso”. En cualquier caso, agrega: “La vida se había vuelto muy complicada, y vertiginosa, me alegro de que la rueda se haya detenido y podamos concentrarnos en lo que importa”, dice. “Acabemos con las cosas sin sentido que habíamos estado haciendo hasta ahora”.

Sobre la firma

Archivado En