Las protestas de la cultura fuerzan al Gobierno a escuchar sus demandas

La ministra de Hacienda y el ministro de Cultura se reunirán con representantes del sector, que hoy siguieron de forma desigual un apagón cultural virtual que ya ha sido desconvocado

María Jesús Montero, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que ha tenido lugar este viernes.Vídeo: EFE / EPV
Madrid -

La tormenta política desatada en la cultura ha logrado este viernes una reacción del Gobierno. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha anunciado que se reunirá en breve con representantes del sector junto al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para escuchar las reivindicaciones de uno de los sectores más afectados por la crisis derivada de la pandemia y “las peculiaridades del sector para poner a su disposición muchas de las medidas generales que por algunas cuestiones parece que n...

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La tormenta política desatada en la cultura ha logrado este viernes una reacción del Gobierno. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha anunciado que se reunirá en breve con representantes del sector junto al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para escuchar las reivindicaciones de uno de los sectores más afectados por la crisis derivada de la pandemia y “las peculiaridades del sector para poner a su disposición muchas de las medidas generales que por algunas cuestiones parece que no se adaptan del todo a su formato”.

Antes de este encuentro, Montero y Rodríguez Uribes se reunirán con la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, para valorar medidas de estímulo específicas. “La industria cultural está sufriendo una parte muy aguda de la bajada de la actividad económica por la incapacidad para celebrar actuaciones en las que el conjunto del público se pueda reunir”, admitió Montero, que destacó la trascendencia de la cultura para “la consolidación de la democracia”.

El brazo tendido del área económica del Gobierno a los creadores y trabajadores culturales se produce después de la escalada de críticas dirigidas al ministro José Manuel Rodríguez Uribes tras su rueda de prensa del martes. Sus palabras encolerizaron a buena parte del sector. Durante estos últimos días, 41 asociaciones habían reclamado al ministro de Cultura que se pusiera al frente de sus demandas. La industria cultural, que emplea a 700.000 trabajadores, ha reivindicado medidas específicas. La respuesta más dura llegó de la mano de la Unión de Actores y Actrices, que convocó un apagón cultural de 48 horas, que ha comenzado este viernes, en el mundo virtual, el mismo que ha vivido una explosión de iniciativas (gratuitas casi siempre) para acompañar a la gente en su confinamiento. El seguimiento ha sido desigual hasta que, poco antes de las siete de la tarde del viernes, los convocantes han decidido suspenderlo para “dar un voto de confianza al Ejecutivo”. “Esperamos que las palabras de la Ministra de Hacienda se hagan realidad”, señalan en un comunicado.

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Prueba del clima de insatisfacción que hay dentro del mundo de la cultura es la carta que el director teatral Lluis Pasqual le ha enviado al ministro Rodríguez Uribes: “Hace años hice una afirmación pública de la cual estoy dolorosamente convencido y que me ha perseguido desde entonces: este país no quiere a sus artistas. Los puede admirar, envidiar y hasta en algún caso adorar; pero querer es otra cosa. Si alguna duda me quedaba sobre mi amarga convicción, su intervención -que he visto y escuchado repetidas veces con incredulidad y asombro y con la esperanza de que se tratara de un fake- lo ha confirmado con creces. Desde 1975, el momento en que entre casi todos hicimos posible que este país se convirtiera en una democracia, nunca -repito- NUNCA me he sentido más injusta e inmerecidamente despreciado por un responsable cultural. Y como yo, miles y miles de compañeros, muchos de los cuales se han convertido con su arte (poesía, música, cine, teatro precariamente retransmitido, humor...) en el refugio de millones de españoles para aliviar esta situación dramática y evitar así que se abra la puerta de la desesperanza, que no es más que la antesala de la locura”, reza en su inicio. Una de las respuestas más virulentas vino de parte del actor Juan Echanove, que en un vídeo difundido por redes asegura: ““Nosotros llevamos soportando esto desde el comienzo de la democracia. Se lo voy a explicar: cada cosa que ocurre cae sobre la cultura como una losa de granito (...) En lo que a mí respecta ya no eres mi ministro de Cultura, porque si no tengo cultura para qué coño quiero un ministro”.

Seguimiento del apagón

Desde ayer jueves ha circulado entre los profesionales del sector cultural la iniciativa #ApagonCultural, que propone el cese total de actividades en directo en redes sociales y webs, como las que se han estado realizando en las últimas semanas. La protesta ha sido impulsada por la Unión de Actores y Actrices para este viernes 10 y el sábado 11 de abril, aunque fue suspendido durante la tarde del viernes tras el anuncio del Gobierno. Este es un repaso de lo ocurrido por sectores durante las horas de apagón:

Teatro. El seguimiento del @apagoncultural es desigual. En el teatro lo están haciendo compañías privadas que tenían espectáculo en abierto en sus redes y algunos teatros que ofrecían contenidos variados en sus webs como The Cross Border, Ventrículo Veloz, Kamikaze, Chévere, La Abducción de Pablo Remón, María Pagés o La Estampida. También hay muchos artistas que se suman a título particular (Aitana Sánchez Gijón, Israel Elejalde, Alba Flores, Echanove, María Yerbabuena, son algunos de ellos). Los artistas que participan en las funciones de #TeatroConfinado han advertido de que no actuarán y los Teatros del Canal (propiedad de la Comunidad de Madrid) han suspendido las retransmisiones de la Cuarta Sala. También Pavón Kamikaze, Pradilo, Pradillo secundan el apagón en sus páginas web.

El apagón tiene también un seguimiento desigual el viernes en las diferentes actividades virtuales de artistas de la escena catalana. Algunas salas alternativas se han sumado a la iniciativa de protesta, así como el Mercat de les Flors-Casa de la Danza y el Teatre Lliure, pero en general los grandes teatros públicos y privados mantienen de momento su oferta en la red (Teatre Nacional a casa, #Teatre a casa de Focus…) , al igual que lo hace el festival Temporada Alta, con una serie de cápsulas de actores y cantantes desde sus domicilios. Por su lado, Gerard Quintana, líder de Sopa de Cabra y presidente de la Academia Catalana de la Música ha insistido el viernes en las críticas contra el ministro tras haber pedido la entidad su cese por “menosprecio” al sector cultural. La academia calcula que se han suspendido 30.000 actos durante la pandemia y se ha sufrido unas pérdidas de 130 millones de euros.

Arte. En el mundo del arte la situación es similar. Los museos de titularidad pública no se ha pronunciado al respecto, pero mantienen un perfil bajo en redes (si bien todos sus contenidos online están perfectamente accesibles). Las asociaciones del mundo del arte -en términos generales- sí se ha adherido (por ejemplo Mujeres en las Artes Visuales o Artistas Visuales Asociados de Madrid) y también están apoyando el parón tuitstars como El Barroquista, que está defendiendo la utilidad de la huelgay publicaciones online especializadas como Plataforma de Arte Contemporáneo.

Música. “Hay que hacer visible el desamparo que tiene nuestro sector. Que cada uno lo exprese como quiera. Sumarse al Apagón Cultural de dos días es una opción”, dice a este diario Guillem Arnedo, portavoz de la Plataforma Estatal para la Música, que agrupa a 7.600 músicos, 72 festivales y 258 salas de conciertos, entre otros colectivos. A Arnedo “le consta” que hay músicos que se han sumado a estos 48 horas de protestas en la Red. Y añade: “El 80% no tiene cobertura en esta crisis, así que todo acto que haga visible este drama creo que es relevante”. Hay músicos que no necesitan sumarse al Apagón: empiezan a alzarse voces en contra de ofrecer contenidos gratis estos días. Uno de los últimos en opinar ha sido Guille Galván, de Vetusta Morla. Lo ha hecho en su cuenta de Twitter: “La realidad que tenemos delante como sector cultural nos puede hacer ver que generar y regalar ‘contenidos’ gratuitamente, a petición de todo el mundo como si no hubiera un mañana, no es la mejor opción para tener cierto reconocimiento y respeto en la sociedad”.

Con información de Raquel Vidales, Silvia Hernando, Jacinto Antón y Carlos Marcos.


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