Los pigmentos del odio
Una película que pese a su interés argumental y sus buenas intenciones no pasa de la corrección
Guy Nattiv logró en 2019 el Oscar al mejor cortometraje con una película titulada exactamente igual que el largometraje que ahora se estrena. Entonces se trataba de un corto de 20 minutos sobre un niño de ocho años, hijo de una pareja de neonazis, que se convierte en el centro de la desquiciada reacción de su padre cuando un hombre negro le sonríe en la caja de un supermercado. Los tentáculos armados de la familia supremacista, caracterizados por sus pieles lechosas y tatuadas, se extienden a este nuevo proyecto que toca el mismo tema de fondo: niños atrapados en familias y estructuras de odio...
Guy Nattiv logró en 2019 el Oscar al mejor cortometraje con una película titulada exactamente igual que el largometraje que ahora se estrena. Entonces se trataba de un corto de 20 minutos sobre un niño de ocho años, hijo de una pareja de neonazis, que se convierte en el centro de la desquiciada reacción de su padre cuando un hombre negro le sonríe en la caja de un supermercado. Los tentáculos armados de la familia supremacista, caracterizados por sus pieles lechosas y tatuadas, se extienden a este nuevo proyecto que toca el mismo tema de fondo: niños atrapados en familias y estructuras de odio contra negros e inmigrantes.
Basada en una historia real, Skin narra la toma de conciencia de un joven neonazi estadounidense criado desde niño en la violencia y el rechazo. La película, con el británico Jamie Bell en la (tatuada) piel del neonazi, arranca en el quirófano donde se está sometiendo a la primera frase de un doloroso tratamiento para borrar de su cuerpo la cadena de símbolos y dibujos que proclaman su filiación fascista. Para colmo, el personaje real logró salir del pozo gracias al proyecto One People’s, capitaneado por un afroamericano (Daryle Lamont Jenkins) que desde esta organización lucha contra los grupos de ultraderecha de su país.
Es obvio que Skin es una historia interesante en los tiempos que corren, además de bien ambientada e interpretada por Bell y Danielle Macdonald, la mujer que representa el derecho a la reinserción de un hombre marcado física y moralmente por su pasado. Vera Farmiga y Bill Camp también hacen creíble el fango del supremacismo de la America profunda. Pero todas sus buenas intenciones no logran ir más allá y la película no pasa de la corrección (ni visual ni argumental) quedándose solo a medias en lo que enuncia: la relación del protagonista con el tatuaje, el vínculo si lo hay del tatuaje con la violencia y el proceso que lleva a un crío a marcar su cuerpo de por vida con los símbolos del odio.
Skin
Dirección: Guy Nattiv.
Intérpretes: Jamie Bell, Vera Farmiga, Danielle Macdonald, Mike Colter, Bill Camp.
Género: drama. Estados Unidos, 2019.
Duración: 110 minutos