En el curso del tiempo

El austríaco Hans Weingartner parece tener un altar dedicado a la trilogía de Richard Linklater

Un fotograma de '303'.

¿Qué permite evolucionar al ser humano: la competitividad o la cooperación? Ahí nace una de las conversaciones bizantinas en las que se sumergen dos extraños compañeros de viaje, Jan y Jule, durante la ruta en roulotte Mercedes 303 que les llevará, respectivamente, al norte de España y a Portugal para resolver lacerantes cuestiones personales. Si fuera la competitividad lo que rigiese el crecimiento humano, Jan y Jule serían los perfectos ejemplos de quienes se quedarían atrás en una autopista regida por la ley de más fuerte: los dos acaban de recibir sinsabores académicos y en sus respectivos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

¿Qué permite evolucionar al ser humano: la competitividad o la cooperación? Ahí nace una de las conversaciones bizantinas en las que se sumergen dos extraños compañeros de viaje, Jan y Jule, durante la ruta en roulotte Mercedes 303 que les llevará, respectivamente, al norte de España y a Portugal para resolver lacerantes cuestiones personales. Si fuera la competitividad lo que rigiese el crecimiento humano, Jan y Jule serían los perfectos ejemplos de quienes se quedarían atrás en una autopista regida por la ley de más fuerte: los dos acaban de recibir sinsabores académicos y en sus respectivos destinos quizá no aguarde demasiado alivio a sus problemas.

303

Dirección: Hans Weingartner.

Intérpretes: Anton Spieker, Mala Emde, Steven Lange, Arndt Schwering-Sohnrey.

Género: road-movie.

Alemania, 2018

Duración: 120 minutos.

En 303, el austríaco Hans Weingartner, director de Los edukadores (2004), parece tener un altar dedicado a la trilogía de Richard Linklater iniciada con Antes del amanecer (1995) en el salpicadero de su coche, quizá sin olvidar las derivaciones europeas del subgénero de la road movie, con Wim Wenders en cabeza. Por un lado, su viaje demostrará, como quiere el subgénero, que es más importante el camino que el destino y, en el proceso, registrará el brote afectivo entre los dos personajes principales. Weingartner es un poco tosco al exponer cómo algunas apreciaciones de Jan hurgan en profundas heridas de Jule, pero el registro naturalista que bordan los dos intérpretes –Anton Spieker y Mala Emde- se impone sobre las ingenuidades del desarrollo dramático. El espíritu de la película acaso resulte algo extemporáneo: hubiese hecho furor en un festival de cine indie de los 90.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En