Dobles anónimos para ‘La ronda de noche’

Dos artistas holandeses fotografiarán el monumental cuadro de Rembrandt con personas elegidas al azar

A la derecha, Lizzy-Ann, de ocho años, doble de la que en el cuadro asoma con un arcabuz en la mano.R. Ubbink

En la era de Instagram y el selfi, dos artistas holandeses, Julius Rooymans, fotógrafo, y Hans Ubbink, diseñador de moda, han encontrado su inspiración en un cuadro, La ronda de noche, de Rembrandt, expuesta en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Han salido a la calle en busca de dobles anónimos de los 22 personajes plasmados en uno de lo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En la era de Instagram y el selfi, dos artistas holandeses, Julius Rooymans, fotógrafo, y Hans Ubbink, diseñador de moda, han encontrado su inspiración en un cuadro, La ronda de noche, de Rembrandt, expuesta en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Han salido a la calle en busca de dobles anónimos de los 22 personajes plasmados en uno de los lienzos más emblemáticos del Siglo de Oro, para reunirlos en una foto monumental en dos fases. Una vez vestidos y captados con la cámara en la pose de los miembros de la compañía de arcabuceros de la tela, posarán también de espaldas. Con esta segunda toma, el espectador podrá sentirse como si fuera uno de ellos, plantado frente al pintor. Ambas imágenes conformarán La ronda de noche en 360 grados, que esperan presentar en julio.

Más información

Los trajes, sombreros, cascos, armaduras y joyas del lienzo deben confeccionarse a mano. Lo harán especialistas holandeses en prendas históricas, con ayuda de colaboradores en Praga y Londres. Algunas piezas se imprimirán en 3D. Será un momento para el recuerdo, porque la búsqueda de los dobles actuales de unos holandeses de 1642 ha sido una de las sorpresas del proyecto. Nada más poner el anuncio el pasado diciembre, se apuntaron 500 personas en dos días.

La última de estos voluntarios ha sido una niña rubia, doble de la que asoma tras un varón vestido de rojo, arcabuz en mano. Se llama Lizzy-Ann, tiene 8 años y reside en la capital holandesa. Otros han sido reclutados en la calle o mientras tomaban un café. El sujeto que se vestirá de negro como Frans Banninck Cocq, alcalde de Ámsterdam en 1651, y una de las dos figuras centrales del lienzo, asistía a una boda cuando se lo propusieron. Ahora falta encontrar a Rembrandt y a su esposa, Saskia. No están en el cuadro y ella falleció mientras él lo pintaba. “Sin embargo, hemos querido incluirla porque fue su modelo varias veces. Así subrayamos lo importante que era para el pintor y la historia que está detrás del arte”, dice, por teléfono, Ubbink, con marca propia hasta 2015, y encargado de supervisar la vestimenta.

“Saskia irá vestida de la diosa Flora, como la representó al principio de su matrimonio, aunque esta vez portará una corona de flores muertas. La ronda de noche es un icono, pero sus protagonistas eran reales, gente corriente. Rembrandt adornó los uniformes y las armaduras para darle grandiosidad al conjunto. Sin embargo, lo que hacemos hoy, retocando nuestra imagen, incluso con cirugía estética, parecerá raro dentro de un par de siglos", dice. "Por eso hemos buscado dobles anónimos, para que se vea que no hemos cambiado tanto y que hay belleza suficiente en nosotros mismos. Nos interesa mostrar al artista en acción. Es decir, lo que realmente importa en un momento como el actual, donde solo parecen contar las apariencias”, añade.

El maestro de Leiden trabajó en el exterior porque el lienzo, de 3 por 4 metros, era demasiado grande para el taller. Sus modelos no posaron en grupo, sino de uno en uno, y un par no alcanzó la posteridad. La obra colgaba en la sede de la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam y en 1715 fue trasladada al Ayuntamiento. Como no cabía en la pared asignada, la recortaron. En el lateral izquierdo había dos figuras que sí aparecen en una copia anterior a la mutilación. Conservada en la National Gallery, de Londres, la firma Gerrit Lundens, un pintor holandés que reprodujo a varios maestros antiguos. “Pensamos mostrar las fotos al aire libre, en la Plaza de Rembrandt de la capital, por ejemplo. Luego intentaremos hacer algo parecido con otros cuadros internacionales, cinco. Me encantaría visitar para ello el Museo del Prado", admite Ubbink.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En