‘Redes’: sinfonía de un pueblo pesquero

La cinta de 1936 es un clásico del cine mexicano y puede verse en la plataforma FilminLatino

Fotograma de 'Redes'.

“No es justo que un hijo muera porque su padre no tuvo dinero para curarlo” es una de las frases con las que Redes (1936) se alza como clásico del cine mexicano, disponible en FilminLatino. En un pueblo de Veracruz, pescadores de cualquier edad trabajan más de diez horas diarias por un salario de 72 centavos, explotados por los caciques de la región. La paga no alcanza, los niños mueren y las mujeres languidecen. Uno de los hombres del grupo, Miro, decide oponerse y encarar la ley del divide y reinarás. Con esta premisa, Redes m...

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“No es justo que un hijo muera porque su padre no tuvo dinero para curarlo” es una de las frases con las que Redes (1936) se alza como clásico del cine mexicano, disponible en FilminLatino. En un pueblo de Veracruz, pescadores de cualquier edad trabajan más de diez horas diarias por un salario de 72 centavos, explotados por los caciques de la región. La paga no alcanza, los niños mueren y las mujeres languidecen. Uno de los hombres del grupo, Miro, decide oponerse y encarar la ley del divide y reinarás. Con esta premisa, Redes mantiene un discurso visual vigente que puede ser visto una vez más en la plataforma de cine en streaming.

Detrás de esta cinta alguna vez existió un proyecto de cine educativo que aspiraba a lo que Carlos Monsiváis describió como “movilizar una conciencia épica”. Promovido bajo la instrucción del presidente Lázaro Cárdenas entre 1934 y 1940 trajo como consecuencia diversas imágenes políticas difíciles de clasificar pero que al paso del tiempo cobrarían trascendencia en la historia del cine mexicano.

Tal fue el caso de Redes, película dirigida por Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel que se consagraría como un auténtico clásico por sus aportaciones a la representación iconográfica rural en el periodo posrevolucionario, y por dialogar frente a directores como Walter Ruttmann (Berlín. Sinfonía de una gran ciudad, 1927) o Sergei Einsenstein (¡Que viva México!, 1930).

De vena fuertemente socialista, presentando a un grupo de pescadores que deben unir esfuerzos para reclamar a caciques mejoras en las jornadas laborales, Redes se cuenta a través de imágenes finamente capturadas por Paul Strand, fotógrafo que concibió la idea original de esta sinfonía.

Entonces ¿qué decir sobre una película que parece haberse difuminado con los años en anécdotas sobre el gobierno cardenista? Todavía hoy Redes es considerada un estandarte realista del cine hecho en México. Quizá la clave se encuentre en su carácter firmemente contestatario frente al Estado que surgió tras la Revolución Mexicana.

El mismo Monsiváis consideró que Redes y Vámonos con Pancho Villa (Fernando de Fuentes, 1935) encabezaban la labor de criticar un modelo político que a vista de todos nació obtuso. Bajo la buena intención del sueño cardenista, dotar a la nación de una conciencia de pueblo vigoroso fue un proyecto que no logro cuajar.

Hace apenas unos años la organización World Cinema Foundation de Martin Scorsese restauró y rescató este filme por considerarlo tesoro cinematográfico del mundo. Es así que la poética de Redes, acompañada de las notas musicales venidas de la imaginación de un compositor de la talla de Silvestre Revueltas, es sin duda un gran legado que otorga a la tradición pesquera del puerto de Veracruz su protagonismo en la historia frente al despojo y el olvido.

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