Elegante y torera faena de Urdiales en la plaza Monumental de México

El joven peruano Andrés Roca Rey corta una oreja y pierde dos dientes en Guadalajara

El torero español Diego Urdiales lidia su primer toro en la Plaza de Toros México.Mario Guzmán (EFE)

El mexicano Fermín Rivera cortó una merecida oreja en la cuarta corrida de la temporada en la Monumental Plaza México y su paisano Fermín Espinosa Armillita IV se fue de vacío, en tanto que el español Diego Urdiales cayó de pie, enseñó lo buen torero que es, sobrio y elegante, y por fallos con el acero se esfumaron los trofeos, tras haber sustituido esa tarde a Enrique Ponce, lesionado en el abductor de su pierna derecha.

Con un cuarto de entrada y alrededor de diez mil personas se lidió un toro, magnífico para rejones de Fernando de la Mora y seis de Bernaldo de Quiróz, muy bien presen...

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El mexicano Fermín Rivera cortó una merecida oreja en la cuarta corrida de la temporada en la Monumental Plaza México y su paisano Fermín Espinosa Armillita IV se fue de vacío, en tanto que el español Diego Urdiales cayó de pie, enseñó lo buen torero que es, sobrio y elegante, y por fallos con el acero se esfumaron los trofeos, tras haber sustituido esa tarde a Enrique Ponce, lesionado en el abductor de su pierna derecha.

Con un cuarto de entrada y alrededor de diez mil personas se lidió un toro, magnífico para rejones de Fernando de la Mora y seis de Bernaldo de Quiróz, muy bien presentados. Algunos demostraron mucha clase, como el primero de la lidia ordinaria y el quinto. Los otros se dejaron lidiar, con mejor suerte unos que otros.

El rejoneador Alejandro Zendeja, que logró un billete de la lotería, dejó ir la oportunidad. A pesar de que le tocó el toro de Fernando de la Mora, con clase, bravo y con templanza, no estuvo a la altura, pues no tuvo puntería y lo mató de un feo rejón de muerte. Se silenció su labor.

Urdiales, que confirmó la alternativa, dejó una grata impresión de sus cualidades. Al astado de la confirmación, lo toreó con nota, ya que su trasteo reunió elegancia y sobriedad y lo toreó sin chabacanerías, con la gente entregada. Pero fue una pena, ya que mató de media estocada desprendida y cuatro descabellos. Pese a ello, la gente le ovacionó con fuerza y le obligó a dar una vuelta al ruedo.

Con el cuarto toro, que se vino a menos y se rajó al final, siguió en el mismo plan, con destellos de indudable calidad para ser ovacionado. Buen torero.

Rivera se mostró voluntarioso con el segundo toro, al que le faltó castigo, y llegó áspero al tercio final, por lo que la labor del torero no llegó a los tendidos. Mató de estocada y cinco descabellos con aviso, y la faena fue silenciada.

Se superó en el quinto, al que le elaboró una faena con la buena clase que posee hasta convencer a la gente. Mató un pinchazo y estocada y recibió una oreja, que le valió algunas protestas que fueron acalladas. Este torero camina.

Armillita IV no tuvo suerte, y dejó la impresión de que pudo haber hecho más a su lote. En ambas lidias tuvo destellos, pues posee técnica y no mala clase. Sin embargo, le falta rodaje y experiencia. No convenció al público, que lo pitó en ambos ejemplares, en el primero con un aviso. De los toreros de plata se lució en banderillas Héctor García en el tercero de la lidia ordinaria.

Roca Rey ganó una oreja y perdió dos dientes

El joven diestro peruano Andrés Roca Rey cortó una oreja y sufrió dos tarascadas en las que perdió dos dientes, en la corrida celebrada en Guadalajara, en el occidente de México.

El mexicano Eulalio López Zotoluco hizo un esfuerzo y su compatriota Octavio García El Payo sólo mató un toro por tener que ser internado de emergencia con una fuerte infección urinaria.

Con media entrada se lidiaron tres toros de La Estancia y otros tantos de Celia Barbabosa, desiguales y con pocas opciones.

Zotoluco estuvo por encima de sus enemigos. Al primero le expuso mucho, lo mismo que al cuarto para escuchar palmas y tampoco logró el éxito en el quinto que mató por El Payo.

Pese a sentirse mal, El Payo se mantuvo en el ruedo para lidiar al segundo, y lo hizo con decoro, pero sin lograr trofeos. De inmediato fue internado.

Roca Rey se mostró firme en todos los tercios. Tras una voltereta sin consecuencias cuando toreaba con el capote al tercer toro, sufrió en su faena de muleta un derrote en la boca que le hizo perder dos piezas dentales. Mató pronto y consiguió una oreja.

Salió para lidiar al sexto y estuvo por encima de su oponente. Volvió a dar la vuelta al ruedo, pero de nuevo fue volteado, sufrió golpes contusos y, finalmente, fue internado en el sanatorio de toreros.

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