El recuerdo de ‘Charlie Hebdo’

Cinco periodistas defienden en el festival literario la libertad de expresión

Desde la izquierda, Ed Vulliamy, Alejandro Santos, Antonio Caño, Martin Baron y Jon Lee Anderson, en el debate.Daniel Mordzinski

El Hay Festival, que concluyó ayer en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, organizó un debate sobre las consecuencias del atentado yihadista cometido el pasado 7 de enero contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas. En el diálogo participaron los directores de EL PAÍS, Antonio Caño; The Washington Post, Martin Baron, y de la revista colo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Hay Festival, que concluyó ayer en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, organizó un debate sobre las consecuencias del atentado yihadista cometido el pasado 7 de enero contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas. En el diálogo participaron los directores de EL PAÍS, Antonio Caño; The Washington Post, Martin Baron, y de la revista colombiana Semana, Alejandro Santos, junto con los también periodistas Ed Vulliamy, de The Guardian, y Jon Lee Anderson, de The New Yorker.

Todos ellos hicieron una apasionada defensa de los valores de Occidente, en especial Anderson y Caño, quienes cuestionaron que se haya prestado más atención a los límites de la libertad de expresión que a los 12 asesinatos cometidos por los dos fundamentalistas islámicos.

“Se trata de Charlie Hebdo”, exclamó Vulliamy al final de la charla. Esa frase resumió lo que minutos antes había planteado el director de EL PAÍS —“me preocupa que los terroristas nos obliguen a un debate sobre los límites del oficio”— y Anderson. El cronista de The New Yorker completó la idea apuntada por Caño: “El terror está funcionando, porque ahora la principal preocupación de medios y terroristas es la seguridad personal. Eso tenemos que enfrentarlo”.

Los presentes debatieron también sobre las políticas informativas de los principales diarios del mundo tras la matanza. Mientras EL PAÍS decidió publicar dos páginas del siguiente número de la revista satírica francesa, The Washington Post se abstuvo para no contrariar su línea editorial. “El Post no publica materiales que podrían ser considerados como ofensivos por razones de raza o religión”, defendió Baron. Pero más adelante cerró filas con el derecho de ejercer la libertad sin más límites que los de la propia conciencia: “Pero no por ello quiere decir que los terroristas tengan algún tipo de influencia en nuestras decisiones. Eso nos corresponde solo a nosotros”.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En