Diseños con los pies (y la mente) en la Tierra

El Museo del Traje presenta 50 proyectos iberoamericanos sostenibles

Tanto si calza unos brillantes chapines rojos como si no, siga el camino de baldosas amarillas. Este le llevará a Munchkinland, que sí, es un lugar poblado de seres diminutos, aunque no, no son habitantes de la mágica tierra de Oz, sino niños, y además procedentes de un enclave bastante más a mano: la ciudad de Castellón. Un callejón sin salida, en desuso, ha sido el laboratorio de pruebas de Cayetano Carlos en el que localizar su proyecto de recuperación de espacios urbanos, en forma de parque infantil. A base de materiales reciclables y fácilmente transportables —como el caucho (ama...

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Tanto si calza unos brillantes chapines rojos como si no, siga el camino de baldosas amarillas. Este le llevará a Munchkinland, que sí, es un lugar poblado de seres diminutos, aunque no, no son habitantes de la mágica tierra de Oz, sino niños, y además procedentes de un enclave bastante más a mano: la ciudad de Castellón. Un callejón sin salida, en desuso, ha sido el laboratorio de pruebas de Cayetano Carlos en el que localizar su proyecto de recuperación de espacios urbanos, en forma de parque infantil. A base de materiales reciclables y fácilmente transportables —como el caucho (amarillo, claro) para crear un suelo blando y el PVC para construir columpios y juegos— este estudiante de la Escuela Superior de Arquitectura de Valencia ha pergeñado uno de los 50 diseños sostenibles iberoamericanos que se expondrán hasta el 9 de diciembre en el Museo del Traje de Madrid. El público los ha seleccionado vía voto electrónico entre 1.563 propuestas de jóvenes talentos de la península y América Latina, dentro de la convocatoria de la Fundación Banco Santander TalentosDesign’12, que por cuarto año se ha centrado en la cualidad medioambiental de los proyectos, divididos en las áreas de espacios, diseño industrial, moda, gráfico y digital.

'Munchkinland', de Cayetano Carlos

Un jurado profesional ha cribado ese medio centenar de buenas ideas —28 procedentes de España, diez de Colombia, cuatro de México, tres de Portugal, dos de Brasil, y uno de Argentina, Perú y Uruguay— para elegir a los seis ganadores (uno por categoría más uno global, dotados con 2.500 y 5.000 euros respectivamente), de los que Munchkinland es el representante de la sección de espacios e interiorismo. El vencedor absoluto —los vencedores, que se encuadran en la categoría digital— son Geovany Uriostegui Cohuo y Nallely Méndez Hernández, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, que recibieron su premio ayer junto al resto de los galardonados.

'Silla H', de Álvaro Hurtado

Como símbolo de los tiempos, la idea que se ha impuesto es una aplicación para smartphones. “Queríamos que tuviera un efecto social, económico y medioambiental”, explica Uriostegui. De entre las diferentes posibilidades que evaluaron, se decantaron por la de enfocar su app, llamada Alt+G, al desarrollo de huertos urbanos, “por el creciente interés en la cuestión”. Entre otras funcionalidades, el invento cuenta con un sistema de geolocalización para analizar las características de los terrenos, otro para ubicar los comercios donde obtener suministros o un servicio que avisa de los pasos que hay que dar a la hora de sembrar o mantener las plantas. “Mucha gente no sabe cómo empezar su huerto, y nosotros ponemos la información en un mismo lugar, muy accesible”. La otra propuesta digital galardonada, la web morethangreen.es, alía sostenibilidad con cultura, economía y sociedad para divulgar las cuestiones verdes de manera ordenada y sencilla de entender, principalmente a base de “hipertextos, vídeos e imágenes”, como señala Vicente Iborra, uno de sus tres creadores, de la Universidad de Alicante.

Colección 'Nicanora', de Lúa Mosquera

Guardados en su propio hogar, los vestidos que se muestran en el Museo del Traje, que conforman la colección Nicanora, obra de Lúa Mosquera, de la Universidad de Santiago de Compostela, nacen de la perenne inspiración que proporcionan las abuelas. No solo en lo que se refiere al estilo, sino, sobre todo, por el espíritu ahorrador, aquel con el que, gracias a que los armarios nunca se llenaban, los mejores recuerdos se grababan en la mente con atavío incluido. En el apartado gráfico, la pieza ¿Sostenible?, de Oihana Cordero, de la Universidad de Granada, plantea una representación visual del sufrimiento al que se ve sometido nuestro planeta, fundamentado en datos y estadísticas. Como estandarte de la creatividad en el terreno del diseño industrial, la Silla H, imaginada por Álvaro Hurtado, propone una solución eficiente y barata para producir asientos a partir de un solo tablón de madera de haya. Si en época de crisis hay que aguzar el ingenio creativo, también el emprendedor. Y estos jóvenes talentos aún andan en busca de promotor.

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