Mariano Martín Benito, decano de la prensa de Sevilla

Irrepetible, trabajador, incansable y obstinado, este hombre de orden, como él se definió, deja un hueco enorme en el periodismo sevillano. Mariano Martín Benito nació en Camuñas, Toledo, en 1931, localidad donde murió el pasado día 12 a los 80 años de un infarto cerebral. Pasaba seis días de vacaciones en su tierra y ya no regresará a Sevilla, ciudad a la que llegó en 1962.

Licenciado en Filosofía y Letras y Teología en Toledo, fue en la capital de Andalucía donde desarrolló la mayor parte de su intensa actividad periodística. Trabajaba en Abc en Madrid cuando tuvo la oportuni...

Irrepetible, trabajador, incansable y obstinado, este hombre de orden, como él se definió, deja un hueco enorme en el periodismo sevillano. Mariano Martín Benito nació en Camuñas, Toledo, en 1931, localidad donde murió el pasado día 12 a los 80 años de un infarto cerebral. Pasaba seis días de vacaciones en su tierra y ya no regresará a Sevilla, ciudad a la que llegó en 1962.

Licenciado en Filosofía y Letras y Teología en Toledo, fue en la capital de Andalucía donde desarrolló la mayor parte de su intensa actividad periodística. Trabajaba en Abc en Madrid cuando tuvo la oportunidad de formar parte del desaparecido Sevilla, de la cadena Nacional del Movimiento. A mediados de los setenta, el Sevilla pasó a ser el Suroeste, que llegó a dirigir, como también la Hoja del Lunes antes de su cierre, en 1983. Cuando se extinguió la prensa del Movimiento, Mariano fue adscrito a la Delegación de Hacienda en Sevilla, donde se jubiló a mediados de los noventa. Pero nunca dejó de ejercer el periodismo. Siempre desempeñó su función como corresponsal del deportivo Marca, donde empezó a firmar en 1967, hasta el último de sus días, con una honradez, meticulosidad y profesionalidad infinitas. Inconfundible con su eterna gorra en las ciudades deportivas de Sevilla y Betis, acudía puntualmente a su cita matinal con los jugadores de ambos equipos sevillanos, cuya actualidad siguió desde ese 1962 en el que llegó a la capital andaluza.

Atento siempre con los becarios y los jóvenes periodistas, eterno seguidor del Atlético de Madrid, Martín Benito destacó por su meticulosidad y atención en el trabajo. Hasta el último de sus días actualizó el archivo de los periódicos en la delegación de Marca y su talante luchador le hizo adaptarse a los múltiples cambios tecnológicos de esta profesión de periodista que tanto llegó a amar.

De vida ordenada, este hombre llano de pueblo tan querido por las nuevas generaciones andaluzas de periodistas era también una persona muy culta, amante del debate constructivo.

El pasado mes de abril, el Sevilla homenajeó a este testigo de medio siglo de fútbol, vida y periodismo de la capital de Andalucía, ciudad que lloró la pérdida de uno de sus más queridos hijos.