Celeste Saulo, meteoróloga: “Lo último que podemos hacer como sociedad es paralizarnos ante el cambio climático”

La científica argentina es la primera mujer elegida como secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial

Celeste Saulo, tras la votación el jueves 1 de junio de 2023 en Ginebra en la que fue elegida secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial.Foto: FABRICE COFFRINI (AFP) | Vídeo: EFE

Celeste Saulo (Buenos Aires, 59 años) ha sido nombrada esta semana nueva secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esta licenciada en Ciencias Meteorológicas que lleva décadas desarrollando sus facetas investigadora y docente, dirige desde 2014 el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina. Será la primera mujer que llega hasta el cargo de secretaria general de la OMM en la historia, un puesto que ocupará oficialmente a partir del 1 de enero de 2024. Su nombramiento al f...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Celeste Saulo (Buenos Aires, 59 años) ha sido nombrada esta semana nueva secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esta licenciada en Ciencias Meteorológicas que lleva décadas desarrollando sus facetas investigadora y docente, dirige desde 2014 el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina. Será la primera mujer que llega hasta el cargo de secretaria general de la OMM en la historia, un puesto que ocupará oficialmente a partir del 1 de enero de 2024. Su nombramiento al frente de este ente clave en el conocimiento y la acción contra el cambio climático se ha producido durante el congreso celebrado en Ginebra esta semana y en el que han participado los 193 países presentes en este órgano vinculado a la ONU. Y desde la ciudad suiza atendió el viernes a EL PAÍS, por teléfono, entre sesión y sesión.

Pregunta. ¿Qué objetivo es el que se marca usted para sus próximos cuatro años de mandato al frente de la OMM?

Respuesta. Esta organización tiene un mandato fundamental que es proveer todo el asesoramiento en relación en los temas de clima y del agua a través del fortalecimiento de los servicios meteorológicos e hidrológicos de todos los países. Desde esta perspectiva general claramente hay que apuntalar estos servicios para que cumplan su misión. Esto presenta desafíos en un mundo sumamente diverso y atravesado por el problema de la crisis climática que se solapa con una inequidad que aumenta sostenidamente.

P. ¿Qué término cree que es el más correcto: cambio climático, crisis climática o emergencia climática?

R. Uno podría, en español al menos, concatenar los tres. Porque el cambio climático es el concepto que explica lo que nos está pasando a nivel del sistema físico de un clima que está cambiando. Pero eso genera una crisis que tiene que ver con cómo nos impacta; y esa crisis sabemos que no es la misma para todos los países, es decir, implica distintas vulnerabilidades; y entonces aparecen situaciones de mayor emergencia que otras. No podría despegar las tres ideas porque creo que se complementan.

P. ¿Hay ahora mismo alguna duda científica sobre la responsabilidad del ser humano en el cambio climático?

R. No, no hay ninguna duda. El último reporte del IPCC [el panel de científicos internacionales que radiografía el cambio climático] ha sido claro y sigue aportando cada vez más datos robustos que explican lo que los científicos venimos diciendo desde hace mucho tiempo: que el cambio climático está principalmente impulsado por la actividad antropogénica debido a la emisión de gases de efecto invernadero. Así que esto está fuera de dudas y por eso está fuera de dudas también que hay que tomar acción. La naturaleza no va a recuperarse de manera aislada. Nosotros también tenemos que actuar para que el sistema climático deje de acelerar los cambios y logremos mantener lo que el IPCC nos ha recomendado, que es tratar de no pasar el umbral de los 1,5 grados de calentamiento respecto del periodo preindustrial.

P. ¿Cree que los responsables políticos están actuando con la suficiente celeridad en esta emergencia?

R. No. Si hay algo que el IPCC ha marcado claramente es que es necesaria otra velocidad de acción, otra velocidad de respuesta. Y, por supuesto, uno espera que en los países más desarrollados, con un mayor potencial, sean los que puedan llevar adelante ese liderazgo. Por supuesto que todos tenemos un lugar en esta acción climática, que de una u otra manera nos impacta y nos toca a todos. Pero tenemos distintos grados de responsabilidad.

P. ¿Cree que está aumentando el negacionismo climático en el mundo?

R. No tengo la sensación de que aumente el negacionismo. Pero creo que esta sensación de urgencia puede resultar a veces en una parálisis. Y lo último que podemos hacer como sociedad global, regional y local es paralizarnos ante el cambio climático, porque eso sí que no tiene vuelta atrás.

P. ¿Quizás la sucesión de alertas sobre el cambio climático pueden llevar a una cierta parálisis?

R. No es que puedan llevar a una parálisis exactamente. Es decir, ahora están prendidas todas las alertas posibles y no están prendidas todas las respuestas posibles. Habría que entender desde el punto de vista sociológico y político qué es lo que nos lleva a que con todas las alarmas prendidas no estén todas las acciones desplegadas. Yo no soy la persona que tiene la respuesta a eso, pero sí tengo la preocupación.

P. ¿Están ganando cada vez más peso los temas de equidad en la agenda climática internacional?

R. Por supuesto, y en esta organización se percibe muy claramente. Porque tenemos los pequeños estados insulares y costeros en los que el aumento del nivel del mar impacta muchísimo más fuertemente. La pregunta que tenemos que resolver como organización es cómo vamos a ayudar a esos países con los instrumentos que necesitan para atender a los problemas que les afectan, que son distintos y más acuciantes porque son países en desarrollo o con bajo nivel de desarrollo. Está claro que hay que salir como sociedad global a asistirlos, pero no solo incorporando recursos, sino trabajando con ellos en las soluciones para que haya también un empoderamiento por su parte.

Celeste Saulo, tras ser elegida secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial.FABRICE COFFRINI (AFP)

P. ¿El cambio climático se está acelerando?

R. Eso es lo que nos están marcando los científicos con indicadores como el derretimiento de glaciares o el aumento del nivel del mar. Eso sumado a que, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan y continúan… No hay miras de que después de varios años desde que se firmó el Acuerdo de París hayamos hecho absolutamente ningún logro real en materia de disminución de gases de efecto invernadero. Todos los indicadores, lamentablemente, son negativos sobre lo que está pasando. Y el sistema climático no reacciona de forma lineal, porque no es lineal. Es decir, si se suman uno más uno eso no va a ser dos. Las causas y los efectos se pueden retroalimentar de una manera que pueden acelerarse. Esa es la preocupación de los científicos ahora.

P. Los puntos de inflexión, ¿no?

R. Los puntos de inflexión están hoy en el centro del debate científico y creo que los que tenemos un rol en hacer de puente entre la ciencia y la provisión de servicios tenemos que transformarlo en acciones. El objetivo es proteger a nuestras poblaciones para que se puedan adaptar y que no queden en riesgo ni sus vidas, ni sus bienes, ni sus medios de vida.

P. ¿De esos puntos de inflexión cuál le preocupa más?

R. Creo que, por ejemplo, todo lo que son los impactos de la capa de hielo por su derretimiento y los impactos asociados a eso que todavía no terminamos de entender como científicos. No es solo el derretimiento, sino el aumento del nivel del mar y otros aspectos que contribuyen a acelerar el cambio. Los científicos tenemos por delante el desafío de comprender mejor los procesos físicos que hay detrás y en el ínterin tratar de trasladar lo más rápidamente posible lo que conocemos para que la sociedad actúe.

P. ¿De todos los eventos extremos que la ciencia dice que aumentarán cuál le inquieta más?

R. La mayor frecuencia y la combinación de varios extremos al mismo tiempo unido a las amenazas naturales. Hemos observado situaciones de erupciones volcánicas conjuntamente con tormentas tropicales y eventualmente tifones. Cuando se suceden muchos eventos y amenazas naturales al mismo tiempo, eso es realmente algo de muy difícil gestión. Creo que en este punto la OMM puede hacer mucho con lo que se llaman sistemas de alerta temprana multirriesgo.

P. ¿Nos hemos quedado sin tiempo para cumplir con la meta de los 1,5 grados que fija el Acuerdo de París?

R. No, los científicos no nos dicen eso. El IPCC nos dice que tenemos que actuar y yo prefiero hacerme eco de ese mensaje, porque si no parece que tenemos que esperar lo peor. Ese nunca sería mi mensaje. Mi mensaje es: actuemos ya cada uno desde el lugar que le toca. Cada uno tiene una posibilidad, tiene un rol y puede hacer algo; y lo debe hacer.

Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Más información

Archivado En