El ‘cometa del siglo’ se aproxima al punto más cercano de la Tierra

El C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, el más brillante en 100 años, podrá verse a simple vista a partir del 12 de octubre tras pasar cerca del Sol sin desintegrarse

El cometa Tsuchinshan-ATLAS sobre el Observatorio del Teide, en Tenerife, el 1 de octubre.Daniel López/IAC

El cometa C/2023 A3 lleva una larga travesía en el espacio. Este cuerpo celeste, compuesto de polvo y hielo, viene viajando desde los confines de nuestro vecindario cósmico, el sistema solar. Bautizado como el cometa del siglo por astrónomos y aficionados, fue detectado por primera vez por los telescopios del Observatorio Tsuchinshan (China) y el proyecto ATLAS en 2023 y ahora, se acerca al punto más próximo de la Tierra. El astro pasó exitosamente cerca del Sol sin desintegrarse a finales de septiembre, un fenómeno que se conoce como perihelio. Y a partir del 12 octubre, se pronostica que sea visible en el hemisferio norte su brillante y prolongada cola, cuyo largo equivale al diámetro de 42 lunas.

El también denominado cometa Tsuchinshan-ATLAS se convertirá en uno de los espectáculos astronómicos más destacados de los últimos tiempos debido a su alta luminosidad. Esta característica se mide a través de la magnitud estelar, una escala que determina el resplandor de un objeto espacial. El astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Javier Licandro asegura que en estos momentos el cometa “está mucho más brillante que Mercurio”, que se localiza a 77 millones de kilómetros de nuestro planeta.

“Las imágenes del satélite SOHO (el Observatorio Heliosférico y Solar, en español) nos muestran que va a ser un fenómeno realmente espectacular. En comparación a la estrella Vega, que tiene una magnitud cero, el Tsuchinshan tendrá una luminosidad negativa, lo que significa que podrá llegar a ser muy brillante”, explica. En general, los cometas suelen estar más activos después de que pasan cerca del Sol, lo que se llama inercia térmica. Esto también pasa con el mar después del verano: el agua se calienta cuando la temperatura se va acumulando y, en el caso del cometa, al calor le toma tiempo salir.

El cometa C/2023 A3 (ATLAS-Tsuchinshan) visto desde Eure-et-Loir, Francia, el 6 de junio de 2024.Nicolas Biver (AP)

El sábado estará a 70 millones de kilómetros de la Tierra, alcanzando la máxima cercanía, lo que equivale a casi la mitad de la distancia que hay entre nuestro planeta y el Sol. “Es muy probable que el cometa esté más activo ahora que cuando era visible en el hemisferio sur”, vaticina Licandro. C/2023 A3 podría superar al cometa NEOWISE, que en 2020 alcanzó la magnitud 0,5.

Se estima que habría pasado por última vez alrededor del Sol hace 80.000 años, cuando pudieron observarlo los neandertales. Esto explica por qué lleva la letra C en su nombre, ya que se trata de un cometa no periódico, es decir, con una trayectoria abierta estimada en miles de años. El Tsuchinshan-ATLAS procede de la nube de Oort, en los límites del campo gravitatorio del sistema solar y su lugar de origen, un enorme almacén de objetos estelares del que se surgió, por ejemplo, el cometa Halley.

El evento evoca, asimismo, a los impresionantes cometas Hale-Bopp y Hyakutake que hace casi tres décadas dejaron una huella imborrable en la memoria de los científicos y amantes de la astronomía. “Hale-Bopp llegó a tener brillo negativo y con los telescopios del Observatorio del Teide lo podíamos ver durante el día, a pesar del brillo del cielo diurno y el sol”, recuerda el investigador del IAC.

¿Dónde ver el cometa?

Según Josep Trigo, astrónomo del Instituto de Ciencias del Espacio-CSIC, el cometa se verá a la perfección desde la mayoría de países, particularmente en aquellos ubicados en el hemisferio norte. “Puede que con un horizonte libre de obstáculos y lejos de las grandes ciudades lo veamos la tarde del 11, pero a partir del 12 o 13 tendremos más margen”, asegura el también científico del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya. El atardecer, en torno a las 20.00 horas, será el mejor momento para mirar hacia el oeste. “Cada día el cometa estará un poco más alto tras el anochecer”, indica.

Los ojos no requieren de ninguna protección especial y, de acuerdo al experto, lo mejor es ayudarse de unos prismáticos de una ampliación de 7×50 o 12×50. En el caso de España, las zonas rurales con poca contaminación lumínica son las ideales para apreciar este fenómeno. Javier Licandro sostiene que desde el sur, particularmente en Canarias, las personas tendrán una vista privilegiada. “Tenemos los mejores cielos”, asegura.

El tenue destello de su cola podrá divisarse durante la puesta de sol. Así, este viajero errante seguirá su ruta, hasta que dentro de unos cientos de miles de años vuelva a pasar o cambie su rumbo por la influencia de otro planeta.

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