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Juan Luis Ossa, el historiador liberal-reformista que acompaña a Evelyn Matthei en su lucha por La Moneda

El coordinador programático de la candidata de la derecha tradicional, de trayectoria menos política que académica, juega un papel clave en la campaña

Juan Luis Ossa
Juan Luis Ossa en las oficinas del centro de operaciones de Evelyn Matthei, este 13 de marzo en Santiago.SOFIA YANJARI
Antonia Laborde

A mediados del siglo pasado, el filósofo Isaiah Berlin recurrió en un ensayo a una antigua fábula griega para definir los dos tipos principales de pensadores que identificaba: los erizos, aquellos que ven el mundo a través de una sola idea mayúscula y no salen de ahí, y los zorros, que se mueven en distintos planos y saben de distintas cosas, lo que les otorga la capacidad de dudar y enmendar. Al historiador Juan Luis Ossa (Santiago, 42 años), jefe programático de la candidata presidencial de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, se le ha escuchado decir que, en el actual panorama político chileno, Matthei representaría al zorro, mientras que los aspirantes a La Moneda del ala más extrema de la derecha –el republicano José Antonio Kast y el libertario Johannes Kaiser–, son erizos. Ossa ha explicado que la política hoy es tan compleja, que resulta imposible tener una sola línea doctrinaria de la A a la Z, como lo conciben los representantes del ala dura de la oposición. Para él, alguien puede creer en distintas cosas que no necesariamente responden a un solo canon, como la pena de muerte, el aborto en tres causales o una reforma de pensiones presentada por un Gobierno de izquierda, tres asuntos que su candidata ha apoyado en momentos diversos del pasado reciente. Para él, Matthei –a quien conoce desde niño– responde a la complejidad de los tiempos.

Juan Luis Ossa Santa Cruz proviene de un linaje político familiar de larga data. Hijo del exdiputado Juan Luis Ossa, del extinto Partido Nacional y luego uno de los fundadores de Renovación Nacional, partido de centroderecha, y de la historiadora Lucía Santa Cruz, desde pequeño convivió con el poder en la mesa del comedor. Estudió en el colegio Apoquindo, de la élite chilena. Para el golpe de Estado de 1973 -nueve años antes que Ossa naciera-, su padre estaba en Chile y su madre en Inglaterra y se enviaban cassettes. Tras el quiebre democrático, su padre, férreo opositor a Salvador Allende, le hizo llegar una cinta a su madre en la que decía: “No celebres, tus compatriotas lo están pasando mal. Chile está completamente dividido”. Escuchar eso de niño le marcó su visión sobre aquella época. Para los 50 años del Golpe, en 2023, se reunió varias veces con Patricio Fernández, quien fue asesor de los actos de la conmemoración designado por el presidente Gabriel Boric. Tras la renuncia de éste, le perdió la pista al asunto.

Tiene dos hermanos mayores, uno de ellos, Juan José, fue ministro de la Secretaria General de la Presidencia en el segundo mandato de Sebastián Piñera. Es casado con Constanza Bollmann, gerenta general de la Asociación de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que se encuentra de postnatal por el nacimiento de la segunda hija del matrimonio, de cinco meses. La mayor tiene 13 años. Ossa, de trato afable, mentalidad clara y abierta, y de carácter más bien tímido, nunca ha militado en un partido político. Quienes más lo conocen lo describen como un viejo chico, con varias amistades de una generación mayor a la suya, como el Premio Nacional de Historia Iván Jaksic, su mentor chileno y quien ha dicho que fue uno de sus mejores estudiantes, sino el mejor. Su otro gran referente es el historiador inglés Alan Knight, que ha planteado que “la idea de un Estado de bienestar no es antagónica con una política liberal”. También es muy cercano al empresario Rafael Guilisasti, al escritor Arturo Fontaine y a la historiadora Sol Serrano que, más que amiga, es como su segunda madre.

Hasta el año pasado, su trayectoria había sido principalmente la de un académico liberal reformista –cree profundamente en la reforma por sobre la revolución para cambios sociales profundos y duraderos–, Máster en Ciencias y con un doctorado en Historia Moderna en la Universidad de Oxford, la misma casa estudio de su madre, quien vivió 15 años en Inglaterra. El abuelo materno de Ossa fue embajador de Chile en el Reino Unido.

Las revueltas sociales de 2019, sin embargo, lo hicieron cambiar el rumbo profesional. Ese año estaba en Oxford, como fellow del Latin American Center, y viajó a su país el 18 de octubre, el mismo día que se produjo el estallido social. Coincidió, también, con su contratación como investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), cargo por el que dejó la dirección del Centro de Estudios de Historia Política de la Universidad Adolfo Ibáñez. Su jefe pasó de ser Ignacio Briones, quien asumió como ministro de Hacienda de Piñera, a Leonidas Montes, quien invitó a Ossa a escribir un libro sobre la historia constitucional de Chile. Encajaba con la contingencia: tras el estallido, la clase política en su conjunto intentó encauzar el malestar a través de un camino constituyente.

Ossa aceptó y en 2020 publicó Chile constitucional, un texto en el que presenta los argumentos históricos para jugársela por una Constitución escrita en democracia que no tuviera la aspiración de refundar el país, como la heredada de la dictadura. Ese libro terminaría por abrirle las puertas al mundo de la opinión pública contingente y a que Renovación Nacional le tocara la puerta para que fuese candidato a la Convención Constitucional. Se inscribió en la sureña zona de Puerto Montt y Chiloé, una isla que visita con frecuencia desde hace 30 años y con la que tiene un fuerte lazo emocional. Perdió por la regla de paridad, pero esa campaña le permitió descubrir algo que no sabía: podía ser candidato. Así que tras el fracaso del primer intento por cambiar la Carta Magna en septiembre de 2022, se volvió a presentar para integrar el segundo proceso en 2023.

Estando en campaña se sintió políticamente solo. Veía los carteles de los otros aspirantes acompañados de Kast, de la expresidenta Michelle Bachelet, y acudió a su madre para que lo pusiera en contacto con una amiga suya… Evelyn Matthei. Esta lo llamó inmediatamente y lo apoyó, entre otras cosas, con un video. Ossa perdió por poco, pero concretó una cita con Matthei, a quien le llevó el libro La sociedad del bienestar, un texto que había escrito en 2021 para la campaña presidencial de Sebastián Sichel, un independiente de la derecha moderada ajeno a los extremos. A Matthei le gustó el relato que había ideado Ossa para esa campaña -le encantó el libro, lo regaló a diversas personas- y no se volvieron a separar.

Hoy, en plena campaña para las elecciones de noviembre, el relato se alimenta de las ideas de ese escrito, pero se resume en “el método Matthei: hacer que las cosas pasen y se hagan bien”. Así lo describió el propio Ossa una semana atrás en un acto en el Teatro Oriente, en el lanzamiento de las urgencias programáticas de la candidata de la coalición Chile Vamos, un encuentro que él abrió con su discurso. Allí, reforzó la idea de “no hay tiempo que perder”, “no podemos llegar al Gobierno a improvisar”, “hay que levantar a Chile otra vez”. En su equipo hablan del método Matthei, aunque lo de usar principalmente el apellido de la presidenciable en la campaña no les convence. Se han hecho encuestas internas que muestran que la gente habla de “la Evelyn”, “la señora Evelyn” o “la tía Evelyn” y quieren sacarle punta a ese lápiz de aquí a los comicios de noviembre próximo.

Evelyn Matthei
Evelyn Matthei el 5 de septiembre de 2023.Prensa Evelyn Matthei

Entre Ossa y Matthei, además del cariño personal por el lazo que les une –la amistad de Matthei con su madre–, existe una muy buena relación laboral. Al historiador se le ha escuchado decir que ve a la candidata como una mezcla entre Angela Merkel, Winston Churchill y Margaret Thatcher. Una convencida de la economía social de mercado y de que sin crecimiento económico no hay política social posible. De la importancia del mérito y del esfuerzo personal. Por ejemplo, uno de los grandes intereses de la presidenciable es la educación técnico-profesional y por lo mismo miembros de su equipo viajarán a Alemania para estudiar los posibles modelos que podrían aplicarse en Chile, de ganar en ocho meses más.

Ossa dejó su cargo en el CEP en febrero de 2024 y se radicó en el centro de estudios de pensamiento Horizontal, ligado al partido Evópoli, de la centroderecha liberal, chascona. Ahora tiene dos oficinas, una ahí, donde están todos sus libros, y otra en la calle Apoquindo -justo al frente del histórico edificio donde el expresidente Piñera también tuvo sus oficinas profesionales y de campaña-, donde se instaló el equipo de Matthei y en el que propia candidata trabaja todos los días. Ossa cada vez pasa más tiempo ahí, a metros de la oficina de la Licenciada en Economía.

Desde hace más de un año que el historiador coordina la plataforma programática con cuatro centros de pensamiento vinculados a la derecha: la Fundación Jaime Guzmán, Horizontal, Instituto Libertad e IdeaPaís. Hay unas 300 personas de perfiles técnicos y políticos trabajando, con fuerte presencia de figuras del piñerismo, y el objetivo es llegar a 500. Crearon la Fundación Vivir Seguro, un centro de estudio que aglutina las propuestas y que pretende organizar seminarios, viajes y encuentros programáticos, además del programa de Gobierno. La maquinaria funciona con cuatro comisiones centrales: Seguridad Nacional, Bienestar, Desarrollo, y Bases Institucionales y Presupuestarias.

Sobre las tres derechas –la de Matthei, la de Kast y la de Kayser-, Ossa ha defendido que deben trabajar unidas, pese a las distancias. Como la propia candidata, al menos en esta fase, un liberal como él no parece sentirse incómodo con los llamamientos a la unión. Con la idea de que si Matthei llega al Gobierno necesitará de todo el sector para alcanzar una mayoría –no es el momento político para diferenciarse de los sectores más extremos, parecen pensar–, esta semana Ossa dijo que “es un error que las derechas no asuman que el rival está en la otra vereda”. “Tenemos un muy mal Gobierno de izquierda, que está liderado por el Frente Amplio y el Partido Comunista. Y ante eso, la agrupación de todos los pensamientos de derecha es indispensable para vencerlo”, aseguró.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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