El auge de independientes, ninguna mujer y castigo a los extremos: las claves de la elección de gobernadores en Chile

Los resultados de la segunda vuelta de gobernadores regionales celebrada este domingo, que cerró un cliclo electoral. reafirmaron la tendencia de las elecciones locales de fines de octubre: Chile Vamos, el conglomerado de la derecha tradicional, obtuvo finalmente seis de los 16 cargos, mientras que el Partido Republicano, la formación de la derecha dura de José Antonio Kast, perdió sus dos opciones. Y a pesar de que el Gobierno de Gabriel Boric —según la última encuesta Cadem— cuenta con un apoyo inferior al 30%, la centroizquierda y la izquierda se hicieron de ocho cupos, que se suman a dos independientes apoyados ese sector. A la vez, mantuvo dos de las regiones más pobladas del país: la Región Metropolitana (RM) y la de Valparaíso.

Tras los resultados, una de las conclusiones de analistas como el politólogo Octavio Avendaño es que el escenario de las elecciones presidenciales para el periodo 2026-2030 “está abierto”. “La candidatura de Evelyn Matthei [principal figura de la derecha tradicional] sigue siendo favorita, mientras que ni en la izquierda ni en la centroizquierda se visualiza una figura competitiva”. Pero, agrega, que lo ocurrido en la RM, y en otras regiones del país, “evidencia que existe propensión en el electorado a respaldar opciones de centro o bien alternativas que provengan de la centroizquierda”.

Para Joignant, si bien las elecciones locales arrojaron “una victoria relativa de la derecha”, la segunda vuelta de gobernadores “entregó un empate (un número casi idéntico de regiones para el oficialismo y la oposición) y, a decir verdad, un triunfo para todas las izquierdas” al ganar en dos de las regiones más pobladas de Chile. “Es un resultado que habla por sí solo, sobre todo cuando lo que se buscaba en esta elección era plebiscitar el apoyo o rechazo al gobierno. Vaya error de la derecha opositora”. Y agregó que esto “deja completamente abierto el escenario parlamentario y presidencial del próximo año”.

La despolitización de los candidatos

De las 16 regiones en disputa, la izquierda y la centroizquierda se quedaron con ocho. De ese total, seis candidatos se presentaron como independientes dentro del pacto y sólo dos de los electos son militantes socialistas. Los gobernadores independientes puros, Claudio Orrego de la RM y René Saffirio de la Araucanía, eran apoyados por el oficialismo. La derecha, por su parte, se hizo con seis gobernaciones, y dos de los ganadores son independientes dentro de Chile Vamos. Este escenario es un espejo de lo ocurrido en las elecciones de alcaldes, donde los candidatos independientes puros se dispararon un 26% con respecto a la elección de 2021, alcanzando 675, según el Servicio Electoral.

La política tradicional reconquista a la RM

La principal disputa se produjo en la Región Metropolitana de Santiago (RM) entre el gobernador en ejercicio Claudio Orrego, independiente apoyado por el oficialismo, y Francisco Orrego, militante de Renovación Nacional (RN), sin experiencia en disputas electorales. Claudio Orrego logró mantener la gobernación en gran parte gracias a las comunas con mayor concentración de sectores medios y populares. El hecho de que el militante RN y panelista de Sin Filtros forzara un balotaje, respaldado por los jóvenes desencantados y la derecha, lo posiciona como una nueva figura política con capital suficiente para aspirar a competir en las parlamentarias de 2025.

Solo gobernadores hombres

En las elecciones para elegir gobernadores regionales los 16 candidatos electos fueron hombres. Las cuatro mujeres que habían pasado a segunda vuelta perdieron frente a opciones de los diferentes colores políticos. Esto se suma a los resultados de las municipales de finales de octubre, donde solo 56 de los 345 alcaldes electos fueron mujeres, lo que representa el 16,2% y un descenso del 0,9% respecto a las votaciones anteriores, realizadas en 2021, según datos del Servicio Electoral (Servel). Un análisis del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) arroja la brecha de género en las candidaturas femeninas presentadas para aquellos comicios: la distancia rozó el 25% en las municipales y un 23% en las gobernaciones regionales.

Ningún republicano ni comunista

El partido más a la izquierda y el de más a la derecha se quedaron sin ninguna gobernación. La derrota más fuerte se la llevó el Partido Republicano, que compitió en paralelo a Chile Vamos, con 14 candidatos a gobernadores. Dos de ellos pasaron a segunda vuelta, pero perdieron. En las elecciones de alcaldes, la formación de Kast pasó de no tener ningún alcalde a lograr ocho. En concejales, donde sembró su mayor esfuerzo, pasó de 12 a 233.

La desaparición de la DC

Otro partido que se quedó con las manos vacías es la Democracia Cristiana (DC), una formación de la centroizquierda que no forma parte del oficialismo, y que pasó de tener cuatro gobernaciones a ninguna. “La DC viene experimentando una caída estrepitosa, en el transcurso de los últimos once años. A su debilitamiento organizativo, se agrega la falta de renovación de sus liderazgos, la pérdida de identidad y su incapacidad para definir una propuesta programática de centro”, analiza Avendaño, sobre el partido que alcanzó la presidencia de la República en dos oportunidades desde el retorno a la democracia (1990-2000).