Una foto sospechosa y al menos cuatro secuestros extorsivos: qué hay detrás del crimen de Ronald Ojeda en Chile
La Fiscalía pesquisa las huellas que dejaron los autores del homicidio del disidente venezolano, ocurrido hace tres meses. Uno de los investigados, que residía en Santiago, sacó a su familia del país 30 días antes del secuestro
El martes 21 de mayo se cumplen tres meses desde que el exteniente venezolano Ronald Ojeda, un activo disidente del Gobierno de Nicolás Maduro y refugiado político en Chile, fue secuestrado de madrugada desde su departamento en el piso 14 en el municipio de Independencia, en el sector centro norte de Santiago, por cinco sujetos disfrazados de detectives de la Policía de Investigaciones (PDI). Diez días después, tras una frenética búsqueda, su cuerpo fue hallado sepultado bajo cemento, con señales de tortura, en un asentamiento irregular en Maipú, a unos 23 kilómetros del edificio donde vivía junto a su esposa y a su pequeño hijo. La Fiscalía chilena ha determinado que tras su homicidio, que ha vinculado al Tren de Aragua, hasta ahora el único un móvil posible es político debido al perfil de la víctima, y ha pedido los antecedentes a Caracas de dos de los ocho sospechosos que habrían participado en el delito, Walter Rodríguez Pérez y Maickel Villegas Rodríguez, quienes huyeron de Chile. En el intertanto, en Santiago ha surgido una nueva pista que hace una semana llegó al escritorio del fiscal Héctor Barros: la fotografía del ciudadano venezolano Yolvi González, detenido en abril por el asesinato del carabinero Emmanuel Sánchez, y en la que aparece vestido con el mismo uniforme policial de los secuestradores de Ojeda.
González, de 21 años, fue apresado junto a otros dos sujetos el 11 de abril, un día después del crimen del carabinero Sánchez en la comuna de Quinta Normal, en la zona poniente de Santiago (el cuarto homicida fue hallado en Colombia). Cuando la fiscalía revisó su teléfono móvil, según ha informado Chilevisión, encontró su fotografía vestido como detective de la PDI. La alerta saltó no solo por su atuendo similar al de los captores de Ojeda, sino porque la imagen fue tomada 48 horas antes del secuestro.
Precisamente, una de las varias particularidades del secuestro de Ronald Ojeda, de 32 años, fueron las vestimentas usadas por los autores, las que quedaron registradas en un video del edificio donde vivía mientras era ingresado al ascensor por tres sujetos con uniformes de la PDI. Los captores, si bien se taparon los rostros, también se dejaron grabar por las cámaras. Se suma otro antecedente: desde que este tipo de delitos comenzó a perpetrarse en Chile a partir de 2022, tras el arribo de bandas extranjeras, ha sido el único caso en que han fingido ser policías.
Otras singularidades del caso que fueron convenciendo a la Fiscalía de que el móvil del crimen de Ojeda pudo ser político fueron, por un lado, que no se pidió dinero por el rescate, por lo que se descartó la extorsión. Por otro, que en los secuestros con asesinatos con los que carga el Tren de Aragua en Chile, u otras células emparentadas con la misma banda de origen venezolano, es que no ocultan los cadáveres de sus víctimas, sino que los abandonan en la vía pública. Lo hacen, según ha establecido el Ministerio Público, como una señal de advertencia a quienes no pagan o por la liberación o por las ‘vacunas’, el nombre con que el hampa ha denominado al dinero que se les debe desembolsar por operar en un territorio. Han cobrado montos tanto a comerciantes con negocios legales como a otros delincuentes.
Un motochorro y tres cadáveres
Fue el 11 de abril cuando el fiscal chileno Héctor Barros afirmó a Chilevisión que, tras casi dos meses de investigación, la “única tesis vigente” que le queda sería el móvil político, y que “el secuestro y posterior homicidio del señor Ojeda” se organizó desde Venezuela. En paralelo a esa línea investigativa, en Chile el Ministerio Público continúa indagando otras hebras del caso.
Junto con las pericias que se realizan a la fotografía encontrada en el móvil de Yolvi González, destinadas a comparar si su traje de policía coincide con el que usó el grupo que secuestró a Ojeda, el prontuario en Chile de Walter Rodríguez Pérez, uno de los dos sujetos que han sido identificados, revela sus nexos con el crimen organizado y el Tren de Aragua. En Santiago, Rodríguez es investigado en el caso del secuestro extorsivo y posterior homicidio de tres hombres venezolanos cuyos cadáveres fueron hallados en abril de 2023 a un costado de la Ruta 68 en el municipio de Curacaví, ubicado a unos 46 kilómetros de Santiago. Las víctimas eran buscadas por la policía desde el segundo semestre de 2022, y habrían sido asesinadas porque no se pagó su rescate.
Otra hebra en la indagatoria sobre Rodríguez es un vínuculo con el secuestro extorsivo, ocurrido en abril de 2023 y por cuatro días, del líder de una banda de motochorros venezolanos llamada por la policía El Enjambre por su modus operandi: robaban en grupo teléfonos móviles en Providencia, en la zona oriente de Santiago. El caso fue resuelto en noviembre por el fiscal Barros y Deniss, apodado en el hampa como el hijo de Dios, se fue a Venezuela apenas fue liberado. Pero, antes, en Venezuela pagaron por su rescate unos 120.000 dólares. Todavía no se establece la forma en que se concretó el pago.
Walter Rodríguez estaba regular en Chile, pero según la Fiscalía, cada vez que cometía un delito salía del país en forma irregular, y luego volvía a entrar. Su huella dactilar fue encontrada en un teléfono móvil de Ojeda.
Maickel Villegas también estaba regular en Chile. Pero, a diferencia de Rodríguez, no tenía registros policiales. De hecho, trabajaba en una empresa de envíos en el municipio de San Joaquín, en Santiago. Un antecedente que para la Fiscalía da cuenta de que el crimen de Ronald Ojeda fue planificado con tiempo, es que un mes antes de su secuestro, Villegas sacó a su familia del país.
El móvil político
Ronald Ojeda llegó a Chile a fines de 2017, poco después de fugarse, junto a otros nueve oficiales, desde la cárcel de Ramo Verde, ubicada en Los Teques, a 29 kilómetros de Caracas: estuvo recluido 239 días, bajo una acusación de conspirar contra el Gobierno de Venezuela. “Fui un preso político, fui torturado y amenazado”, dijo en un video en 2022 que él mismo publicó en su cuenta de Instagram. Ese mismo año, obtuvo la calidad de refugiado político en Chile.
El 22 enero, la Fiscalía general de Venezuela dio cuenta de la detención de ocho personas –en la Operación Brazalete blanco– acusadas de atentar contra la vida de Maduro, entre ellas Anyelo Heredia, un exmilitar disidente que era cercano a Ojeda, y que había sido apresado en diciembre en la frontera con Colombia. Entonces fue difundido un video en el que Heredia, que también se había escapado de Ramo Verde pero en 2019, se autoinculpó del plan y mencionó, como parte del grupo, al “teniente Ojeda”. La cinta no da cuenta si la grabación fue en forma voluntaria o no.
Dos días después, el 24, Heredia y Ojeda eran parte de un listado de 33 militares, que difundió el Ministerio del Poder Popular para la Defensa de Venezuela, en el que se informaba de un acto de “degradación y expulsión” de implicados en conspiraciones “mediante la planificación de acciones criminales y terroristas”. El 31 de marzo, Caracol Noticias de Colombia publicó una investigación, titulada La cacería de opositores por parte del régimen de Maduro en Colombia y Chile, en la que señaló que el Gobierno de Venezuela se habría aliado con el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN) y el Tren de Aragua para perseguir a disidentes. Menciona que el foco estuvo en Heredia, Ojeda y Pablo Parada, un líder estudiantil opositor.
Según Caracol Noticias, Heredia y Ojeda formaron parte de un grupo de desertores que en diciembre de 2023 estuvieron en una reunión en Cúcuta. Tras ser descubiertos, mientras Heredia fue detenido, Ojeda habría huido herido a Chile, y habría entrado al país por un paso informal.
El fiscal Barros había mantenido por casi dos meses en reserva el viaje de Ojeda, pero lo ha confirmado el 1 de mayo al canal chileno Mega. El exteniente salió por un paso irregular, pues como refugiado político no podía abandonar Chile. “Efectivamente, hubo un viaje hacia Colombia en diciembre de 2023. De acuerdo a lo que nosotros sabemos, llega hasta Colombia y cruza la frontera hacia Venezuela y tiene esta reunión con Ányelo Heredia y otras personas más”, dijo.
Barros pidió en abril los antecedentes de cinco personas a la Fiscalía de Venezuela, entre ellas Walter Rodríguez, Maickel Villegas y Ányelo Heredia. En contra de Rodríguez y Villegas hay una orden de captura internacional de Interpol.
Hasta ahora hay solo un detenido por el secuestro de Ojeda. Es un joven venezolano de 17 años que reconoció que el 21 de febrero prestó cobertura: estuvo dentro de un automóvil, junto a otro sujeto, frente al edificio donde vivía el exteniente. No ha entregado más antecedentes.
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