Premios con sabor (y sombrero)

El chef Sacha Hormaechea y el Restaurante Latasia, reconocidos como los mejores de la gastronomía madrileña en 2017

El chef Sacha Hormaechea muestra el premio de Acyre que le acredita como el mejor cocinero del año. Acyre

“La gente no puede comprarse el mejor coche del mundo, pero puede comer en el mejor restaurante una vez al año”, sostiene Sacha Hormaechea. El chef ha sido reconocido este martes como el mejor cocinero de Madrid en 2017 por la Asociación de Cocineros y Reposteros (Acyre), que también ha estrenado logo. El propietario de Sacha ha reivindicado la democratización de la cocina, aunque subraya que aún existe un gran desconocimiento: “Comer no es caro”. Además de Hormaechea, en la 46ª edic...

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“La gente no puede comprarse el mejor coche del mundo, pero puede comer en el mejor restaurante una vez al año”, sostiene Sacha Hormaechea. El chef ha sido reconocido este martes como el mejor cocinero de Madrid en 2017 por la Asociación de Cocineros y Reposteros (Acyre), que también ha estrenado logo. El propietario de Sacha ha reivindicado la democratización de la cocina, aunque subraya que aún existe un gran desconocimiento: “Comer no es caro”. Además de Hormaechea, en la 46ª edición de estos premios se han entregado otros 13 galardones. Latasia ha sido reconocido como el mejor restaurante del año y Montse Abella, de Santceloi, como la mejor repostera.

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“Hace 40 años éramos invisibles. A la gente le costaba decir públicamente que era cocinero o que la gastronomía era cultura. Hoy eso ha cambiado”, afirma Hormaechea. En su opinión este premio no es solo suyo, sino de todos sus compañeros. Muchos de ellos han abarrotado este martes la pequeña sala de Platea, el centro gastronómico más grande de Europa, donde se ha celebrado la gala. “Todos los cocineros mejoran el sector cada día”, subraya Hormaechea. Por ellos, y durante unos instantes, se ha quitado el característico sombrero que siempre le acompaña. “Nuestro gran éxito es haber cambiado banderas por jamones y bacalaos. Respetamos las cocinas de todas las regiones porque todas juntas somos una de las mejores del mundo”.

Hormaechea es el propietario de Sacha, un local creado hace 45 años por sus padres. Él lleva las riendas del genuino bistró desde 1985. “Es un sitio muy romántico. Yo ya iba con mi marido hace 40 años”, rememora Estela Villalba. La mujer se ha acercado al chef durante la gala para agradecerle que el negocio conserve sus características originales. Más joven es Lataisa, premiado por Acyre como el mejor restaurante de Madrid en 2017. Los hermanos Hernández abrieron su negocio en mayo de 2016. En sus fogones, Roberto y Sergio funden los sabores de tres culturas: Perú, Singapur y España. “Traducimos nuestras vivencias a los platos, es como realizar un viaje por tres continentes sin salir de Madrid”, destaca Sergio. Sin embargo, huyen de la palabra restaurante: “Somos una casa de comidas. La intención es que nuestros clientes se sientan como en casa”.

Escuela de cocina

“El secreto es disfrutar haciendo nuestro trabajo”, ha recalcado entre aplausos Montse Abella, reconocida como la mejor repostera de Madrid 2017 por Acyre. Abella es la encargada de preparar los exquisitos dulces en el Restaurante Santceloi, en el Paseo de la Castellana. Para ella, la gastronomía no es un trabajo, sino “un estilo de vida”. De ello puede dar cuenta Clara María González de Amezúa, que ha recibido una distinción por su trayectoria profesional. Sin embargo, los inicios no fueron fáciles. Cuando en 1978 abrió Alambique, todos miraron el proyecto con recelo. Aquel local se convirtió con el tiempo en una de las mejores escuelas de cocina de Madrid, por la que han pasado cocineros como Ángel León (Aponiente), Paco Roncero (La terraza del Casino) y Abraham García (Viridiana).

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Uno de los momentos más emotivos de la jornada se ha vivido con el premio honorífico Acyre 2017, otorgado a Juan Pablo Felipe, que no ha podido asistir. El galardón, una piña de cristal a diferencia de la medalla de ediciones anteriores, lo han recogido su hermano Antonio y su primo, el también cocinero Joaquín Felipe Neira. Este último ha destacado al premiado como un chef innovador y ha recordado la mañana que lo despertó, aún de noche, para comprar un atún en Barbate. Juan Pablo Felipe comenzó su carrera en Andalucía y luego se incorporó al Restaurante El Chaflán en Madrid, en el que obtuvo sus mayores logros, como la estrella Michelín en 2002. Entre los premiados también se encuentran el área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid; el presentador Pepe Ribagorda, el grupo Pascual y la ONG Bomberos Sin Fronteras.

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