El ministro de Economía argentino pide a los empresarios que confíen en Milei e inviertan en el país
Luis Caputo tilda a los kirchneristas de “manga de delincuentes y burros”
El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, pidió este miércoles a los empresarios que inviertan en el país. De lo contario, advirtió, “vamos a tardar más en salir”. Lo escuchaban unos 1.000 representantes de las compañías más grandes del país sudamericano, reunidos en la ciudad de Mar del Plata en la 60 edición del coloquio de IDEA. “La economía es la sumatoria de las decisiones individuales, si no podemos convencerlos a ustedes, que son los empresarios más importantes, de que es el momento de invertir, vamos a tardar más en salir. La otra pregunta es cómo no hay más optimismo. Tenemos el gen argentino de que todo siempre sale mal”, dijo Caputo. El ministro viajó 400 kilómetros desde Buenos Aires para destacar los logros económicos del ultraderechista Javier Milei durante los primeros 10 meses de gestión, como la reducción de la inflación y el equilibrio fiscal. Escuchó aplausos cuando dijo que la oposición política, en particular la representada por el kirchnerismo, es “una manga de delincuentes y burros” que no tiene posibilidad alguna de volver al poder. “Su única opción de volver es torpedear [al Gobierno], porque por las buenas no pueden llegar nunca”, insistió.
El Gobierno de Milei mantiene un pulso con la oposición por su decisión de vetar una ley de financiamiento universitario aprobada por el Congreso, donde está en minoría. También por anular otra norma que establecía una subida de las jubilaciones. Milei las vetó con el argumento de que ponían en riesgo el equilibrio fiscal que logró tras un durísimo ajuste. Su intransigencia lastra poco a poco su popularidad, que por primera vez desde diciembre es más negativa y que positiva, aunque todavía se mantiene en valores altos, en torno al 40%. En la Casa Rosada están convencidos de que el kirchnerismo torpedea al Gobierno con leyes que atentan contra su programa de achique del Estado Este miércoles, Caputo anunció en IDEA que en septiembre se había alcanzado un superávit financiero, después de pagar las obligaciones de deuda, del 0,4% del PIB. “Es una primicia que les doy”, dijo, y hubo otra vez aplausos.
El ministro estaba en territorio amigable, pero debió pedir varias veces que confíen en el presidente y su gestión y pongan dinero para reactivar la actividad económica, hoy por los suelos. Según los últimos datos del Indec, la oficina oficial de estadísticas, la construcción cayó en julio un 14,8% interanual y la industria manufacturera un 5,6%. El índice general de la actividad económica, sin embargo, cayó menos, un 1,3%, compensado por las subidas registradas en agricultura (23%) y minería (5,7%). “Estamos en un país que hoy es consecuencia de una decisión política, que tiene superávit comercial, fiscal, energético y en las cuentas públicas, y con un presidente que garantiza que no se va a mover de ese rumbo. ¿Qué mayor certeza podemos darles a ustedes, como empresarios, que esta?” se preguntó. “La garantía la están viendo todos los días. Porque del otro lado, se empiezan a preocupar mucho más que en enero, febrero, marzo, cuando comían pochoclos [palomitas] y decían: ‘Ya se van’. Ahora ven que la inflación baja y baja, que la economía se empieza a recuperar, que el dólar no va a ningún lado. El nivel de desesperación es muy grande porque para la oposición la política no es un servicio público sino un negocio”, agregó, y escuchó otra vez aplausos.
El ambiente general era de aprobación, con una evidente dosis de optimismo desde el propio título de la convocatoria: Si no es ahora, cuándo. “La inversión se produce cuando la macroeconomía está ordenada. Ahora estamos en un proceso de transición de una economía sobre regulada a una desregulada”, celebró Santiago Mignone, presidente de IDEA. Luis Pérez Companc, presidente de un poderoso conglomerado local dedicado a la agroindustria y el sector petrolero, dijo que veía, al fin, “una luz al final del túnel”. “Es un momento bisagra, estamos en el camino, pero no se logrará de la noche a la mañana”, agregó.
No faltaron, con todo, reclamos durante la primera de las tres jornadas del coloquio. Los empresarios abrazan a Milei y su política de ajuste, pero piden al mismo tiempo una bajada de impuestos que haga más competitivas sus exportaciones, una reforma que reduzca el costo laboral y, sobre todo, que se levante el cepo cambiario, como se conocen en Argentina las restricciones que lastran la libre circulación de divisas. Caputo recogió el guante de un tema recurrente y se negó a dar fechas. “Estamos mejor que cuando llegamos. El paso del tiempo va a mejorar las variables y vamos a salir del cepo cuando corresponda y sin que se genere ningún ruido. Acá hay un cambio histórico”, dijo el ministro.
Este jueves, están invitados al coloquio gobernadores que traeran la visión política del poder territorial; el viernes será el cierre con el presidente, Javier Milei. En la edición del año pasado, el ultra era aún candidato. Aunque había ganado las primarias, nadie esperaba demasiado de él. Milei rechazó participar del IDEA, convencido de que eso fortalecía su discurso de “guerra contra la casta” que estructuraba su campaña. Viajó, sin embargo, a Mar del Plata y organizó un encuentro paralelo con empresarios que debieron ausentarse de la cita oficial para un encuentro en un restaurante. Un año después, entrará a IDEA por la puerta grande.
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