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Milei salva por la mínima en el Congreso su veto a la ley de financiamiento universitario

El presidente ultraderechista alcanza los votos necesarios gracias al apoyo del partido del expresidente Mauricio Macri

Diputados durante una sesión en el congreso argentino
Diputados argentinos colocan letreros a favor de la universidad pública en la sesión del Congreso de este miércoles.Juan Ignacio Roncoroni (EFE)
Federico Rivas Molina

Javier Milei ha logrado este miércoles un gran triunfo legislativo. Con el voto de sus 38 diputados propios y el apoyo de otros 35 del Pro, el partido del expresidente Mauricio Macri, el ultraderechista salvó por la mínima en el Congreso su veto a una ley de financiamiento universitario que otorgaba más recursos y una subida de salarios a los profesores. De esa manera, la norma, aprobada hace un mes por una amplia mayoría opositora, fue anulada. El Gobierno sumó 85 votos a favor del veto presidencial, contra 159 de la oposición por mantener la vigencia de la ley, un número insuficiente para alcanzar los dos tercios de los 249 diputados presentes en el momento de la votación. Además del Pro, Milei contó con un puñado de diputados que responden a gobernadores peronistas e incluso cuatro legisladores de la Unión Cívica Radical (UCR), un partido centenario que tiene como bandera la educación superior pública y gratuita. Las ausencias y las abstenciones completaron la estrategia oficial para sostener el veto.

Los diputados de La Libertad Avanza, el partido de Milei, insistieron durante el debate en la necesidad de defender el ajuste fiscal que el presidente lleva adelante desde hace diez meses. También cargaron contra la Universidad de Buenos Aires (UBA), la casa de estudios más importante del país. “¿No será que algunos vivos han inventado el curro [robo] de financiar con los pobres la universidad que se podrían pagar? Yo soy egresado de grado de la universidad pública, cuando graduarse en la Universidad de Buenos Aires era un orgullo y no el kiosco en el cual se ha convertido hoy”, dijo el diputado José Luis Espert, hombre de máxima confianza del presidente. Disparó sobre todo contra la UCR, fuerte en las universidades, y el peronismo kirchnerista.

Antes del inicio de la sesión, el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, advirtió en una carta abierta que el sistema universitario argentino “puede dejar de existir tal cual hoy lo conocemos”. El modelo “gratuito, masivo y de excelencia” de la educación superior en Argentina está, dijo, en riesgo “como nunca antes en la historia democrática” del país. Más tarde, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores de todas las universidades públicas , denunció que “el 70 % de los salarios docentes y no docentes están por debajo de la línea de la pobreza” y que, desde que llegó Milei al poder hace diez meses, “no se invierte en investigación, ciencia y tecnología”.

El presidente ultraderechista firmó el veto en nombre de la reducción de gastos. En principio, acusó a los legisladores de ser “degenerados fiscales” por no explicar de donde saldría el dinero para cubrir los aumentos salariales que establece la ley. Con el correr de los días, radicalizó su discurso para denunciar una supuesta reticencia de las universidades a ser auditadas. Este miércoles, insistió con ese argumento. El reclamo de las universidades, dijo en un evento ante empresarios, “es un eufemismo del curro [robo] de tres o cuatro delincuentes que utilizan una causa noble y la prostituyen para ganar dinero a costa de robárselo a los alumnos y a profesores”. Puso así a la comunidad universitaria dentro de la “casta” que prometió combatir desde la Casa Rosada.

Los aportes estatales a las universidades cayeron un 30% durante los primeros 10 meses de la gestión de Milei. Y la suma destinada al sistema en el presupuesto 2025 es la mitad de la que exigían los rectores. Los salarios de los profesores perdieron frente a la inflación un 23,7% de su poder de compra entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, según la Conadu, una federación de gremios universitarios. En un intento por reducir la resistencia de los docentes, el Gobierno decretó en la víspera de la votación una subida salarial del 6,8%, a pesar de que no llegó aun acuerdo con los sindicatos.

Los gremios universitarios anunciaron minutos después de la ratificación del veto un paro nacional para este jueves. “La voluntad popular ha sido defraudada y la democracia ha cedido al manejo antirepublicano de gobernar por decreto del Gobierno Nacional. Se conformó una alianza política que es incapaz de conmoverse ante el sufrimiento de las grandes mayorías, ante el reclamop de todos los sectores por sostener aquello que es fundamental: la universidad pública, la educación pública”, publicó en un comunicado el Frente Sindical de Universidades Nacionales.

Milei contó en el Congreso con el apoyo del Pro, el partido de Macri, que una vez más salió a rescatarlo en nombre de la gobernabilidad y el equilibrio fiscal. Ya lo había hecho a mediados del mes pasado, cuando dio los votos para que el presidente salvase el veto a una ley que otorgaba un aumento del 8% en los haberes de los jubilados. El jefe de la bancada del Pro en Diputados, Cristian Ritondo, dijo este miércoles en el recinto que al peronismo y a la UCR no les importa la educación universitaria sino “golpear a un Gobierno que tiene debilidad parlamentaria”. “Lo que les importa es intentar que al Gobierno le vaya mal, porque le gusta mucho más ganar las elecciones que a los argentinos les vaya bien”, dijo ante sus pares. El resultado de la votación puso en evidencia que Milei necesita cada vez más del apoyo de Macri para avanzar en su plan de desguace del Estado.

Desde la oposición, en tanto, criticaron las prioridades presupuestarios del Gobierno ultra. Germán Martínez, presidente del bloque de 99 diputados de Unión por la Patria, que responde a Cristina Kirchner, denunció que hay recursos para los servicios de inteligencia pero no para las universidades. “Han llevado el crédito inicial [para los espías] de 65.000 millones de pesos [60 millones de dólares] en 2024 a 350.000 millones de pesos el año que viene”, sostuvo Martínez

Desde el peronismo no kirchnerista también hubo críticas. Miguel Ángel Pichetto, alguna vez kirchnerista y luego candidato a la vicepresidencia de Macri en las elecciones de 2019, fue uno de los más duros. Dijo que el programa económico de Milei, basado en el déficit cero y el fin de la emisión monetaria, “es una sociedad anónima de destrucción masiva”. “Acaban de consolidar el partido de la minoría y del bloqueo. La verdad, no es un escenario que pueda interesar a los inversores”, dijo, en alusión al tercio parlamentario que ha permitido a Milei salvar de la insistencia parlamentaria sus dos vetos. “Están jugando con valores muy sensibles” para los argentinos, como la educación pública.

Hace una semana, 300.000 personas marcharon en Buenos Aires contra el veto de Milei. En abril, otra manifestación a favor de la educación pública reunió a medio millón de personas frente a la Casa Rosada, en una jornada de protestas que se extendió a todo el país. La educación universitaria pública cala en la clase media argentina y es orgullo de una sociedad que todavia la considera la clave de la promoción social.

Habrá que esperar ahora para saber cómo afectará a Milei el veto a la ley de financiamiento universitario. Las últimas encuestas muestran que, por primera vez desde que asumió en diciembre, el ultraderechista tiene más imagen negativa que positiva. Según la consultora Escenarios, la popularidad de Milei cayó en octubre hasta el 42%, 12 puntos menos que su máximo de mayo.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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