La provincia argentina de San Luis pone fin a 40 años de la dinastía de los hermanos Rodríguez Saá

La provincia argentina de San Luis ha puesto fin en las urnas a la dinastía familiar más longeva de la democracia argentina, la de los hermanos Rodríguez Saá. Alberto, de 73 años, y Adolfo, de 75, se han alternado en la gobernación provincial desde 1983 a excepción de breves interregnos de sus delfines: María Alicia Lemme entre 2001 y 2003 y Claudio Poggi entre 2011 y 2015. Este último, ahora distanciado del oficialismo peronista y candidato de la alianza opositora Juntos por el Cambio, fue el vencedor de las elecciones a gobernador del domingo con el 53,2% de los votos. La amplia coalición encabezada por Poggi obtuvo una ventaja de más de siete puntos frente al peronista Jorge Fernández.

San Luis, en el centro de Argentina, es una provincia relativamente pequeña para los parámetros argentinos: ocupa 76.748 kilómetros cuadrados, habitados por cerca de medio millón de personas. A lo largo de las últimas cuatro décadas, el dominio territorial de los Rodríguez Saá ha sido tan indiscutido que ese apellido y San Luis llegaron a ser sinónimos.

Adolfo fue gobernador durante cinco mandatos consecutivos, de 1983 a 2001, y llegó incluso a ser presidente de la República durante siete días en diciembre de 2001, cuando estalló la crisis del corralito. Lo sucedió, entre 2003 y 2011, y desde 2015 hasta la actualidad, su hermano Alberto. Las raíces políticas del poderoso clan familiar se remontan a mucho más lejos. Ya uno de sus antecesores, Juan Saá, fue gobernador en 1860.

Poggi, contador de 59 años que asumirá la gobernación puntana a partir de diciembre, creció a la sombra de los hermanos. Entre 2001 y 2011 fue ministro de Economía provincial, de Obras Públicas, de Turismo y jefe de Gabinete. Convertido en su hombre de confianza, en 2011 peleó y ganó la gobernación para el oficialismo peronista. Cuatro años después, volvió a ceder el trono a Alberto Rodríguez Saá.

Poggi ha repetido esta vez la hazaña desde la vereda de enfrente, con Cambia San Luis. Su triunfo ha sido celebrado a nivel nacional por referentes presidenciables como el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y su rival interna Patricia Bullrich, exministra de Seguridad. A través de sus redes sociales, ambos calificaron de histórica la victoria de Poggi en las urnas, un adjetivo elegido también por el expresidente Mauricio Macri.

Detrás del cambio político está la voluntad de pasar página de la población de San Luis, golpeada por el deterioro económico que afecta a todo el país. Aún así, ha sido clave también la feroz pelea entre los hermanos Rodríguez Saá, que ha debilitado su poder. La disputa se remonta a 2019, cuando Adolfo fue expulsado del Partido Justicialista y decidió enfrentarse a su hermano en las elecciones provinciales. Sin el respaldo del peronismo, quedó tercero, por detrás de Alberto, que fue reelecto, y de Poggi, segundo.

Cuatro años más tarde, Alberto no podía aspirar a una segunda reelección consecutiva e impulsó la candidatura de Jorge Fernández. Adolfo renunció a presentarse de nuevo por fuera del Partido Justicialista y optó por respaldar a Poggi, que ha ganado con más de la mitad de los votos.

“Los últimos 8 años del gobernador fueron muy malos. Pasamos de tener un tercio de la pobreza nacional cuando terminé mi mandato en 2015 a estar por encima del índice de pobreza nacional. Nunca hemos estado tan mal en San Luis. Los ciudadanos lo están padeciendo”, declaró el gobernador electo al hacer balance sobre la gestión de Alberto Rodríguez Saá. En clave electoral nacional, Poggi anunció su preferencia por Rodríguez Larreta como candidato a la presidencia.

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