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El peronismo se impacienta ante la indefinición de la estrategia electoral

Los intentos por lograr una candidatura de unidad en el gobernante Frente de Todos no prosperan

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Plaza de Mayo el pasado 25 de mayo.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Plaza de Mayo el pasado 25 de mayo.LUIS ROBAYO (AFP)

Todas las miradas en Argentina están puestas en Cristina Fernández de Kirchner. La vicepresidenta se ha apeado de la carrera a la jefatura de Estado, pero aún así el peronismo aguarda su última palabra antes del inicio de una campaña electoral en la que tendrá enfrente dos grandes rivales: la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio y al ultraliberal Javier Milei. Faltan menos de dos semanas para el cierre de listas y las diferencias internas hacen que crezca la impaciencia y el nerviosismo por la falta de una estrategia definida. Con más de un 70% de imagen negativa, el presidente, Alberto Fernández, renunció a presentarse a la relección por el gobernante Frente de Todos (FdT). Aún así, retiene poder suficiente para no dar su brazo a torcer ante quienes lo presionan para imponer una candidatura única que evite que el liderazgo del FdT se dirima en las primarias del próximo 13 de agosto. Allí saldrán los candidatos que disputarán las elecciones presidenciales a finales de octubre.

Los gobernadores peronistas, pieza clave del poder territorial en las provincias, solicitaron el miércoles pasado una lista de unidad de carácter federal. “No podemos distraer esfuerzos en discusiones estériles que solo conducen a divisiones”, advirtieron en un documento los trece dirigentes provinciales del FdT reunidos en el Consejo federal de inversiones. El mensaje reforzaba el deseo expresado antes por el entorno de Kirchner y por el ministro de Economía, Sergio Massa.

Ni el presidente ni el precandidato más cercano a él, Daniel Scioli, se dieron por enterados. A modo de respuesta, Scioli lanzó un spot electoral en el que se remonta a su pasado como campeón mundial de motonáutica para destacar su capacidad de conducción en condiciones difíciles. “Hoy nuestro país está justamente así, navegando en un mar embravecido y peligroso, y el camino es encarar, avanzar y ganar”, dice el embajador argentino en Brasil en la propaganda, en la que se muestra al lado de Néstor Kirchner cuando asumieron como presidente y vicepresidente en 2003.

Las pretensiones de Scioli sacan de quicio a Massa, dirigente de una de las tres corrientes que conviven en el FdT. Sus aspiraciones presidenciales están atadas a que logre mantener a raya la difícil situación económica del país, con una inflación récord en tres décadas y escasez de divisas por la sequía histórica de la última campaña agrícola. Cualquier disputa interna resta energías para concentrarse en ese objetivo y será posiblemente castigada en las urnas.

“Está harto”, advirtió días atrás la presidenta de la Cámara de Diputados, la massista Cecilia Moreau. El fin de semana, sin embargo, Massa se mostró dispuesto a presentar batalla. “Lo mejor para Argentina y para el FdT es la unidad, pero si se decide que haya PASO [primarias abiertas simultáneas y obligatorias], anótennos. Vamos a estar poniendo lo mejor de nosotros y buscando los mejores acuerdos”, aseguró Massa en el cierre del congreso del Frente Renovador.

El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, es otro de los aspirantes a competir en las primarias del peronismo. Este fin de semana anticipó que sólo retirará su candidatura si queda rezagado en las encuestas. Ahí radica el problema del Frente de Todos: ninguno de los nombres que se barajan mide más de 20 puntos en forma individual. “No hay nadie que pueda concentrar las expectativas mayoritarias del conjunto”, declaró Rossi al mostrarse a favor de que el postulante del FdT se defina en primarias.

Falta que Kirchner muestre sus cartas. La jugadora con mayor peso político en el peronismo fue la artífice de la candidatura presidencial de Alberto Fernández cuatro años atrás con la que el FdT derrotó a Mauricio Macri. Pero ya en el Gobierno, la relación entre Kirchner y Fernández se deterioró hasta el punto de dejar de hablarse. El entorno kirchnerista ha postulado al ministro del Interior, Wado de Pedro, como candidato, sin explicitar en ese caso quién sería su compañero de fórmula. La decisión final se conocerá esta semana, o como muy tarde la próxima.

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