Agustín Rossi, jefe de Gabinete de Argentina: “Cristina Kirchner está proscripta”

Agustín Rossi (Vera, 63 años) fue ministro de Defensa de Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Hace poco más de diez días, dejó la dirección de la Agencia Federal de Inteligencia para ser jefe de Gabinete de Ministros. Su nombramiento pareció inevitable: tiene diálogo tanto con el presidente como su vice, un binomio que hoy de tan peleado no se habla. Rossi tiene un arduo trabajo por delante: llega al cargo cuando al Gobierno peronista le quedan solo nueve meses de mandato y debe enfrentar elecciones lastrado por las peleas intestinas y la crisis económica.

Pregunta. Alberto Fernández entra en su último año de Gobierno. ¿Qué balance hace de lo hecho desde 2019?

Respuesta. Creo que es un muy buen Gobierno, con un montón de objetivos que se han cumplido. En materia económica tenemos la problemática del vaso medio lleno y medio vacío. En el vaso medio lleno está el nivel de ocupación. Encontramos el país con un 12% de desempleo y hoy estamos entre el 6 y el 7%. Además hemos crecido arriba del 10% en 2021, alrededor del 5% en 2022 y seguiremos creciendo, aunque menos, en 2023. Completamos un trienio de crecimiento económico, que hace muchísimos años que no se daba. En el debe está la inflación y, debido a esto, la caída del poder adquisitivo de los salarios.

P. ¿Por qué Argentina no puede con la inflación?

R. No es un fenómeno monocausal. Recibimos el país con un 54% de inflación y con inercia inflacionaria. Tenemos además una economía bimonetaria. Cuando crecemos, la demanda de importaciones es cada vez es más alta. Además, en 2022, la guerra en Ucrania nos generó un gran aumento en el valor de las importaciones de energía. Todo eso genera impacto en la balanza comercial y en las reservas. Cuando tenés un impacto en las reservas, el mercado empieza a pensar que habrá devaluación y se deterioran las expectativas. Y en 2020 inyectamos una cantidad de pesos en el mercado, con actividad económica cero.

P. ¿Qué le pidieron al ministro de Economía, Sergio Massa, cuando asumió?

R. Alejar la expectativa devaluatoria con la recomposición de las reservas, con recetas creativas. Tuvimos buenos índices en octubre, noviembre y diciembre y, como todas estas cosas, hay situaciones que no nos permitieron seguir en ese camino, como la sequía [que impacta en el ingreso de divisas producto de las exportaciones agropecuarias].

P. ¿Los sorprendió el 6% de inflación registrado en enero?

P. No nos gustó. El ministro Massa dijo que le daba bronca ese índice. Pero como decían nuestras abuelas “un tropezón no es caída”.

P. La oposición dice que este Gobierno deja una bomba de tiempo. ¿Qué les responde?

R. La oposición en Argentina debería aprender a ser un poco más moderada y que esa moderación venga de su propia responsabilidad. No nació de un repollo, estuvo gobernando hasta hace tres años. Si viene un candidato de Cambiemos y me dice que Argentina debe crecer diez años, le digo que gobernó cuatro años y que en tres hubo recesión.

P. ¿La pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner no empeoró aún más la situación económica?

R. Definitivamente, no. Lo que ha sucedido en Argentina es una mutación del sistema político. Hace 40 años, recuperamos la democracia a partir de dos partidos políticos: la Unión Cívica Radical [UCR] y el PJ [Partido Justicialista – peronismo]. Ahora, en cambio, tenemos dos coaliciones políticas. Y las coaliciones no se hacen entre quienes piensan igual sino entre quienes piensan parecido. Eso genera tensiones y debates. Tanto la coalición oficialista como la opositora tienen debates y muchas veces a cielo abierto. No creo que eso haya generado ningún tipo de tensión sobre la cuestión económica. Aquí hay dos coaliciones que dan estabilidad al sistema político.

P. ¿Cuáles son las diferencias hacia adentro del peronismo? Una creería que Fernández y Kirchner piensan parecido en muchas cosas.

R. Tuvimos diferentes miradas que tienen que ver con la velocidad con las cuales transita la política y se toman las decisiones económicas. Hubo una diferencia muy marcada alrededor del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que no está exenta de la disputa por el poder, porque también hay una cuestión de liderazgos.

P. ¿Sabe lo que quiere Cristina Kirchner?

R. No soy su vocero. Hablo con ella, pero lo que hablo con ella no lo comento. Está claro que ha tenido un rol importantísimo en la articulación de este espacio político. En 2015 y 2017 ese espacio que llamamos peronismo era un archipiélago. Entre 2015 y 2017 fuimos acercando posiciones. En el momento en que Cristina dice que no será candidata y que acompañará a Alberto Fernández como vice unifica todas las corrientes. Eso fue decisivo en el triunfo de las elecciones de 2019. Sigo pensando que con la unidad no alcanza, pero sin la unidad no se puede.

P. ¿Por qué el “no voy a ser candidata” que Kirchner anunció en diciembre no tuvo un efecto unificador?

R. En 2019, Cristina decide diseñar la arquitectura de la coalición y su formación. Hoy, la sentencia contra Cristina [a seis años de prisión e inhabilitación por corrupción] tiene efectos proscriptivos y, por lo tanto, Cristina está proscripta.

P. Pero hasta que la sentencia no este firme en la Corte Suprema nada impide a Kirchner ser candidata...

R. Uno tiene que saber con qué bueyes ara. Ya vimos lo que fue la experiencia de Lula. Fue salteando los impedimentos para ser candidato hasta que hubo una sentencia que lo privó de su libertad. El PT tuvo que apelar a un plan B con [Fernando] Haddad como candidato y terminó ganando [Jair] Bolsonaro. Lo que hace Cristina es no prestarse a que le aceleren los tiempos procesales y lo que hoy es una sentencia en primera instancia se convierta en una sentencia definitiva que perjudique a todo el espacio político.

P. ¿El peronismo se unirá detrás del candidato que surja de las primarias para las presidenciales de octubre?

R. Sin duda. Sabemos que podemos tener diferencias, pero las diferencias con los otros son mayores que las que tenemos entre nosotros. Hay además una problemática: así como hay un componente liberal democrático dentro de Juntos por Cambio, también hay un componente fascista. Que la presidenta del principal partido de la oposición [Patricia Bullrich, del PRO, el partido de Mauricio Macri], no haya condenado el intento de asesinato contra Cristina es una preocupación.

P. ¿Le temen al surgimiento de figuras extremas como Javier Milei?

R. La palabra no es temor, porque yo creo en el reservorio democrático de este pueblo. Si no fuese así, chicos que no vivieron ni la dictadura ni la primavera democrática no se hubiesen emocionado con la película Argentina, 1985 [que rescata el juicio a los jerarcas de la dictadura]. Pero el crecimiento de agrupaciones de derecha extremistas y violentas es un hecho que se puede dar en Argentina y ya se está dando en el resto del mundo.

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