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80 asesinatos en tres días: las matanzas vuelven a atemorizar a Ecuador

Las recientes masacres han vuelto a centrar la atención en la estrategia del Gobierno de Daniel Noboa para combatir la violencia

Violencia en Ecuador
Un transeúnte camina frente a un edificio durante una redada policial, el 26 de marzo en Guayaquil.Santiago Arcos (Reuters)

Cinco jóvenes menores de 21 años fueron masacrados a tiros el pasado viernes en la pequeña comunidad pesquera de Puerto López, que está ubicada a 500 kilómetros de Quito, la capital ecuatoriana. Al día siguiente, en el barrio del Guasmo en Guayaquil, otros 10 hombres fueron acribillados cuando jugaban un partido de voleibol. Los muertos se vuelven a contar por decenas en Ecuador, donde se registraron 80 crímenes violentos en solo tres días.

La serie de matanzas que estremecieron al país inició la madrugada del Viernes Santo, cuando una veintena de hombres armados ingresó violentamente al hotel donde se hospedaba un grupo de seis jóvenes y cinco niños. Eran turistas que querían divertirse por el feriado de Semana Santa. Un día antes, habían alquilado un carro y en dos motos emprendieron el viaje desde Pedro Carbo, una localidad que está a dos horas de Puerto López. Los sujetos secuestraron a los 11, incluidos los niños, que después fueron abandonados en una ciudad cercana de ahí. Llevaron a los seis jóvenes a unos matorrales y les dispararon. Solo uno de ellos sobrevivió.

“Este grupo armado creyó que se trataban de miembros de otra banda y por eso los mataron”, dice una fuente de Inteligencia de la Policía. La banda criminal que opera en el sector es de Los Choneros y es el tercer caso que ocurre en menos de un año. Acribillan a cualquier persona desconocida que llega a Puerto López y que ellos consideran sospechosa. Así reinan en medio del abandono y la impunidad. Sobre este caso la Policía ha logrado detener a dos personas a las que se les decomisaron armas, municiones y teléfonos móviles.

Puerto López es un pueblo que está a orillas del mar, conocido por tener el puerto donde se embarcan miles de turistas cada año para ver a las ballenas jorobadas que nadan desde el sur del continente hasta esa costa para aparearse. La mayoría de la población se dedicaba a la pesca y al turismo, pero muchos han abandonado las redes debido a las extorsiones y amenazas a las que son sometidos permanentemente. “Nosotros vimos crecer a estos chicos que ahora son los que nos tienen en esta situación de terror”, dice una habitante de Puerto López.

Jóvenes detenidos tras una operación de policía y ejército en el barrio Socio Vivienda de Guayaquil, el 26 de marzo.
Jóvenes detenidos tras una operación de policía y ejército en el barrio Socio Vivienda de Guayaquil, el 26 de marzo.Santiago Arcos (Reuters)

La segunda masacre ocurrió la noche del sábado en el barrio Guasmo Sur de Guayaquil. Como es común en un fin de semana, los moradores cerraron la calle, instalaron una red en medio, sujetada desde las ventanas de las casas, y delimitaron la cancha para empezar el partido de voleibol. Mientras los equipos disputaban el juego, los niños corrían alrededor, y los que estaban atentos al juego, aplaudían y alentaban a los jugadores. Un partido de voleibol o de fútbol en la calle motiva a la gente a salir del encierro de sus casas, les da una sensación de seguridad, de que nada podría pasar. Ese era el ambiente hasta que llegaron dos gatilleros con fusiles AK47 de origen ruso y dispararon en ráfaga contra todos. 10 hombres murieron y otros nueve están heridos debatiéndose entre la vida y la muerte en los hospitales.

En medio de estas dos masacres, otras 65 personas fueron asesinadas en el país en tres días. Las matanzas se concentraron en las provincias de Manabí y Guayas, donde murieron 45 personas. “No podemos hablar de una contención fallida porque en un fin de semana aumentaron las muertes violentas”, dijo Mónica Palencia, ministra de Gobierno. Pero el repunte de la violencia comenzó hace dos semanas, después de una aparente contención tras los operativos militares, que se ejecutaron debido a un estado de excepción que permitió que las Fuerzas Armadas estén en las calles. La medida se tomó tras registrarse 201 crímenes en los primeros siete días de 2024. Fue la semana más violenta del año.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha reaccionado este lunes con el mismo discurso de siempre. “Nunca vamos a ceder ante la delincuencia y el crimen organizado”, dijo en el cierre de un túnel construido por los presos de la cárcel de Turi, en Cuenca, que servía para esconder armas y municiones. “Podrán seguir amenazándome todos los días, yo no voy a parar, así mismo esas amenazas serán devueltas con acciones contundentes”, continuó, pero no dijo cuáles serán esas acciones contundentes, a las que solo llaman Plan Fénix.

La ministra Palencia se refirió a un nuevo programa en el que pretenden trabajar articuladamente con los municipios, que enfrentan la problemática de pagos atrasados del Gobierno y que en muchos casos no tienen para financiar las obras básicas en sus ciudades. El anuncio del nuevo programa ocurre cuando el estado de excepción está próximo a terminar. Los militares deberán regresar a los cuarteles el 8 de abril y las calles serán responsabilidad nuevamente de la Policía.

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