Sudamérica: cada vez más seca, más caliente y más inflamable
Hay tres regiones donde estas condiciones están por encima del promedio: el norte del Amazonas, el Gran Chaco y la cuenca de Maracaibo, según un estudio publicado en ‘Communications Earth and Environment’
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Hace poco, Sudamérica estaba en llamas. Los incendios forestales que sumaban 409.099 para septiembre de este año, según el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales (INPE), dejaron tras de sí un reguero de cenizas y un pico de emisiones que potencian el cambio climático. En lo que va del año, dicen datos de Copernicus, Brasil generó más de 180 megatoneladas de dióxido de carbono, mientras la cifra para países como Bolivia es de 30. No se trata de algo anecdótico. Lo que hemos visto y escuchado también fue confirmado por un estudio científico, publicado en Communications Earth and Environment, que desde su mismo título advierte que “Sudamérica es cada vez más cálida, seca e inflamable”.
El subcontinente en general ha tenido un aumento de temperatura similar a la trayectoria global. Sin embargo, hay tres regiones a las que los investigadores les pusieron la lupa porque ya había señales de que estaban viviendo sequías, altas temperaturas y temporadas de incendios más pronunciadas: el Gran Chaco, el norte de la Amazonia y la cuenca de Maracaibo. Se trata de zonas que, o bien han sufrido grandes cambios en el uso del suelo, o han tenido pérdidas masivas de lluvias en las últimas décadas.
“Mientras en El Chaco y en la cuenca de Maracaibo estas condiciones se explican, en principio, porque han sido muy intervenidas”, comenta Raúl R. Cordero, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Santiago de Chile, en la Amazonia las mismas partículas generadas por los incendios hacen que haya poca nubosidad y, por ende, llueva poco, generando una suerte de círculo vicioso.
Es más, según encontró el estudio, en estas tres zonas de Sudamérica, el número de días al año que cumplen esas condiciones meteorológicas extremas (sequía, calidez e inflamabilidad), es tres veces superior al resto del subcontinente. Otra forma de entender este resultado de la investigación – que analizó las condiciones de todos los días del año entre 1971 y 2022 -, es que mientras el número de días al año que cumplen estas tres condiciones a nivel del subcontinente es menos de 20, en el Gran Chaco, la cuenca de Maracaibo y el norte de la Amazonia aumenta a 70 días al año.
“Encontramos que estos patrones tienen una fuerte correlación con el fenómeno de La Niña y El Niño”, también asegura Cordero. “La cuenca del Amazonas tiende a ser más seca durante El Niño, mientras sucede lo contrario con el Chaco”. Por eso, este año - sospecha - fue tan catastrófico para la región. La transición entre El Niño y La Niña ha puesto las condiciones para que las dos regiones sean inflamables al mismo tiempo.
Pero lo anterior no explica por sí solo por qué la región está más cálida, más seca y más inflamable. Detrás de la predisposición a las altas temperaturas y a estas condiciones, comenta Cordero, está el cambio climático. “Esta crisis es la que, probablemente, lleva a que haya una tendencia al alza en las condiciones que favorecen los incendios catastróficos. Mientras El Niño y La Niña siguen modulando la variabilidad interanual”.
Cordero no solo ha escrito investigaciones sobre los incendios en Sudamérica, sino sobre otros eventos climáticos extremos. A principios de año, junto a sus colegas, publicó un artículo sobre las condiciones que llevan a que Chile sea inflamable, justo cuando se estaban viviendo los mortales incendios en ese país. “Fue una coincidencia, pero ahora tenemos que tener cuidado sobre lo que escribimos”, dice en broma. Y no. No es que él y su grupo de investigación sean una suerte de pitonisos, sino que ya estamos viviendo las consecuencias del cambio climático: unas sobre las que la ciencia lleva varios años advirtiendo.