Best Buddies Colombia rompe paradigmas con la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual
Con más de 800 empleos formales, una escuela de habilidades y el respaldo de más de 100 empresas, esta fundación abre puertas, cambia percepciones y acompaña a cientos de personas con discapacidad intelectual a construir proyectos de vida estables

Hace más de 20 años, Best Buddies Colombia comenzó a trabajar para demostrar que la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual no solo era posible, sino que tenía un impacto transformador en la sociedad. Para las personas con discapacidad intelectual, a quienes llaman Amigos del Alma, significaba la oportunidad de sentirse productivos, parte de la sociedad y capaces de contribuir con la economía de sus hogares. Para sus familias, podía ser un ingreso adicional y la ocasión para que la madre o el padre dejara de ejercer como cuidador. Para las empresas, era la posibilidad de aprovechar ese talento.
“Colombia pierde entre el 5,3% y el 6,9% de su producto interno bruto por no darle empleo a la población con discapacidad”, dice Alejandra Arenas, la abogada que lidera la organización desde hace 11 años y quien encontró en la fundación la manera de transformar el dolor por la pérdida de sus tres hijos con discapacidad en su propósito de vida.
La apuesta era innovadora incluso frente a los objetivos fundacionales de la casa matriz de Best Buddies, en Estados Unidos. “Todos los programas en el mundo (la fundación está en más de 50 países) comienzan con un programa de amistades, que se basa en voluntariados para ayudar a desarrollar habilidades sociales a través de la interacción”, explica Arenas. En Colombia, Bernardo Vargas y Olga Lucía Lacouture, la pareja que trajo la iniciativa al país en 2003, se plantearon un objetivo más ambicioso: prepararlos para asumir responsabilidades con autonomía. Para los Amigos del Alma, ese cambio ha tenido un impacto enorme. “Nos han dicho ‘ya me curé’. Aunque esta no es una enfermedad de la que se tengan que curar, lo dicen porque se sienten iguales a los demás, se sienten valorados”, relata Arenas.
El exitoso modelo combina formación, seguimiento y alianzas. En su escuela de habilidades, los Amigos del Alma fortalecen aspectos esenciales para la vida laboral: comunicación, manejo del tiempo, resolución de tareas, trabajo en equipo. Allí se preparan para alcanzar la independencia. Luego viene la inclusión laboral, a través de preparadores que trabajan directamente con las empresas. “El preparador es como la silla de ruedas de los Amigos del Alma en sus trabajos”, explica Arenas. Su labor consiste en adaptar tareas, diseñar rutinas claras y acompañar a los equipos para que la vinculación sea sostenible. Aquí nada es simbólico: cada cargo responde a necesidades reales de las empresas y aporta valor a su funcionamiento.

Actualmente, la fundación trabaja en alianza con más de 100 empresas, entre ellas Homecenter, Juan Valdez, El Corral y otras ocho compañías del Grupo Nutresa, D1, Ramo y Oxxo, que actualmente tienen vinculados formalmente a cerca de 800 Amigos del Alma. En 20 años, se han generado 2.200 empleos en distintas regiones del país, desde San Andrés hasta Nariño.
Llegar a ese hito no ha sido fácil. “Al principio había que empezar por romper el estigma y, a veces incluso, explicar que la discapacidad no era una enfermedad”, recuerda Arenas. La primera empresa en apostar por el programa fue Alkosto. “Vimos una oportunidad sencilla, pero poderosa, de generar empleo real para personas a quienes su discapacidad intelectual les había cerrado puertas”, afirma María Isabel Morcillo, directora de Selección y Desarrollo de la compañía. Para los Amigos del Alma, en mayoría de los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, representó la inesperada expectativa de poderse pensionar o de aportar para la compra familiar. Para Alkosto, comenzó una transformación positiva de la cultura de la organización. “Ahora tenemos equipos más solidarios, ambientes más respetuosos y mayor sentido de pertenencia”, agrega Morcillo.
Por los cambios que significaba el proceso para el marco laboral, otra pieza clave fue el acompañamiento del equipo de abogados de Posse Herrera Ruiz, que desde hace más de dos décadas le apostaron a trabajar con la fundación y las empresas aliadas para garantizar seguridad y claridad en los procesos. Diseñaron modelos contractuales viables, orientaron sobre ajustes razonables, resolvieron inquietudes legales y acompañaron situaciones complejas. “Nuestro papel es generar confianza para que las empresas den el paso y lo mantengan”, dice Mariana Posse, socia fundadora de esa firma.
Este 2025, el bufete apoyó a la fundación en su labor de pedagogía sobre uno de los cambios que introdujo la nueva reforma laboral: el carácter obligatorio para las empresas de contratar a personas con discapacidad, un paso clave en la tarea que venía desarrollando Best Buddies.
Para Arenas, el reto continúa. “Nuestro sueño es abrirles oportunidades a los Amigos del Alma que no se pueden transportar solos, los que no tienen lenguaje y los que tienen un espectro autista más pronunciado. Estamos trabajando en un proyecto para ello”, explica. Está convencida de que la inclusión laboral no es un costo, sino una ventaja competitiva para las empresas y la sociedad.
La dimensión del impacto de Best Buddies Colombia se refleja en experiencias como la de Genar Güell Reales, quien llegó a la fundación hace 10 años y desde hace 7 es auxiliar de comedor en la cadena de restaurantes El Corral, en Barranquilla. “Antes de conocer la fundación me sentía triste e impotente”, recuerda. Y enumera todo lo que le ha traído tener un trabajo estable: “Sentir tranquilidad, sacar a mi familia adelante, tener un proyecto de vida propio. Antes era muy tímido. Ahora converso con todas las personas. Ya estoy muy independiente”, dice quien ya cursa el décimo semestre de derecho en la Universidad Rafael Núñez y paga sus estudios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Kast cierra su campaña volcado en la inseguridad y Jara llama a no votar nulo
¿Quién manda en México?
Los precios de hoteles en Ciudad de México se disparan hasta 961% rumbo al Mundial
Los insultos de la trama a Ábalos tras comprarle un chalé para su disfrute: “Hijoputa el putero. Ha sido pillar la casa y le ha dado al botoncito”
Lo más visto
- Petro propone un gobierno de transición y una amnistía general en Venezuela ante una posible agresión de Estados Unidos
- Petro sospecha que los cuerpos hallados en las playas de Colombia son de “lancheros bombardeados en el mar Caribe”
- En lancha y con ayuda de EE UU: María Corina Machado huyó de Venezuela hasta la isla de Curazao
- El colombiano que estuvo preso en El Salvador por órdenes de Trump: “Ser torturado por cuatro meses siendo inocente es una pesadilla”
- Estados Unidos sanciona a varias empresas y ciudadanos colombianos por reclutar a mercenarios para la guerra de Sudán









































