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El Consejo de Estado anula el nombramiento de Leopoldo Múnera como rector de la Universidad Nacional

La sección quinta señala que el Consejo Superior carecía de facultades para revertir la designación previa de José Ismael Peña

El nombramiento del rector de la Universidad Nacional de Colombia, Leopoldo Múnera, ha quedado sin efecto en la tarde de este jueves. El Consejo de Estado ha considerado que el Consejo Superior Universitario (CSU) no tenía facultades para revertir, en junio de 2024, la designación de José Ismael Peña que había realizado unas semanas antes. “Su competencia ya se había agotado (...) Estando culminada la actuación, no era posible corregirla, menos retomarla”, se lee en el fallo. Ha subrayado que, para ese momento, la justicia era el único sitio en el que podía cuestionarse la legitimidad de la elección de Peña. La decisión no es apelable y es de efecto inmediato.

La designación del rector mantuvo paralizada a la principal universidad pública del país durante la primera mitad del año pasado. Múnera, un politólogo y abogado de izquierdas, era el favorito de los estudiantes y ganó una consulta no vinculante con la comunidad universitaria en febrero. Sin embargo, en marzo, el CSU designó a Peña por cinco votos contra tres de Múnera. El Gobierno de Gustavo Petro, que preside el órgano colegiado y tiene tres representantes, desconoció la legitimidad de esa elección: su ministra de Educación del momento, Aurora Vergara, se negó a firmar el acta.

Peña tomó posesión de todas formas ante un notario. Los estudiantes, por su parte, convocaron un paro que duró más de dos meses. Después, en junio, cambió el balance de fuerzas con la elección de una nueva representante estudiantil. El CSU se reunió, anuló la designación de Peña y nombró a Múnera. Esa última decisión es la que los magistrados han anulado este jueves.

La sentencia del Consejo de Estado de este viernes cita un fallo de septiembre en el que dictaminó que el nombramiento de Peña en marzo de 2024 había sido legal. Allí, no consideró relevante que la entonces ministra de Educación y presidenta del CSU se hubiera negado a firmar el acta de esa primera elección. Según el tribunal, la decisión tuvo “un carácter definitivo” desde el momento de su aprobación por cinco votos contra tres. “La ausencia de dicha suscripción [de la ministra] no implica la inexistencia del acto”, se lee en el extracto citado.

Con esto en cuenta, el fallo de este jueves añadió que la designación de Múnera fue ilegal porque el máximo órgano universitario ya había agotado su competencia cuando nombró a Peña. “El Consejo Superior no podía adoptar determinación alguna en forma posterior (...) ni abrogarse la facultad de corregir una actuación ya concluida”, señala el fallo. La designación de Peña, considera, “estaba amparada por la presunción de legalidad” hasta que la justicia dijera lo contrario.

Múnera no se ha pronunciado tras conocerse la sentencia. Peña, en tanto, ha señalado que estará al frente de la rectoría en tres días, cuando la sentencia quede en firme. “Vamos a tratar de buscar unos acuerdos de comunicación y, si es posible, hacer un proceso de reconciliación entre todos”, declaró al periódico El Tiempo.

Cercanía con los estudiantes

El rector saliente, que trabaja en la Nacional desde los ochenta, es el favorito de los estudiantes desde hace años: ganó otra consulta en 2012, pero el CSU no lo designó. Los jóvenes lo aprecian por su participación en luchas estudiantiles y su promesa de democratizar la toma de decisiones. “Yo sé que ha luchado conmigo y mis compañeres para exigir recursos y que la Universidad sea una institución democrática con un proyecto de país”, comentó un estudiante a este periódico en febrero de 2024. Para ellos, Peña representa todo lo contrario: el continuismo de un grupo directivo de las facultades de Ciencias y de Ingeniería que ha estado a cargo de las últimas rectorías y que ha otrogado un sinnúmero de contratos a empresas privadas para manejar servicios universitarios.

Peña, que fue vicerrector de la sede Bogotá en la gestión anterior, señalaba que la consulta a la comunidad académica no era vinculante y que era el Consejo Superior el que tomaba la decisión con base a criterios que incluyen la hoja de vida y las propuestas. “El Consejo Superior me designa a mí como rector. Dar un paso al costado sería entregar la autonomía de la universidad”, dijo a este periódico en abril de 2024, unos días antes de tomar posesión ante un notario. “Sería la primera vez en la historia de la Universidad que por amenazas, o por presión de un Gobierno, un rector renunciara antes de posesionarse”.

La institución, conocida popularmente como la nacho, es una de las casas de estudios más prestigiosas de Colombia. Tiene casi 56.000 estudiantes y 3.000 docentes distribuidos entre su campus central en Bogotá y ocho sedes más a lo largo y ancho del país. Es más pequeña que otras grandes universidades latinoamericanas —la UNAM, en México, tiene 370.000 estudiantes—, pero su tamaño y lugar histórico en la construcción de Colombia como nación hacen que la rectoría no sea un puesto menor en la vida pública del país.

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