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Venezuela
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La libertad de Venezuela pasa por China

Si China le retirara el respaldo a Maduro el régimen terminaría por caer más temprano que tarde. Pero el gigante asiático no está dispuesto a perder los millones de dólares que Venezuela le adeuda

Nicolás Maduro durante un encuentro con pastoras y pastores cristianos en Palacio de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el 23 de diciembre 2024.
Nicolás Maduro durante un encuentro con pastoras y pastores cristianos en Palacio de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el 23 de diciembre 2024.Prensa Presidencia Venezuela

Venezuela y el mundo están en cuenta regresiva hacia el 10 de enero de 2025, fecha en que debería asumir el mando del país sudamericano el presidente electo el pasado 28 de julio. Nicolás Maduro ya hizo llegar invitaciones a países amigos y no tan amigos, esperando que, con su asistencia, los gobiernos terminen por legitimar unas elecciones cuyos resultados oficiales son cuestionables por no decir que completamente falsos. Edmundo González insiste en que esa misma fecha estará en Venezuela asumiendo el mando de un país en bancarrota y venido a menos, pero con la esperanza de que el cambio de rumbo político pueda representar un renacer del que hace más de 30 años era el faro económico de Sudamérica. En el segundo caso, hay un consenso casi a nivel global: los comicios favorecieron a González, pero Maduro se robó dichas elecciones.

Pero, ojo, digo que hay un consenso casi global porque algunos países callan o prefieren no tomar una posición definitiva en torno a los resultados de las pasadas elecciones (ejemplo: Colombia), mientras que otros a los pocos días de las elecciones ya reconocían a Maduro como el ganador. Es el caso de Rusia y China. A ambas potencias les interesa mantener al dictador Maduro en el poder, pero mientas que el primero lo hace dentro de su estrategia global para desestabilizar el planeta y sembrar caos en el mundo democrático, el segundo en realidad necesita a Maduro porque sin él no hay quien le garantice recuperar los millones invertidos (y hasta hoy perdidos) en préstamos y financiamiento de proyectos que o nunca se vieron o nunca se hicieron realidad.

El caso de China es interesante, pues si ese país le retirara el respaldo a Maduro el régimen terminaría por caer más temprano que tarde. Pero el gigante asiático no está dispuesto a perder los 10.000, 30.000 o 60.000 millones de dólares que Venezuela le adeuda y cuyo pago se ha venido dilatando desde la segunda década de este milenio.

Respecto a la cifra, el dato es impreciso porque no existe información oficial al respecto. Investigadores de la Universidad de Harvard llegaron a un cálculo aproximado de 26.000 millones de dólares, sin embargo, otros analistas económicos en Venezuela llevan la cifra hasta los 60.000 millones, al sumar no solo la deuda, sino también una serie de recursos que China facilitó al régimen para desarrollar proyectos ferroviarios, industriales y de infraestructura que nunca se llevaron a cabo. El hecho es que la deuda es gigantesca y, por más petróleo que Venezuela le haga llegar a China a través de embarcaciones dedicadas al mercado de contrabando, el saldo de esta no tiene su pago garantizado si llega a darse un cambio en el mando del país vecino.

La paradoja lleva a la sin salida: Maduro es garantía para China de que algún día volverá el dinero, Edmundo no lo es. Edmundo tiene el apoyo de los Estados Unidos, pero ese país no permitiría que en su eventual gobierno se honre la deuda con China pues sería hacerle un favor a su gran enemigo global. Ahí es donde el presidente Petro acierta cuando habla de las sanciones económicas que paralizan el cambio político al otro lado de la frontera, pues si Estados Unidos no cede, es imposible que algo se mueva allá. La balanza jamás se podrá inclinar hacia la solución democrática.

De ahí que resulte interesante ver el rol de Donald Trump ahora de pelea con Panamá dizque porque el Canal está bajo el control chino. ¿Algo tendrá en mente para liberar a Venezuela, rehén de la China?

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