Fracasa la negociación entre el Gobierno y los taxistas, que convocan un paro

El Gobierno colombiano no ha llegado a un acuerdo con algunos voceros del gremio de taxistas del país, que se han levantado de la mesa de negociación en la que participaban con el Ministerio de Transporte este martes. Los taxistas demandan al Ejecutivo una solución ante el aumento de conductores particulares que prestan servicios de transporte a través de plataformas alternativas. También reclaman por el coste elevado de los combustibles para sus vehículos. Tras retirarse, los transportadores confirmaron la convocatoria a un paro nacional para este miércoles, en las principales ciudades del país, en el que se espera que participen cerca de 20.000 taxistas. En Bogotá se espera que los bloqueos empiecen a las cinco de la mañana. En Medellín, Cali, Ibagué, Santa Marta, Cartagena, Manizales, Tunja y Valledupar también habrá protestas.

A la mesa de negociación, aparte del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, asistieron de manera remota representantes de los Ministerios de Trabajo, Ciencias y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Sin embargo, los voceros de los taxistas alegaron faltas de garantías y pidieron la asistencia de más miembros del gabinete del Gobierno. Al respecto, Reyes dijo: “Aquí hay cuatro ministerios sentados. Pero todo el Estado no puede sentarse so pretexto (sic) de hacer un paro nacional”.

A través de su cuenta de Twitter, el ministro lamentó la postura del gremio de taxistas y reiteró su intención de dialogar. Sin embargo, agregó: “Aceptamos la protesta social y respetuosa, pero no vamos a permitir que mañana se atente contra el interés general de los colombianos con bloqueos. Frente a estos, seguiremos las normas para que no se afecten los derechos de los ciudadanos”. En unas declaraciones posteriores al abandono de la mesa por parte de los taxistas, Reyes agregó: “Frente a los bloqueos vamos a utilizar las normas que nos habilitan a imponer comparendos, inmovilizaciones y a tener grúas y los medios dispuestos para que no se afecten los derechos de los demás”. En la noche de este miércoles, la Policía Nacional puso en marcha un puesto de mando unificado para hacer seguimiento de las manifestaciones de los taxistas.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, también se refirió a las protestas anunciadas. En su cuenta de Twitter usó un tono similar al del ministro Reyes sobre los eventuales bloqueos de las vías: “Mañana Bogotá tendrá otra afectación por protestas contra el Gobierno nacional por el paro de taxistas. Ojalá cumplan movilizaciones pacíficas sin bloqueos al transporte público. Ni los bloqueos ni obstrucciones al derecho al transporte público de las mayorías se permiten”.

La Secretaría de Movilidad de Bogotá ha informado de que hará una vigilancia permanente del flujo de las vías de la ciudad. Además, ha dicho que dispondrá de 1.000 agentes de la Policía de Tránsito, 250 agentes civiles de tránsito y 200 personas de su grupo guía para sugerir desvíos o vías alternas en caso de que la movilidad resulte afectada por la protesta. Los taxistas que han llamado al paro han convocado a quienes van a participar a algunas de las principales entradas de la capital: la calle 80, la calle 13 (enfrente de la sede de la Secretaría de Movilidad) y la autopista norte. Todas estas vías son usadas por miles de personas que viven en los municipios aledaños a la ciudad y que deben llegar a ella para asistir a sus trabajos y lugares de estudio. La convocatoria también ha invitado a bloquear un tramo de la calle 26, la principal vía que lleva al aeropuerto Eldorado.

No todos los taxistas participan en el paro

A la manifestación convocada para este miércoles no se han sumado todos los colectivos de taxistas. Hugo Ospina, presidente de la Asociación de Conductores y Propietarios de Taxis y uno de los miembros de ese gremio más mediáticos del país, se alejó de la convocatoria de este miércoles. En su opinión, el paro para protestar contra el Gobierno nacional tiene fines políticos, ya que, según dice, el control de los vehículos particulares que trabajan como transportadores corresponde a los Gobiernos locales.

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