Germán Umaña: “La apertura de la frontera no depende de un encuentro entre Petro y Maduro”
El ministro de Comercio, Industria y Turismo habla de una recuperación “lenta pero segura” del flujo comercial entre Colombia y Venezuela
Germán Umaña Mendoza (Bogotá, 69 años), el ministro de Comercio, Industria y Turismo en el gabinete de Gustavo Petro, conserva intactos sus modos académicos. “Me siento más cómodo con el título de profesor”, admite sin mayores formalismos en el arranque de esta entrevista concedida en su nuevo despacho. Ingeniero y economista de la Universidad Nacional, siempre se ha mantenido vinculado a su alma mater, en la que ha sido docente y decano de Economía. Defensor de la integración latinoamericana, viene de presidir durante los años más críticos la Cámara Colombo Venezolana, una posición desde la que estuvo muy involucrado en los acercamientos entre Bogotá y Caracas para reabrir plenamente la frontera y reactivar el flujo comercial entre los dos países. “Esta es una recuperación lenta pero segura, estable, y recuperando la legalidad y la institucionalidad”, apunta.
Pregunta. Usted tiene muchos vínculos, familiares y académicos, con la Universidad Nacional, ¿se siente un representante de la universidad pública en el gabinete del presidente Petro?
Respuesta. Mis vínculos con la Universidad Nacional son históricos. Mi abuelo era profesor en el claustro de Santa Clara; mi padre fue un gran profesor de la Universidad Nacional, Eduardo Umaña Luna; y el primo de mi padre, Camilo Torres, fundó la Facultad de Sociología con Orlando Fals Borda. Mi hermano [Eduardo, un defensor de derechos humanos asesinado por paramilitares en 1998] y yo, profesores. La Nacional fue mi vida alterna a mi vida familiar, en lo intelectual y académico. Por supuesto, yo soy una persona de la universidad pública, pero más que otra cosa de la educación pública, que tiene que contribuir al desarrollo nacional. Sí, me siento un representante de la universidad pública.
P. Estuvo el lunes en Lima en la cumbre de la Comunidad Andina, que el presidente Petro se propone fortalecer, e incluso ha pedido incluir a Chile, Venezuela y Argentina. ¿Ese espacio va a competir con lo que se venía construyendo en la Alianza del Pacífico?
R. Son espacios complementarios, porque claramente la Comunidad Andina es un proyecto sin Venezuela que se ha fortalecido desde los años 90 desde el punto de vista del libre comercio. Ese libre comercio ha funcionado bastante bien, y lo que se está planteando con el proyecto de la Alianza del Pacífico es el fortalecimiento de los temas comerciales y de inversión, y en esos temas hay una gran complementariedad entre la Alianza del Pacífico y la Comunidad Andina. ¿Por qué? Porque se combinan los países latinoamericanos con una expectativa de proyección hacia el Pacífico con otros países.
P. Esta semana también comenzó formalmente el restablecimiento de relaciones con Venezuela con la llegada de los embajadores Armando Benedetti y Félix Plasencia. ¿Cómo se va a reconstruir la relación económica entre los dos países? ¿Cuáles son los pasos que hay que dar?
R. Hemos insistido en que había que reconstruir las relaciones diplomáticas. Ya se posesionó el embajador Plasencia, un amigo de la integración económica, un hombre de carrera diplomática. Se posesionó el embajador Benedetti, ahora se están abriendo algunos consulados que son fundamentales, y ya esta semana estamos en conversaciones para la reconstrucción de la relación comercial, que realmente no se ha perdido nunca porque por La Guajira, y por barco en la costa Caribe, se ha seguido exportando e importando. Pero lo esencial es la apertura del transporte de carga en la frontera entre Norte de Santander y Táchira. Desde el punto de vista técnico estamos preparados, pero hay que conversar con nuestros amigos venezolanos para determinar la fecha exacta de esa apertura.
P. ¿La apertura comercial y vehicular depende de un encuentro entre Petro y Maduro?
R. No creo que dependa del encuentro entre los presidentes Petro y Maduro, depende de que estemos preparados desde el punto de vista logístico, de paso por los puentes y de una autorización por parte de nuestros presidentes para poder abrir la frontera. Pero todo está listo, estamos dependiendo simplemente de una conversación que no tiene que ser un encuentro presencial.
P. ¿Cuándo espera que vuelvan a cruzar camiones por los puentes binacionales que comunican al departamento de Norte de Santander con el estado Táchira?
R. Tan pronto se cumplan las condiciones que he mencionado.
P. ¿Por qué funciona la frontera de Paraguachón, en La Guajira, y no la de Norte de Santander?
R. El gobierno anterior no trató de pasar la ayuda humanitaria, con un concierto y una reacción de Venezuela que implicaba muchas cosas, en la frontera Paraguachón-Guarero. Definitivamente no había entendimiento entre los gobiernos venezolano y colombiano, más bien había desentendimientos. Norte de Santander es una frontera compleja, no solo desde el punto de vista comercial, sino desde el político. Ahora vamos a trabajar una frontera en favor de los ciudadanos de Norte de Santander-Táchira, con el paso de personas, de estudiantes, de mercancías, y sin la intervención de ninguno de los dos países políticamente en los asuntos internos del otro.
P. ¿Cuáles son las expectativas que se traza a mediano plazo para el comercio con Venezuela?
R. No hay que ser pesimistas. No estamos hablando de mediano plazo, estamos hablando de un corto plazo para empezar a cumplir con las expectativas. La expectativa es que podamos tener primero unas relaciones que tiendan hacia el equilibrio comercial, por eso tan importante como nuestras exportaciones es promover las importaciones de Venezuela, para tener la posibilidad de ir cambiando las condiciones mientras se recupera la estructura productiva venezolana. La integración pasa por el fortalecimiento de las fronteras.
P. Y también recuperar la legalidad.
P. Hay que recuperar la frontera frente al contrabando, al paso por las trochas, a todas las dificultades que se ven al respecto. Cualquier empresario, cualquier exportador, va a estar más satisfecho de pasar por un puente con seguridad que por una trocha con inseguridad. Hay otras condiciones que se están dialogando pero ya son temas de otro orden, que tienen que ver con el proceso de paz, el lavado de activos, el narcotráfico, las disidencias. Eso es un tema que el señor canciller está tratando muy seriamente, y también [se está tratando] en las conversaciones de las Fuerzas Militares de los dos países.
P. ¿Podría ponerle unas cifras a las proyecciones del intercambio comercial?
R. En los últimos años el Producto Interno Bruto venezolano cayó cerca del 75%. Del 2015 al 2020 se recupera, se estabiliza en el 2021 y ya va a crecer en el orden del 18 al 22% en el 2022. De la mano de eso va a ser la recuperación del comercio colombo-venezolano, y nosotros calculamos que este año, si logramos abrir pronto la frontera, vamos a estar en el orden de unos 1.000 millones de dólares, porque ya llevamos 316 millones entre enero y junio. Para el año entrante, por la recuperación del sector energético y otros sectores de Venezuela, cuando ellos podrán exportar productos de siderurgia, de aluminio, de petroquímica, que son complementarios con nuestros sectores productivos, podríamos tener algo así como 1.800 o 2.000 millones de dólares. Y lo que planteamos es que al final del Gobierno del presidente Petro, el 7 de agosto del 2026, vamos a haber recuperado unos niveles cercanos a los 4.000 o 4.500 millones de dólares, que van a estar en un 65-70% frente a nuestra mejor época en el 2008, que fue de cerca de 8.000 millones de dólares. Esta es una recuperación lenta pero segura, estable, y recuperando la legalidad y la institucionalidad.
P. ¿El tema de las deudas a empresarios colombianos está resuelto?
P. A veces nos quedamos congelados en el tiempo, y yo lo entiendo porque fueron muchos años de desentendimiento. Pero parece que se nos olvidó que el expresidente Chávez y el expresidente Uribe hicieron acuerdos en su momento, e implicaron que de los 1.250 millones de dólares que nos debían, sin tener en cuenta Avianca, nos pagaron más de 1.000 millones. Entonces las deudas son pequeñas, hay un porcentaje que está registrado en el Banco Central de Venezuela, que no debe ser más de 100 o 150 millones de dólares, que ya no es la magnitud de lo que hablábamos antes. Y por otra parte, está el tema de Avianca, pero es un tema que se ha solucionado. De hecho, Avianca está solicitando nuevamente su entrada a Venezuela, ya fue autorizada por la aeronáutica colombiana y está en espera de la autorización de Venezuela. Esperamos que en el mes de septiembre podamos recuperar, no solo con Avianca sino con otras aerolíneas, los vuelos directos hacia diferentes destinos en Venezuela.
P. ¿Colombia se propone recomprar una participación mayoritaria en Monómeros?
R. Es algo que estamos analizando, es complejo. Lo importante para nosotros es que tenemos que recuperar, por lo menos en parte, la soberanía alimentaria. Hacerlo es crear equilibrios en el desarrollo. Para eso necesitamos fertilizantes y semillas. Lo que estamos estudiando es la estrategia de cómo obtener producción de fertilizantes o de comprar empresas que produzcan los fertilizantes, de evitar cualquier tipo de sanción que podamos tener. Hay diferentes caminos, entre ellos el que estamos estudiando y que usted menciona.
P. ¿Cómo se logra la soberanía alimentaria?
R. Desafortunadamente, durante muchos años firmamos tratados que implicaban cierta satisfacción para los que pensaban que porque había subsidios, ayudas internas y otras medidas de efecto equivalente, siempre íbamos a tener precios baratos de los alimentos. Con la crisis de Ucrania, eso no fue más cierto y nos dimos cuenta de que estábamos totalmente desprotegidos, teníamos precios altos y dificultades de abastecimiento de lo que recibíamos como importados. Tenemos que crear ese equilibrio entre lo importado y lo nacional.
P. ¿Colombia ya no va a firmar tratados de libre comercio?
P. Tenemos tantos, en los que nos dieron tantos mercados, que lo que tenemos que promover ahorita es la creación de oferta exportable. ¿Qué saco yo con tener abiertos todos los mercados si no tengo qué exportar? Entonces a lo que nos vamos a dedicar en este momento es fundamentalmente a crear oferta exportable, a negociar inversión extranjera que nos permita hacer transferencia de tecnología, incorporación de progreso técnico, desarrollo de la capacidad humana, creación de pequeñas y medianas empresas para integrarnos a las cadenas de valor internacionales.
P. El gobierno se propone superar el extractivismo. ¿Con qué lo va a reemplazar?
R. Superar el extractivismo tiene que ser un proceso, y en ese proceso están los temas del carbón, del petróleo y del gas. Por supuesto tenemos unas reservas, tenemos unos contratos de exploración firmados, se ha evaluado muy seriamente cuál es el periodo para ir superando el extractivismo. Es una cosa gradual. Gran parte de esto tendrá que ver con las nuevas empresas derivadas de la economía verde, economía circular, y el tema de la paz y el turismo, que puede ser el gran generador de divisas en el futuro. Por supuesto, eso no va a ser en un año, ni en dos ni en cinco.
P. El presidente ha dicho que el turismo está llamado a sustituir los ingresos de industrias extractivas, ¿cómo se propone lograr que Colombia incremente el número de turistas que la visitan?
R. No es tanto incrementar el número de turistas, sino cambiar la concepción del turismo. Lo fundamental es que perdimos cuatro años para fortalecer el proceso de paz. Estamos haciendo todo para cambiar esa condición. Desde el punto de vista de la biodiversidad, los recursos naturales, las necesidades de desarrollo de vías terciarias y demás, tienen que ver con el fortalecimiento del proceso de paz. Es un cambio del turismo normal a un turismo verde.
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