Un violento ataque a una mujer conmociona a Chile
El feminicidio frustrado de Nabila Rifo Ruiz conmueve a las autoridades y ciudadanía del país sudamericano
Inconsciente, con hipotermia, con diversas fracturas en el cráneo, sin algunas de sus piezas dentales y sin sus dos ojos fue encontrada la madrugada del sábado Nabila Rifo Ruiz en una calle de la ciudad de Coyhaique, a unos 1400 kilómetros al sur de Santiago. De 28 años y madre de cuatro hijos, el feminicidio frustrado de la mujer ha causado un inmenso impacto en Chile por su brutalidad. La presidente Michelle Bachelet ha llegado esta mañana a la ex Posta Central de la capital acompañada de su ministra de Salud, Carmen Castillo, y de la titular del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), para visitar a la nueva víctima de violencia de género, que permanece ingresada en estado crítico.
“El nivel de violencia y brutalidad es algo tremendo y vamos a trabajar sin descanso como Gobierno para evitar que estos casos se vuelvan a repetir. Sin duda esperamos lo mismo que la familia, que haya justicia”, señaló la Jefa de Estado luego de la visita.
La Fiscalía de la región de Aysén formalizó hoy la acusación por feminicidio frustrado y lesiones graves gravísimas contra el único sospechoso: el mecánico Mauricio Ortega Ruiz (41 años), expareja de la víctima y padre de sus dos últimos hijos, que fue detenido anoche por Carabineros en una vivienda de Coyhaique. En 2015 había sido denunciado por amenazarla con un hacha, pero las alertas no fueron suficientes para impedir el ataque brutal. De acuerdo a la información del SERNAM, este año se han producido 14 feminicidios, cuyas víctimas tenían entre 21 y 90 años. Según las estadísticas del ministerio, por cada mujer muerta existe más del doble de hechos frustrados. En 2013, hubo 40 feminicidios y 78 intentos. En 2014, 40 y 103, respectivamente. En 2015, 45 y 112.
De acuerdo al relato de la Fiscalía en la audiencia de este miércoles, la víctima se hallaba en la madrugada de sábado en el domicilio de su agresor junto a un grupo de personas. Debido a la ingesta de alcohol, comenzaron a discutir. Ortega la insultó y amenazó, intentó agredirla y se descontroló. Nabila Rifo huyó cerca de las seis de la mañana y, en la calle, el hombre la atrapó. Con dos trozos de cemento la golpeó en la cabeza y el tronco reiteradamente. Luego se retiró del lugar, para volver casi de inmediato con un elemento corto punzante. Según los fiscales, lo utilizó para remover los globos oculares y cortarle ambos nervios ópticos.
Entre las autoridades y especialistas existe consenso en que la respuesta del Estado resulta totalmente insuficiente para proteger a las mujeres que están en riesgo de ser víctimas de la violencia machista. “La institucionalidad ha fallado completamente para ponerla a salvo”, señala Lorena Astudillo, de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres. “El año pasado su agresor ya le había advertido que la iba a matar. Entró a la casa rompiendo las puertas con hachas, pero la respuesta de la Justicia fue enviarlo a una terapia sicológica para que controle sus impulsos. Esto no le hubiese ocurrido a un poderoso de Chile”, señala la abogado que la Red, que ha contabilizado 19 feminicidios este 2016.
Nabila Rifo ya no está en riesgo vital inminente, de acuerdo a informe médico, y por la tarde de este miércoles esperan retirarle la sedación y la respiración mecánica. Acompañada en la capital solo de una prima, será sometida la próxima semana a una cirugía de reconstrucción de rostro. “Este ataque fue de un salvajismo extremo. El agresor la trató de destrozar, como se rompe una cosa”, señala Astudillo, que relata que uno de los aspectos que más impactan de este caso son las reiteradas acciones de violencia que ha debido enfrentar la víctima a lo largo de su vida. “Ella fue mamá a los 14 años y eso implica, necesariamente, que a los 13 tiene que haber quedado embarazada. A los 13 años una niña es violada”, señala la jurista de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
El ataque contra Nabila Rifo ha provocado la movilización de la sociedad civil, que se ha manifestado en las ciudades de Coyhaique, Concepción, Valdivia, Valparaíso y Santiago. Para el próximo viernes se ha organizado una protesta en Iquique, en el extremo norte del país. No es la primera vez en Chile que a una mujer le arrancan los ojos. En 2013, Juan Ruiz lo hizo con su pareja Carolina Barría, en la ciudad sureña de Punta Arenas. La dejó en un sitio eriazo con su hijo de cinco meses en los brazos y ella comenzó a caminar, sin saber donde estaba, para pedir ayuda y mantenerse en movimiento para que su criatura no enfriara.
En 2010 Chile tipificó el delito de feminicidio, que puede ser castigado con penas de presidio perpetuo, de hasta 20 años de cárcel. Pero no siempre se aplican. La organizaciones feministas abogan por no enfocar los esfuerzos en la denuncia, que siempre es tardía, sino sobre todo en que las mujeres no permitan ningún tipo de violencia: “Si la controla, es violencia. Si la cela, es violencia. Si se cree con el derecho de darle permiso o no para trabajar, es violencia. Las luces de alerta se encienden incluso ante de que las mujeres deban denunciar”, señala Lorena Astudillo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.