_
_
_
_

La extrema derecha estadounidense celebra la nueva cúpula del FBI

La confirmación de Kash Patel como director y Dan Bongino como subdirector ha sido recibida con optimismo por grupos que esperan dejar de ser considerados una amenaza por la policía federal y que se levanten las investigaciones contra ellos por el asalto al Capitolio

Kash Patel
Kash Patel comparece ante la Comisión Judicial del Senado para su audiencia de confirmación, en el Capitolio en Washington, el 30 de enero de 2025.J. Scott Applewhite (AP)
Nicholas Dale Leal

En una sola frase, celebración por la confirmación de Kash Patel como nuevo director del FBI y un poco de racismo casual. “Me gusta Kash de verdad, es muy based [supuestamente auténtico y políticamente incorrecto, en la jerga online de la extrema derecha]. Le compraría curry en cualquier momento”, escribió un usuario en una cuenta neo-nazi de Telegram con miles de seguidores hace unos días.

Es un ejemplo sencillo de la reacción general a la nueva cúpula del principal cuerpo de policía federal por parte de la extrema derecha estadounidense. Mientras estos grupos ven con optimismo dejar de ser considerados una amenaza prioritaria para la nación y, por lo tanto, dejar de ser una prioridad para las investigaciones de la agencia de seguridad más importante del país, su ideología supremacista tampoco se esconde y ha habido burlas e incomodidad por las raíces indias de Patel.

El exdefensor federal y exfiscal antiterrorista fue confirmado por la mínima mayoría republicana del Senado —51 a 49 votos— el jueves pasado, unas semanas después de las audiencias en las que se negó a asegurar que no perseguiría a adversarios políticos, a pesar de jurar la “despolitización” de la agencia. Y esta semana Patel nombró al expolicía de Nueva York, agente del Servicio Secreto y anfitrión de un podcast ultraconservador y trumpista, Dan Bongino, como nuevo subdirector, encargado del funcionamiento diario del cuerpo policial. En la oposición, las alarmas por la falta de experiencia y clara posición política han sonado con fuerza, pero en vano. En cambio, desde entonces, los canales y grupos de la llamada “derecha alternativa” (“alt-right”) y extrema derecha han estado muy activos, con mensajes que festejan el nombramiento y la percepción de que serán menos perseguidos por los operativos del FBI en contra de grupos extremistas.

En otro canal de Telegram manejado por antiguos líderes del desarticulado grupo neonazi Atomwaffen Division la posición es expresada claramente. “Si Kash Patel en realidad acaba con los programas de espionaje del FBI y el uso de agentes/informantes para subvertir movimientos políticos a través de gayops [una conspiración ejecutada por personas que se conectan a través de las redes sociales] está muy bien para nosotros”, dice un mensaje, antes de concluir con un poco de cautela: “Puede no suceder, pero sería bonito si sí”.

Wendy Via, presidenta y fundadora de la organización Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo (GPAHE, por sus siglas en inglés), que vigila los movimientos del extremismo a nivel nacional y transnacional, resalta la reacción de los Proud Boys, uno de los principales grupos etnonacionalistas que estuvieron a la cabeza del asalto al Capitolio. “La gran mayoría, en particular los Proud Boys, están muy contentos porque Patel ha sido su defensor en el caso del 6 de enero desde el principio. Así que, por supuesto, lo quieren ahí. Quieren justicia, su justicia: indultos y fiscales despedidos”.

Los primeros pasos en esta dirección en realidad ya han sido dados. En el primer día de su segunda presidencia, Donald Trump decretó el indulto de unos 1.500 condenados por la toma del Capitolio. Y unos días más tarde, el Departamento de Justicia, bajo el mando de Pam Bondi, a quien res|ponde el FBI, dio la orden de recopilar los nombres del personal de la policía federal que participó en la investigación del asalto al Capitolio. El Departamento de Justicia también informó a la dirección del FBI la semana pasada del despido de por lo menos ocho altos cargos.

“También están trabajando para indultar a los acusados por cualquier otro delito. Por ejemplo, si al detener a alguien vieron que en su casa tenía armas ilegales y agregaron esos delitos a la acusación, están intentando ahora eliminarlos. Están borrando cualquier cosa relacionada con la investigación del 6 de enero”, agrega Via, recordando además las promesas que ha hecho Patel desde antes de ser nombrado por Trump para dirigir el FBI.

En declaraciones en el podcast de Steve Bannon, Patel aseguró que encontrarían “los conspiradores, no solo en el gobierno, sino también en los medios”. “Sí, iremos tras las personas en los medios que mintieron sobre ciudadanos estadounidenses que ayudaron a Joe Biden a amañar las elecciones presidenciales”. Asímismo, ha prometido cerrar la sede de la agencia, el edificio J. Edgar Hoover, y reabrirlo al día siguiente como un “museo del deep state”, mientras traslada a los 7.000 empleados que trabajan allí a todo el país.

Su estrecha relación con QAnon, el movimiento conspiracionista de extrema derecha, también es evidencia de que la alegría de los extremistas a su nombramiento no es infundada. “Intentamos incorporarlo a nuestro esquema general de mensajería para captar audiencias”, explicó sobre QAnon, alabando la supuesta “perspicacia” del movimiento mientras formaba parte de la junta de Trump Media. Además, sus publicaciones personales en Truth Social promueven activamente cuentas afiliadas a Q.

Con todo esto, la sensación es que los grupos supremacistas y de extrema derecha confían en que podrán pasar por debajo del radar en este nuevo ambiente policial, dice Joshua Fisher Birch, experto en grupos neonazis del Counter Extremism Project (Proyecto contra el extremismo). “Si la posibilidad de ser investigados disminuye debido al cambio de prioridades federales, estos grupos podrían estar más dispuestos a asumir nuevos riesgos. Algunos grupos podrían ver una ventaja en vincular sus mensajes a los de la administración en un intento de captación”, agrega.

Sin embargo, señala Fisher Birch, el racismo de algunos en este sector hace imposible que acepten a Patel y han proliferado muchos mensajes de burla y hasta indignación. “Hay que señalar también que, independientemente de quién dirija el FBI, ciertas partes de la extrema derecha seguirán siéndole hostiles”. En todo caso, el fondo del asunto es que, “la extrema derecha quiere un FBI debilitado que no se centre en sus propias actividades”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Nicholas Dale Leal
Periodista colombo-británico en EL PAÍS América desde 2022. Máster de periodismo por la Escuela UAM-EL PAÍS, donde cubrió la información de Madrid y Deportes. Tras pasar por la Redacción de Colombia y formar parte del equipo que produce la versión en inglés, es editor y redactor fundador de EL PAÍS US, la edición del diario para Estados Unidos.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_