Leon Bridges, un retorno musical intimista hacia el reencuentro con sus raíces y niñez en Texas
El ganador del Grammy presenta ‘Peaceful Place’, una nueva canción de su último disco ‘Leon’, descrito como “su proyecto más personal hasta ahora” con toques de soul, country y folk
Laura Lee dice que cuando Leon Bridges no está cantando, está bailando. “Leon siempre está metido en una melodía ya sea física o verbal. Las melodías y las canciones lo desbordan”, comentaba en una entrevista para Rolling Stone la bajista de Khruangbin, banda originaria de Houston. Y esta afirmación parece ser cierta. Frente a frente, Bridges puede ser tímido, un poco retraído y hasta nervioso cuando tiene que hablar sobre su carrera o su trabajo, pero si se trata de cantar y disfrutar del momento, ya sea en un escenario o caminando en un parque, como en la colonia Polanco de Ciudad de México, rodeado de arboles, cerca del agua y al aviario Abraham Lincoln, su semblante denota su transportación a su propio lugar de paz.
Peaceful place titula su más reciente sencillo, el mismo que marca su retorno a la música y a un estado mental y espiritual que evoca su lado más íntimo. Este primer lanzamiento forma parte de lo que será Leon, su cuarto álbum, que verá la luz el próximo 5 de octubre. Tres años después del lanzamiento de Gold-Diggers Sound, el cantante de 36 años nacido en Atlanta, pero que se crió en Forth Worth, Texas, abre una ventana hacia “su proyecto más personal hasta ahora” con toques de soul, country y folk que lo devuelven a su tiempo en la ciudad que lo vio crecer.
Bridges, ganador del Grammy en 2019 a la mejor interpretación en el género tradicional de R&B por la canción Bet Ain’t Worth the Hand —parte del álbum Good Thing—, conversó con EL PAÍS en las oficinas de Sony Music en Ciudad de México, donde a finales del pasado año estuvo tranajando los últimos meses en el estudio El Desierto, ubicado en el parque nacional Desierto de los Leones, alejado a casi 30 kilómetros de la metrópoli capitalina.
El cantante, que viste un sombrero tipo vaquero blanco, gafas de sol negras, una chamarra de cuero café y una camiseta color mostaza, jeans bota de campana y loafers —un look texano moderno—, cuenta que muchas de las canciones de Leon surgieron durante la grabación de Gold-Diggers Sound (2021), pero que no se sentían que formaban parte del sonido de esa placa discográfica. Comenzó con el trabajo en Nashville, posteriormente en Los Ángeles, pero se cansó de esos lugares. Necesitaba cambiar el escenario y siempre sintió una conexión con México, por lo que la desconexión que proveía el estudio El Desierto, su arquitectura de madera y poder estar inmerso en la naturaleza le ayudó a inspirar a su proceso musical.
“Leon es un reflejo de mi hogar. Es una especie de ventana hacia quién soy. Siempre he tenido miedo de ser vulnerable y exponerme, pero quería crear una especie de ambiente que fuera curativo para la gente. Y, en cuanto al sonido, el álbum es como un gumbo [plato tradicional de distintos estados del sur de Estados Unidos], con sonidos diferentes. Hay un poco de country, un poco de folk, pero sigue teniendo sus raíces en la música soul”, explica.
Desde que fue descubierto hace casi 10 años por Austin Jenkins, guitarrista de la banda de americana White Denim, en The Boiled Owl Tavern —donde trabajaba Bridges—, un restaurante de comida tex mex en Fort Worth , la “ciudad donde empieza el Oeste”, el cantante siempre ha tenido conflictos con el precio de la fama, ya que está comprometido con su arte y dar a conocer sus más profundas formas de ver y entender la vida, pero a la vez lucha por mantener su intimidad.
Pregunta. ¿Cómo se consigue balancear un proyecto tan personal y el inevitable hecho de ser una personalidad de la esfera pública?
Respuesta. Creo que es genial ser vulnerable, pero no tienes que darle todo a la gente. Y creo que muchas de las canciones del álbum serán muy sanadoras para mí e inspiradoras para mi familia y mi ciudad. Creo que muchas otras personas se van a identificar con ellas. Y creo que esa es la belleza de ser transparente en la música.
En Peaceful place, los sonidos que acompañan a la voz de Bridges, destacan la percusión de bongos, palmadas y una conmovedora guitarra impregnada de sonido soul. “Estoy en un lugar de paz. Encontré algo que nadie me puede quitar”, canta en un fragmento, mientras que en el videoclip se puede ver al cantante recorriendo Ciudad de México de norte a sur, desde su proceso de grabación en El Desierto, bailando en algún estacionamiento de la ciudad, paseando en un mercado callejero, recorriendo un antiguo convento en el bosque o desplazándose cerca a las pirámides de Teotihuacán en un globo de aire caliente. “Es música conmovedora en el sentido más auténtico; está impregnada de mi alma”, afirma.
Cada imagen del video parece parte de un proceso creativo que Bridges ha desarrollado y ha estado en constante evolución durante la última década. “Normalmente, cuando escribo o creo, trato de imaginar cómo se traducirá la música en vivo. Pienso, ¿realmente me impulsa a bailar y lo hace con otras personas? A lo largo de mi carrera siempre he tratado de reinventarme con mi música, pero siempre manteniendo que la base sea conmovedora”, agrega.
El verdadero nombre del artista es Todd Bridges, pero por su parecido con el actor Leon Robinson —protagonista de Cool Runnings y The Temptations— las personas en la universidad lo llamaban como él y fue así que optó por la composición de su nombre artístico. Desde que comenzó con su primer disco Coming Home (2015), las comparaciones que lo consideran como una “mezcla perfecta” entre Sam Cooke y Marvin Gaye, dos grandes del soul, siempre han estado presentes.
Bridges ha visto las comparaciones como “algo inevitable”, ya que creciendo siempre estuvo rodeado del soul, ya sea a través de su padre con la música de Barry White o cuando escuchaba a Sade con su madre, pero siempre con el género como vehículo para comunicarse. “En cierto modo era darle un giro a ese sonido y simplemente escribir mis propias historias a través de él”.
Desde su anterior disco, Bridges ha buscado encontrar una nueva frontera para el soul y el blues, géneros a lo que cree que les hace falta reflectores para los nuevos talentos. “Hay muchos chicos talentosos haciendo música, como Lucky Day. Solo que siento que todavía no tienen una plataforma. Espero que siga evolucionando y creciendo. Espero que haya más reflectores sobre estos artistas que están en el terreno, ya que pienso que aún hay un mercado para eso. La música hip hop es algo hacia lo que la gente está gravitando en este momento. Por eso tenía que volver a la razón por la que la gente se enamoró de mí, en el sentido de hacer música sin género y de que Leon sea el sonido de la banda”, elabora su respuesta.
Parte del impulso de Bridges de retornar a sus raíces se plantó en la semilla de las colaboraciones que hizo con sus amigos y colegas de la agrupación Khruangbin. Texas Sun (2020) y Texas Moon (2022) lo llevaron por caminos y géneros musicales distintos, como parte de una experimentación y revalorización hacia cierto tipos de música, como se ha visto en casos recientes como el de Beyonce, incursionando en el country y “reclamándolo” para la comunidad negra, como explicó en alguna de sus entrevistas por el lanzamiento de Cowboy Carter.
“Me encanta lo que hizo Beyoncé. Es decir, hizo un álbum increíble. Música country negra. También está Shaboozey que está teniendo un momento realmente bueno por eso. Incluso creo que es de ayuda para la música que estoy a punto de lanzar”, afirma.
Bridges nunca se ha considerado un activista, pero en su repertorio se incluyen canciones como Sweeter, del año 2021, una respuesta a la brutalidad policial respecto al asesinato de George Floyd; o el videoclip de la canción Bad bad news, en el que el artista se pronuncia sobre empoderamiento femenino y en contra del acoso hacia las mujeres. También, en otras entrevistas, ha hablado acerca del miedo que le invadió cuando se produjo el asalto al Capitolio por parte de seguidores del entonces presidente Donald Trump. Con la sombra del candidato republicano nuevamente rondando la Casa Blanca para una nueva gestión, ¿qué tan importante es para un artista el levantar la voz sobre temas sociales y políticos que son de interés para la sociedad?
“Con la plataforma que tenemos, creo que tenemos el deber de hablar sobre lo que es correcto y los artistas históricamente siempre lo han hecho. Para mí ha habido algunos momentos en los que me sentí obligado a escribir sobre la situación y esperar que surgiera algún tipo de luz respecto a la situación”, complementa.
Bridges volverá a los escenarios en octubre en el Festival Austin City Limits, en Austin, Texas y posteriormente regresará una vez más a México para presentarse en el festival Corona Capital, donde su más reciente creación cerrará el círculo con la ciudad que le permitió reencontrarse musicalmente.
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