El juez archiva la denuncia contra Lalachus y Broncano por mostrar una estampita con la vaquilla del ‘Grand Prix’
El grupo ultraderechista Hazte Oír denunció que se mostrase en las campanadas de TVE una imagen de una vaca que simulaba el Sagrado Corazón de Jesús. La asociación anuncia que recurrirá ante la Audiencia Provincial
Un juzgado de Madrid ha archivado este miércoles la querella de la asociación ultraderechista Hazte Oír contra los presentadores de las campanadas de TVE, David Broncano y Lalachus, y contra el presidente del ente público, José Pablo López, por mostrar una estampita en la que se podía ver a la vaquilla del Grand Prix simulando el Sagrado Corazón de Jesús. El juez no considera que la conducta denunciada sea ofensiva, sino un “gag” con “tono humorístico” que queda “dentro de los límites de la libertad de expresión”. El auto al que ha tenido acceso EL PAÍS añade que “la figura de Jesucristo no aparece en la estampita exhibida, sino solo un corazón similar a la imagen religiosa, sin ninguna mención religiosa en el diálogo entre los dos presentadores”.
“Es relevante el contexto en el que se exteriorizó la conducta denunciada”, explica el auto del juzgado de instrucción número 4 de Madrid: “Se trata de la emisión de un programa de entretenimiento, desvinculado de cualquier práctica religiosa”, y que “aunque la Nochevieja se encuentra dentro del periodo navideño, es una festividad desprovista actualmente de contenido religioso y con una finalidad evidentemente lúdica”. El juez concluye que el presentador y la colaboradora de La revuelta no se dirigían con su broma, de hecho, a los fieles católicos, sino a un público general, y que el programa tenía en todo momento un tono “paródico y satírico”. Fue con esa estrategia precisamente con la que las campanadas fueron líderes de audiencia frente a las uvas de Cristina Pedroche y Alberto Chicote en Antena 3.
Este miércoles, Hazte Oír ya ha anunciado que recurrirá la decisión frente a la Audiencia Provincial: “Cada vez se hace más evidente que la defensa de los sentimientos de los cristianos merece una defensa férrea y más con la persecución que están sufriendo los cristianos en Siria”, han explicado en un tuit.
En el momento de la emisión, la broma de Lalachus —cuyo nombre real es Laura Yustres— al enseñar el montaje fotográfico de la vaquilla fue para muchos un gesto espontáneo. “Es la mejor del mundo”, decía Yustres sobre la vaquilla. Pero para la ultraderecha católica supuso un delito de ofensa a los sentimientos religiosos, y pronto comenzaron a atacarla desde las redes sociales lo que después convirtieron en querellas de Hazte Oír y Abogados Cristianos en los juzgados.
“Me entristece que con la coartada de la libertad de expresión y los excesos de las fiestas, TVE haga burla del símbolo del Corazón tan querido por todos los católicos”, dijo entonces el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. Como explicó el periodista Ángel Munarriz en un artículo en EL PAÍS, Hazte Oír estaba usando un delito en vías de extinción para hacer ruido a costa de Lalachus. “En las sociedades democráticas, los grupos religiosos deben tolerar las críticas públicas y el debate sobre su actividad, creencias o enseñanzas”, recuerda el juez: “siempre que no supongan insultos intencionados y gratuitos que constituyan incitación a la violencia y discriminación”. El magistrado entiende que, por lo tanto, no se cumplen ninguno de los elementos que conforman el artículo 525 de delitos de odio del Código Penal, y que la intención de los denunciados no era la de “herir o menoscabar”, por lo que no tienen que declarar como investigados.
El juez argumenta, además, la capacidad de la sátira y lo irreverente “para hacer crítica social, mostrando la oposición del creador a determinados modelos” sociales. A ese respecto, subraya la capacidad del humor para criticar al poder, y, en particular, a la Iglesia católica: “Esta sátira se ha dirigido en especial a las distintas manifestaciones del poder y la religión, especialmente a la mayoritaria en España. La Iglesia como institución ha estado asociada en la historia al poder y ha sido, por tanto, también objeto de crítica legítima. No son infrecuentes en distintos ámbitos de la libertad de expresión referencias críticas a símbolos o creencias religiosas”. Es más, el auto recuerda que no solo no hay ninguna mención religiosa en el diálogo de los presentadores, sino que ni siquiera “aparece la imagen de Jesucristo en el pecho del toro, solo un corazón y rayos de luz”.
El auto del juzgado recuerda que para que el delito de odio sea una ofensa tipificada “no basta con ofender los sentimientos religiosos, sino que se requiere que con dicha conducta se haga escarnio de una confesión religiosa, con la intención, además, de ofender los sentimientos religiosos”. La humorista Lalachus pasó tras esta denuncia a formar parte de la lista de personajes famosos denunciados por el delito de ofensa a sentimientos religiosos, como el músico ya fallecido Javier Krahe, el artista Abel Azcona, la política Rita Maestre, el actor Willy Toledo o el humorista Dani Mateo. La última víctima ha sido el humorista y presentador radiofónico Héctor de Miguel, más conocido como Quequé, al bromear sobre dinamitar el Valle de los Caídos.