‘Esto no es Suecia’, el trabajo (y el terror) de intentar ser los padres perfectos
Aina Clotet es la protagonista y cocreadora de una comedia dramática que cuenta con la producción de cinco cadenas públicas
En Esto no es Suecia, Aina Clotet y Marcel Borràs son Mariana y Sam, los esforzados padres de dos niños pequeños. Se han mudado a un barrio a las afueras de Barcelona para educar a sus hijos rodeados de naturaleza y alejados del mundanal ruido. Su impecable y perfecta vecina sueca, con sus impecables y perfectos hijos, es el modelo ideal en el que se mira Mariana. Pero un grave suc...
En Esto no es Suecia, Aina Clotet y Marcel Borràs son Mariana y Sam, los esforzados padres de dos niños pequeños. Se han mudado a un barrio a las afueras de Barcelona para educar a sus hijos rodeados de naturaleza y alejados del mundanal ruido. Su impecable y perfecta vecina sueca, con sus impecables y perfectos hijos, es el modelo ideal en el que se mira Mariana. Pero un grave suceso en el vecindario hará que sus creencias se pongan del revés mientras la pareja se ve sobrepasada una y otra vez por la realidad de la paternidad.
Ese es el punto de partida de Esto no es Suecia (los ocho capítulos están disponibles en RTVE Play; TV3 emite un episodio cada lunes). Su semilla está en unas terapias de padres a las que invitaron a Aina Clotet y Marcel Borràs, también pareja en la vida real, padres de dos niños y residentes en ese mismo barrio de calles empinadas y jabalís en libertad que sus personajes de la serie. En esas reuniones conocieron a quien más tarde sería coproductor de la serie, Sergi Cameron, y escucharon consejos de crianza de una terapeuta, Elisenda Pascual. Esas terapias las reproducen en la serie con padres reales y la propia Elisenda interpretando una versión ficcionada de ella misma.
Porque, aunque es ficción, Esto no es Suecia está anclada en la realidad. “La serie surge de las ganas de reírnos y poner humor y una mirada ácida a la exigencia y demanda en la que nos veíamos entregados el equipo creativo, Valentina Viso y Daniel González, con los que comparto la creación, y Mar Coll [con quien Aina Clotet comparte la dirección creativa de la serie]. Quisimos explorar cómo esta demanda te puede llegar a perder”, resume Aina Clotet en una entrevista que tuvo lugar la semana pasada en la embajada de Suecia en Madrid. “Estamos en un momento muy solitario, en el que te sientes perdido, y en esas terapias había algo de buscar una tribu. Éramos gente muy diferente, pero todos buscábamos unas garantías, algo que nos ayudara a proteger a nuestros hijos”, continúa la actriz y creadora.
En el primer capítulo se reproduce una de esas reuniones en las que los padres del barrio comparten sus dudas con una terapeuta especializada en crianza. El resto de episodios arrancan con otros momentos de una charla en la que participaron madres y padres reales. Clotet explica que, aunque esa charla está ficcionada con el objetivo de que aparezcan determinados temas y frases concretas, sus participantes no son actores profesionales para que se refleje de la forma más real posible. Antes de grabar hicieron lo que llamaron “mercadillo de anécdotas”, para que, sin cámaras, cualquier pudiera contar sus propias vivencias al resto, de forma que otra persona pudiera tomarlas como propias variando algunos detalles. Ese realismo también se trasladó a la reunión de padres del colegio que aparece en la serie, donde participan padres del centro real al que acuden los hijos de Clotet. “Quería que manara esa verdad. La mezcla de actores con no actores ayudaba a sentirte realmente dentro de un barrio”, detalla la creadora.
Combinando comedia y drama, para Aina Clotet Esto no es Suecia es, en el fondo, una serie sobre el miedo. “El miedo es la otra cara del control. Cuando uno controla mucho, es porque hay mucho miedo. Y Mariana es una mujer tomada por el control. Cuando ese control se apodera de ti, descarrilas. La serie también habla del fracaso”, continúa Clotet. Los protagonistas parten de un intercambio de roles: tras años en los que ha sido ella la encargada principal de la crianza y él quien trabajaba fuera, ahora intercambian los papeles, algo que no va a ir todo lo bien que esperaban. Porque, como comprueban una y otra vez en la serie, una cosa es la teoría y otra es la práctica.
“Todos nos podemos sentir conectados con los personajes en el fracaso, en esa distancia entre lo que uno quiere y desea y lo que llega a hacer, expectativas versus realidad”, dice Clotet. “La sociedad nos empuja, queremos llegar a más y mejor, en las redes tengo que ser la mejor versión de mí mismo en todas las facetas de la vida, y eso es bastante insostenible. En la crianza, uno de los retos más bestias en la vida de una persona, si ya eres una persona en busca de la perfección, se te pone delante la carrera de tu vida. Esto es algo muy generacional y muy social, estamos en un momento muy exigente”, reflexiona Clotet.
En la producción de Esto no es Suecia han participado RTVE, 3Cat y SVT (la televisión pública de Suecia), además de NDR (Alemania) y YLE (Finlandia). Es la primera serie española que cuenta con el sello internacional Green Film, que certifica que se ha llevado a cabo un rodaje sostenible. Y antes de su estreno ya había logrado el premio Prix Europa a la mejor serie de ficción de 2023, compitiendo con producciones de 27 países. Para Aina Clotet, esto muestra que la mirada y el humor de la serie, en la que se habla castellano, catalán, inglés y sueco, traspasan fronteras y trata temas universales. En el proceso de elaboración, recibían notas y comentarios de los diferentes coproductores: “Ha sido muy interesante porque ves lo que llega de una manera directa y lo que quizá no se entiende tanto. Pero en general han sido muy respetuosos con lo que queríamos hacer. Siempre lo recibíamos de forma positiva, te dan una mirada externa en un momento en el que, a veces, pierdes la perspectiva”, recuerda Clotet sobre el proceso de trabajo de la serie.
“La maternidad te cambia 100%. Te reescribe a ti mismo”, dice la actriz sobre su experiencia como madre y el renacer creativo que trajo a su vida. Cuando hace siete años tuvo a su primera hija, se puso al frente de su primer corto como directora, Tiger. “La parte creativa la he llevado de la mano desde que estudié Comunicación Audiovisual, siempre he escrito, desarrollé una serie que se paró en la fase de preproducción… Pero ahora he encontrado los espacios para crear y las ganas y la valentía de aportar una mirada”, dice la actriz. Clotet saltó a los titulares hace cinco años cuando denunció públicamente que, aunque iba a ser una de las protagonistas de la serie Vida perfecta, de Leticia Dolera, esta no la contrató por estar embarazada. ¿Siente que, de alguna forma, Esto no es Suecia es una forma de resarcirse de aquella situación? “No sé, de eso hace ya mucho tiempo. De hecho ahí empecé a crear y he trabajado bastante como actriz después. No creo que tenga que ver una cosa con la otra. Antes ya había tratado el tema de la maternidad. Pero sí encontré el espacio para dedicarme a la escritura y luego volver a trabajar como actriz”, repasa.
Ahora recoge el fruto de un proceso como creadora que describe como “muy gratificante y duro”. “Son caminos complicados que necesitan de resiliencia, porque hay momentos de mucha incertidumbre en el proceso como creadora. Ha sido un aprendizaje permanente para mí. En todo he estado acompañada, pero yo era el elemento que estaba en todas las fases de la serie, y eso me daba una sensación de control, de un hijo al que quieres cuidar”, concluye.
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