IBM quiere multiplicar por 15 la velocidad del supercomputador más rápido del mundo

Un instituto de investigación dependiente del departamento de Energía de EE UU ha alcanzado un acuerdo con IBM para que la compañía informática realice un nuevo desarrollo de BlueGene, considerado como el supercomputador más rápido del mundo. El nuevo diseño será según IBM, 15 veces más veloz, consumirá 15 veces menos energía y reducirá su tamaño de forma considerable.

Desde 1986, el Seminario Internacional sobre Supercomputadoras publica sus estadísticas acerca de estos potentes aparatos, capaces de realizar millones de operaciones matemáticas en un segundo, con los cuales se elabora e...

Un instituto de investigación dependiente del departamento de Energía de EE UU ha alcanzado un acuerdo con IBM para que la compañía informática realice un nuevo desarrollo de BlueGene, considerado como el supercomputador más rápido del mundo. El nuevo diseño será según IBM, 15 veces más veloz, consumirá 15 veces menos energía y reducirá su tamaño de forma considerable.

Desde 1986, el Seminario Internacional sobre Supercomputadoras publica sus estadísticas acerca de estos potentes aparatos, capaces de realizar millones de operaciones matemáticas en un segundo, con los cuales se elabora el 'Top 500' de las máquinas más veloces. El último informe, de noviembre de 2004, sitúa al ordenador BlueGene/L de IBM en lo más alto de la lista. Pero IBM ha decidido ir a más.

La compañía informática explica en un comunicado que el nuevo BlueGene/L que desarrollará para el Departamento de Energía podría operar a 200 teraflops -frente a los 72 actuales-, lo que quiere decir que con este supercomputador podrían realizarse hasta 200 billones de operaciones por segundo, más de lo que se podría lograr juntando la capacidad de proceso de las máquinas presentes en el 'Top500'.

Los investigadores pretenden utilizar BlueGene/L, cuyo desarrollo podría concluirse antes de fin de año, para simular fenómenos físicos como la resistencia de materiales, el comportamiento del fuego o las explosiones. Todos ellos procesos que necesitan una gran capacidad computacional, mayor, según IBM, que la disponible en la actualidad.

IBM explica además que su nueva supercomputadora tendrá una arquitectura que la hará más atractiva para los usos comerciales, pues gracias a la reducción de los consumos y el tamaño los costes también bajarán y el producto será económicamente más cercano a las necesidades de la industria.