Casi dos millones de niños están sin pediatra de Atención Primaria en España

600.000 menores de 14 años no tienen ningún doctor asignado en su centro de salud, ni siquiera un médico de familia

Una niña participa en una manifestación multitudinaria en Córdoba en defensa de la Sanidad Pública el día Mundial de la Salud, el 7 de abril de 2024.Rafa Alcaide (EFE)

La falta de pediatras de Atención Primaria se ha cronificado en España. Ninguna comunidad garantiza a la población infantil el derecho a contar con este especialista en su centro de salud. Si se extrapolan los datos de población del Instituto Nacional de Estadística de las personas menores de 14 años, más de 1,9 millones de niños no cuentan con un pediatra en su ambulatorio. De estos, 600.000 no tienen ningún doctor asignado, ni siquiera un médico de familia. Son 360.000 ciudadanos más que en 2018, según ha revelado este jueves la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria en un congreso que se celebra en la capital hasta el 22 de febrero con más de 700 profesionales.

Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia y Cataluña, que presentan un déficit de plazas de pediatría superior al 30%, reúnen los peores datos. Lejos de buscar fórmulas para paliar este problema, los gobiernos regionales lo han empeorado al aumentar a un ritmo cada vez mayor la creación de puestos para pediatras en hospitales, mientras dejan estancados los centros de salud, según ha denunciado la entidad, cuyo presidente, el doctor Pedro Gorrotxategi, ha insistido en que debe ser de obligado cumplimiento que los niños y adolescentes cuenten con un especialista en Atención Primaria que vele por su salud y los atienda en los procesos agudos y crónicos.

Ninguna administración en la actualidad es capaz de garantizar este derecho. “Demuestran que no tienen interés en mejorar en este aspecto”, ha reprochado el doctor. En 2018, la entidad realizó un estudio sobre las plazas de pediatría de Atención Primaria sin médico especialista asignado en España. Eran un 26%, lo que suponía 1.729 puestos.

“En ese informe alertábamos de que era muy importante contar con estos profesionales”, ha señalado Gorrotxategi. Pero, tras realizar una nueva revisión de los datos de plazas sin pediatras, en los que también se incluyen los puestos ocupados por médicos no especialistas en las consultas infantiles y las bajas y las reducciones de jornada no cubiertas, que hacen que los niños no puedan ser atendidos por sus doctores, los resultados indican que han aumentado las necesidades de pediatras en Atención Primaria hasta los 2.130, aproximadamente, lo equivalente al 32%.

La entidad ha extraído este dato gracias a la colaboración de sus asociaciones federadas. “Esto indica que las administraciones han dejado que esta situación se cronifique en los centros de salud y, en lugar de adoptar medidas para mejorar, han volcado todos sus recursos en la atención hospitalaria. En otras palabras, que no les preocupa la pediatría de Atención Primaria”, ha expresado Gorrotxategi, quien ya ha advertido de que habrá retrasos en los diagnósticos.

La situación no tiene visos de mejorar. Por un lado, el aumento de la carga de trabajo en los centros de salud, con pocos alicientes para la docencia y la investigación por la excesiva demanda de la población, hace que los puestos no sean atractivos para los residentes. Por otro, la disminución de estos especialistas en los ambulatorios está relacionada con el aumento progresivo de las plazas de pediatría en los hospitales, donde se crean puestos para que los médicos recién graduados sigan trabajando.

En los últimos 14 años, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Sanidad y las autonomías, las plazas hospitalarias de pediatría han aumentado un 36%, el triple que las de Atención Primaria, aunque el crecimiento ha sido desigual a nivel territorial. En concreto, las comunidades que más puestos han creado, más del 35%, han sido Murcia, Navarra, Cantabria, Canarias, Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Madrid. En 2024, en estas tres últimas autonomías el 50% de los pediatras atendieron cupos superiores a los 1.000 pacientes, ratio superior a la máxima recomendada, que oscila entre los 800 y los 900.

“Va a llegar un momento en el que haya más pediatras en el hospital que en Atención Primaria, servicio que se están cargando”, ha expresado el doctor. También coincide que varias de las comunidades autónomas con mayor creación de plazas hospitalarias como Madrid, Cataluña, Cantabria y Comunidad Valenciana son aquellas con menores porcentajes de residentes que acceden a su puesto de trabajo en el centro de salud, según un estudio realizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria sobre las salidas profesionales entre 2014 y 2017.

Esto provoca “un efecto de pez que se muerde la cola”, en palabras de Gorrotxategi. Al existir plazas de pediatría en los centros de salud con exceso de niños asignados, la alta demanda hace que no puedan ser atendidos de manera adecuada en su ambulatorio, por lo que aumenta la demanda en urgencias y, en consecuencia, se incrementan los puestos de pediatría hospitalaria. Pero esto no soluciona el problema porque el desplazamiento de la atención del centro de salud al hospital conlleva un encarecimiento de la asistencia, y, además, elimina la proximidad familiar y presta la asistencia en un ámbito lejano al niño.

Entre las soluciones planteadas por la entidad el año pasado para paliar este problema se encontraba la de solicitar un aumento de plazas MIR, con la esperanza de que, al incrementar los puestos, crecerían los residentes que fueran a Atención Primaria, pero no ha sucedido así, sino que los hospitales absorben todo el aumento de estos médicos recién graduados. “Los pediatras de los centros de salud tenemos problemas para ser tutores principales de los residentes, a los que les están transmitiendo que la opción hospitalaria es la mejor”, ha expresado Gorrotxategi.

El aumento de puestos MIR en los años 2015 y 2016 ha ido acompañado de un incremento de plazas hospitalarias entre 2017 y 2020, de modo que muchos de los residentes terminan en el hospital y la falta de pediatras en centros de salud, que cada vez más familias denuncian en diferentes barrios y localidades, se hace crónica.

Ante estos datos, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha iniciado conversaciones con otras sociedades médicas para llevar a cabo acciones conjuntas con las distintas administraciones encaminadas a proteger el derecho de los niños y adolescentes a ser atendidos por un pediatra en su centro de salud. “Próximamente presentaremos de manera pública las acciones y datos que vamos a ofrecer para que las familias estén informadas e instar a las administraciones a que tomen cartas en este asunto, crucial porque se trata de la salud infantojuvenil, que es la salud del futuro”, ha informado el doctor.

Aumentan los trastornos del espectro autista

En el congreso, celebrado este jueves, abordarán también los trastornos del espectro autista (TEA) en la población infantil. Se trata de un diagnóstico cada vez más frecuente en los centros de salud, como ha explicado la doctora Eva Ximénez, vocal de la entidad en Castilla-La Mancha. Dos de cada cien menores padecen esta afección. Los factores genéticos, ambientales y perinatales influyen.

Tienen una esperanza de vida más corta y se precisan detecciones más precoces. “Aún existe un importante infradiagnóstico, sobre todo en niñas, que presentan síntomas más sutiles porque se esfuerzan más en disimular sus habilidades sociales, y es algo en lo que podemos tener un papel importante desde nuestras consultas de Atención Primaria”, ha apuntado. Muchas mujeres son diagnosticadas de forma tardía en la vida adulta.

A los pediatras también les preocupa el abuso de las pantallas y el aumento de las urgencias psiquiátricas tras la pandemia de la Covid-19. Los trastornos de la conducta alimentaria y las autolesiones se incrementan al igual que la ideación suicida.

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