8 de cada 10 mujeres optan por el método quirúrgico para abortar porque lo ven más seguro que las pastillas

La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo presenta un informe basado en encuestas sobre las razones para preferir un aborto instrumental o farmacológico

Personal sanitario prepara uno de los quirófanos de la Clínica Isadora en Madrid, en 2021.Andrea Comas

Ante la opción de elegir entre las dos técnicas para abortar, el método instrumental o el farmacológico, 8 de cada 10 prefieren el instrumental. Así lo resume un estudio presentado este martes por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI), en el que se recogen los testimonios de 1.536 mujeres que han decidido acabar con su embarazo en clínicas concertadas (la gran mayoría). Las razones más citadas para la elección de este método, que implica una aspiración de la cavidad uterina, son la rapidez, la seguridad (por estar en un centro médico) y quere...

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Ante la opción de elegir entre las dos técnicas para abortar, el método instrumental o el farmacológico, 8 de cada 10 prefieren el instrumental. Así lo resume un estudio presentado este martes por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI), en el que se recogen los testimonios de 1.536 mujeres que han decidido acabar con su embarazo en clínicas concertadas (la gran mayoría). Las razones más citadas para la elección de este método, que implica una aspiración de la cavidad uterina, son la rapidez, la seguridad (por estar en un centro médico) y querer evitar el dolor. “Creo que es más rápido, más fácil y, a mi forma de ver, más seguro”, resume una de las mujeres entrevistadas para la investigación. Del total, solo el 14,25% opta por el procedimiento farmacológico, que consiste en tomar un medicamento para interrumpir el embarazo. La mayoría de las que eligen esta opción (el 55,7%) lo hace por “miedo” a la intervención quirúrgica.

Eva Rodríguez Armario, vicepresidenta de ACAI, ha asegurado en la presentación de la investigación que lo esencial es que la mujer tenga la opción de elegir entre los dos métodos tanto en los centros privados y concertados como en los públicos. No obstante, ha apuntado que, a su juicio, la sanidad pública “no está preparada para dar la calidad necesaria y satisfacer los deseos de las mujeres” y que en muchas ocasiones se promueve la técnica farmacológica sobre la quirúrgica. Sobre este punto, Rodríguez Armario ha hecho referencia a la reforma de la ley del aborto, aprobada por el Consejo de Ministros el mes pasado, y ha opinado que el proyecto de ley “va a generalizar el aborto farmacológico”. Ha listado como preocupante el hecho de que el texto legislativo abre la puerta a que los centros ofrezcan las dos técnicas o solo una. “Probablemente, se va a ofrecer la opción farmacológica”, ha dicho, “porque les genera menos problemas con el personal que la va a realizar, y además es más cómodo [para el sistema sanitario] y más barato realizarla”.

El objetivo del estudio es recoger tanto las motivaciones de las mujeres en el momento de elegir el método a través del cual van a interrumpir su embarazo como las emociones e impresiones en el momento de tomar esta decisión. Para ello, se llevaron a cabo entrevistas a mujeres que acudieron a clínicas de ACAI, entre abril y junio de 2021, en Madrid, Asturias, Almería, Sevilla y Valencia. Todas las mujeres entrevistadas podían elegir entre las dos técnicas porque se encontraban como máximo en la novena semana de gestación. Desde esa semana hasta la 14ª, la semana límite para abortar en España sin condiciones, ACAI recomienda que no se use el método farmacológico por sí solo, sino que se combine con técnicas instrumentales para acortar el tiempo dedicado al aborto y el consiguiente impacto psíquico sobre la mujer, además de otros riesgos como la infección o la atonía (falta de tono muscular).

En el informe se tienen en cuenta los motivos médicos, socioeconómicos y psicológicos detrás de las decisiones de las mujeres incluidas. En el caso del método instrumental, la razón médica más común, la del 71,9%, fue la rapidez y la seguridad de dicha técnica. Le sigue querer evitar el dolor asociado a la opción farmacológica (29,2%). En cuanto a la intervención farmacológica, el 55,7% de ellas aseguran tener miedo al método quirúrgico y el 26,1% consideran que es una opción menos agresiva y menos traumática.

Al analizar los factores socioeconómicos, el estudio señala que las mujeres que eligen la opción instrumental lo hacen por la necesidad “de poder conciliar su vida familiar y laboral con la decisión que han tomado de no seguir adelante con su embarazo”. Una mujer lo resume: “Yo prefiero aquí [en una clínica], porque en casa está mi niña y ella va conmigo a todos lados y puede ser desagradable”. Otra señala que prefiere la opción que “menos recuperación conlleve”, porque por su trabajo, de ayudante de carnicería en un supermercado, tiene un horario partido. Por su parte, las mujeres que eligen la técnica farmacológica tienen más flexibilidad laboral, según concluye el informe.

En cuanto a la satisfacción de las mujeres con el método elegido, el 85,5% de las mujeres que optaron por el instrumental le dan una puntuación de 9 o 10. Mientras, el 45% de las que eligieron el farmacológico le otorgan esta calificación.

Perfil de quienes eligen cada método

El perfil de la mujer que elige el método farmacológico es similar al de la que elige el instrumental en cuanto a edad, nacionalidad y situación laboral. No obstante, ACAI señala algunas diferencias. Entre quienes optan por el método farmacológico hay más mujeres con estudios universitarios (el 29,7% frente al 19,8% de las que eligen la técnica instrumental), sin hijos (el 60,7% frente al 46,2%) y con menor número de abortos previos (67,1% frente al 63,1%).

“Las mujeres que utilizan este método podrían tener un grado mayor de libertad para amoldar su tiempo a las circunstancias del proceso al estar menos condicionadas por terceros, como es el caso de las universitarias y profesionales con más autonomía”, ha señalado la psicóloga Diana Práxedes Aguilar, que participó en la elaboración del estudio. Práxedes Aguilar ha añadido: “Las mujeres que optan por el método instrumental están condicionadas en mayor medida por horarios menos flexibles y mediatizadas por una mayor presencia de hijos y personas dependientes a su cuidado, lo que limita la posibilidad de un espacio físico propio”.

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