El control de precios de las pruebas de antígenos: una medida que casi todos consideran que llega tarde
El anuncio de Pedro Sánchez es bien recibido por el sector, partidos y entidades a pesar de que el mercado ya se ha normalizado. La mayor objeción es no haberla adoptado en Navidades
El control de precios de las pruebas de antígenos de autodiagnóstico frente al coronavirus, anunciado esta mañana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido de forma favorable por el sector farmacéutico, asociaciones de consumidores y partidos políticos. Sin embargo, son varios los que apuntan que la medida llega tarde y que ...
El control de precios de las pruebas de antígenos de autodiagnóstico frente al coronavirus, anunciado esta mañana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido de forma favorable por el sector farmacéutico, asociaciones de consumidores y partidos políticos. Sin embargo, son varios los que apuntan que la medida llega tarde y que se hubiera necesitado en Navidades, cuando la demanda desatada agotó las pruebas en las farmacias y los precios se dispararon. Los expertos, además, alertan de los riesgos de adoptar este tipo de acciones ahora que el suministro se ha normalizado y los precios están volviendo a bajar.
“El debate que teníamos antes o durante estas Navidades ha sido, sobre todo, sobre la oferta de estos test; hubo un aumento exponencial de la demanda, pero no de la oferta. Este tema ya está resuelto; ahora nos meteremos con el control del precio de los test de antígenos”, ha explicado Sánchez en una entrevista concedida a la Cadena SER. En la misma entrevista, el presidente ha anunciado la compra de 344.000 dosis de antivirales orales contra la covid-19 de Pfizer este mismo mes de enero.
Los farmacéuticos aplauden una decisión, la del control de precios de las pruebas de antígenos, que reciben con alivio. “Contribuirá a poner fin a una situación que hemos denunciado reiteradamente y de la que los farmacéuticos hemos sido víctimas, al producirse aumentos excesivos de precio y tensiones en el mercado originadas por actores ajenos al canal farmacéutico”, ha afirmado el Consejo General de Farmacia en un comunicado.
Según la consultora especializada Iqvia, entre el 13 y 26 de diciembre se vendieron en España 11,2 millones de análisis, lo que supone más de la mitad de los 20,4 millones comercializados en el país desde que el Ministerio de Sanidad dio en julio luz verde a la venta de estos dispositivos en farmacias.
Un portavoz de Sanidad ha declinado ofrecer más detalles sobre el contenido de la medida y cuándo podría entrar en vigor, y se ha remitido a la rueda de prensa que ofrecerá el próximo miércoles tras la celebración del Consejo Interterritorial de Sanidad la ministra Carolina Darias.
Las primeras reacciones al anuncio de Sánchez han sido políticas. Pablo Montesinos, vicesecretario de comunicación del PP, lo ha celebrado, aunque ha recordado que los populares ya reclamaron actuar en este sentido antes de las Navidades. “El Gobierno siempre llega tarde, pero al menos escucha nuestras propuestas”, ha presumido Montesinos.
El líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, se ha expresado en términos parecidos al afirmar que la medida debería haberse impulsado antes de las reuniones familiares de Navidad, aunque ha dejado claro que “nunca es tarde si la dicha es buena”.
La organización de consumidores Facua, que había reclamado el control de precios antes de las fiestas, ha dado la bienvenida al anuncio, aunque también ha lamentado que “llega tarde” y que hubiera sido mejor aplicar esta medida antes de la “compra masiva” realizada por millones de ciudadanos”.
Un portavoz de Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR), que agrupa a 19 mayoristas que suman una cuota de mercado del 97%, ha explicado a este diario que la situación ya ha vuelto prácticamente a la normalidad tras el desabastecimiento vivido en Navidades. “Hay test en todas las farmacias y los precios están bajando porque ahora la situación es que la oferta supera la demanda”, precisa FEDIFAR. La entidad también se muestra a “colaborar en todo lo posible” en el nuevo anuncio hecho por Sánchez.
El precio de la prueba de autodiagnóstico, que ronda los cinco euros en situaciones normales, escaló hace dos semanas hasta los 10 o 12 euros, incluso más en algunos casos, ante la escasez de producto. Según los farmacéuticos, en esos días empezaron a recibir ofertas de nuevos intermediarios que aprovechaban la situación para ofrecerles material a precios mucho más elevados, en un fenómeno que se ha mantenido hasta que se ha normalizado el suministro por parte de los grandes proveedores habituales.
El control de los precios es una medida que expertos como Beatriz González López-Valcárcel, catedrática e investigadora en Economía de la Salud, recomiendan tomar solo como último recurso. “Es algo justificado si se comprueba que los precios existentes son abusivos y han subido injustificadamente, aunque también tiene sus riesgos porque introduce distorsiones en el mercado. Si el Gobierno impone un precio bajo que no resulte atractivo a las empresas, que pueden preferir vender a otros países, entonces se puede provocar una escasez crónica más difícil de resolver. La regulación de precios siempre es delicada”, explica González López-Valcárcel.
La compra de 344.000 tratamientos del Paxlovid, el antiviral de Pfizer cuya eficacia frente a covid grave ronda el 90%, ha sido bien recibida por los facultativos españoles. Jesús Sierra, de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), destaca su “potencial para reducir las hospitalizaciones que se producen actualmente entre los dos perfiles con mayor riesgo: las personas no vacunadas y aquellas que sí lo están, pero que sufren patologías de base o inmunosupresión que debilita su respuesta inmunitaria”.
Entre las grandes ventajas del Paxlovid está la comodidad de administración (es de toma oral) y el hecho de que el tratamiento pueda empezarse de forma inmediata tras la aparición de síntomas (el paciente debe tomar 30 pastillas durante cinco días), antes de que el cuadro clínico se complique.
El Paxlovid todavía no ha sido autorizado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés), aunque este organismo sí emitió el pasado 16 de diciembre unas primeras recomendaciones para aquellos países que quisieran adelantarse en su administración en los servicios de emergencias y otros dispositivos.