Sanidad plantea que los mayores de 65 años vacunados con AstraZeneca reciban una tercera dosis de Pfizer o Moderna
El ministerio y las comunidades decidirán previsiblemente en las próximas semanas ampliar los grupos que recibirán el pinchazo de refuerzo
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas estudian extender al grupo de edad de 65 a 69 años la administración de la tercera dosis y, en caso de hacerlo, la vacuna que recibirán los sexagenarios no será la de AstraZeneca, con la que ha completado la pauta la inmensa mayoría de ellos, sino una de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech o Moderna, preferiblemente la primera), según han confirmado fuentes conocedoras de la reunión de la Comisión de Salud Pública (CSP) celebrada este martes.
Este fue uno de los asuntos discutidos en el encuentro, ...
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas estudian extender al grupo de edad de 65 a 69 años la administración de la tercera dosis y, en caso de hacerlo, la vacuna que recibirán los sexagenarios no será la de AstraZeneca, con la que ha completado la pauta la inmensa mayoría de ellos, sino una de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech o Moderna, preferiblemente la primera), según han confirmado fuentes conocedoras de la reunión de la Comisión de Salud Pública (CSP) celebrada este martes.
Este fue uno de los asuntos discutidos en el encuentro, que también decidió que todos los mayores de 70 años puedan recibir el pinchazo de refuerzo a partir de finales de octubre. Finalmente, según las mismas fuentes, se pactó dejar el acuerdo para más adelante. Algunas voces han planteado bajar la edad mínima para recibir el tercer pinchazo hasta los 60 años, pero la posición mayoritaria es por ahora poner el límite en 65. Según estas fuentes, y en la línea de lo manifestado por la mayoría de los expertos en los últimos días, “con la evidencia disponible no es necesario administrar la tercera dosis a personas sanas más jóvenes de 65 o, llevando el caso al extremo, 60 años”.
Una razón para retrasar la decisión sobre los sexagenarios es que con administrar la tercera dosis a los mayores de 70 años (más de 6,5 millones de personas) ya hay suficiente trabajo para varias semanas. Pero otra razón, según estas fuentes, es que hay que preparar bien el argumentario antes de dar un paso que, vistos los antecedentes, no estará libre de cierta polémica. Sanidad ya intentó en primavera que 1,5 millones de trabajadores esenciales menores de 60 años que habían recibido una primera dosis de AstraZeneca completaran la pauta con una segunda de Pfizer-BioNTech, pero la mayoría se negaron y optaron por no cambiar de suero.
España, como el resto de países de la Unión Europea, hace ya meses que apostó por las vacunas de ARN mensajero como pilar de su estrategia de vacunación. Lo hizo en cuanto tuvo suficientes dosis de este tipo de sueros y fue dejando atrás, salvo casos especiales con Janssen, el resto. En el caso de AstraZeneca, además, los raros pero graves casos de trombos detectados y, sobre todo, la crisis vivida entre la Comisión Europea y la compañía farmacéutica aceleraron la práctica desaparición de esta vacuna en la estrategia de vacunación. El resultado es que ahora no habrá dosis si se aprueba el tercer pinchazo para los mayores de 65 años (o de 60) —el Reino Unido, por ejemplo, sí lo ha aprobado—, por lo que las personas de este grupo de edad que la quieran deberán recibir la llamada pauta heteróloga.
La estrategia de vacunación, recogida en un documento que ya ha sido actualizado en ocho ocasiones, ha seguido el principio básico de ir administrando las vacunas disponibles a medida que llegaban a España a los grupos considerados de mayor riesgo. Esto ha hecho que, con el paso del tiempo, las pautas administradas dibujen un mosaico con teselas distintas según el tramo de edad y el momento de los pinchazos. Alguna de ellas, incluso, oculta alguna incógnita no resuelta por Sanidad ni las comunidades.
Las que siguen son, ordenadas por edad, la situación de las personas que han recibido las distintas vacunas:
Mayores de 80 años. Como uno de los grupos de mayor riesgo, fue de los más rápidos en vacunarse, y en la segunda mitad del pasado mayo prácticamente el 100% de los 2,9 millones de personas que lo forman ya había recibido la segunda dosis. La gran mayoría ha sido vacunada con el suero de Pfizer-BioNTech por un tema de calendario —esta fue la primera vacuna en llegar en grandes cantidades en las primeras fases de la campaña—, aunque una parte también pudo recibir la de Moderna. Aunque la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aún no se ha pronunciado sobre la tercera dosis de este último suero en personas no inmunodeprimidas —sí ha avalado la de Pfizer-BioNTech y está previsto que lo haga en los próximos días con la de Moderna—, el anuncio hecho por el Ministerio de Sanidad del martes daba por sentado que los mayores de 80 años recibirán la misma tercera dosis de vacuna ARN mensajero que las dos primeras. Será, también por calendario y salvo los inmunodeprimidos, a los que ya se les ha empezado a inyectar, el primer grupo en recibir la tercera dosis, ya que esta se administrará al menos seis meses después de la segunda.
De 70 a 79 años. Formado por 3,9 millones de personas, este grupo alcanzó el 97% de vacunados con la pauta completa el 30 de junio. En su mayor parte, también han sido inmunizados con Pfizer-BioNTech, aunque una pequeña parte también ha recibido Moderna y otra más importante —Sanidad no ha ofrecido los datos por vacunas y tramos de edad— la vacuna monodosis de Janssen. Qué va a suceder con este último grupo es precisamente una de las mayores incógnitas pendientes de resolver. Johnson & Johnson, la matriz de Janssen, ya ha solicitado ante el regulador de Estados Unidos, la FDA, la autorización para la dosis de refuerzo (en este caso una segunda dosis). Sus datos muestran que la protección frente a una covid moderada o severa alcanza el 94% con el segundo pinchazo frente a poco más del 70% que habían mostrado algunos estudios.
De 65 a 69 años. Este grupo, formado por cerca de 2,6 millones de personas (aproximadamente el doble si se amplía hasta los 60 años), ha sido mayoritariamente vacunado con AstraZeneca, aunque en algunos casos también han podido recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech y la de Moderna. Algunas comunidades, como Navarra, han accedido a vacunar con estos dos últimos sueros a las personas que declinaban inmunizarse con el de AstraZeneca. Cuando la Comisión de Salud Pública, como es previsible, adopte la decisión de reducir hasta los 65 años (o 60) la población que recibirá la tercera dosis, ofrecerá en todos los casos vacunas de ARN mensajero.