Italia exigirá estar vacunado o presentar prueba negativa de covid para el interior de bares y restaurantes
A partir del 6 de agosto el certificado verde será necesario para acceder a espectáculos y competiciones deportivas, museos y eventos culturales, piscinas, gimnasios, parques temáticos, centros sociales o casinos
El Ejecutivo italiano, que preside Mario Draghi, ha aprobado este jueves la implantación del certificado verde (el salvoconducto que acredita la vacunación) para acceder progresivamente a los espacios públicos. La iniciativa del Gobierno de coalición —todos los partidos excepto Hermanos de Italia— es casi idéntica a la francesa y constituye, básicamente, una fórmula técnica para obligar a toda la población a va...
El Ejecutivo italiano, que preside Mario Draghi, ha aprobado este jueves la implantación del certificado verde (el salvoconducto que acredita la vacunación) para acceder progresivamente a los espacios públicos. La iniciativa del Gobierno de coalición —todos los partidos excepto Hermanos de Italia— es casi idéntica a la francesa y constituye, básicamente, una fórmula técnica para obligar a toda la población a vacunarse. El nivel de restricción alcanzará ya en agosto el interior de los bares y los restaurantes, donde no se podrá consumir sentado sin estar vacunado con, al menos, una dosis. Sí se podrá seguir consumiendo en barra o en las terrazas sin estar inmunizado. “Invito a todos los italianos a vacunarse y a hacerlo rápido. Deben protegerse a ellos y a sus familias”, lanzó Draghi en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. También se podrá conseguir el certificado verde durante 48 horas aportando una prueba negativa de coronavirus.
El certificado verde es consecuencia directa de un creciente número de contagios con la variante delta y de una ralentización del ritmo de vacunación entre las franjas más jóvenes debido a las vacaciones de verano. Pero, sobre todo, es también una manera de persuadir a quienes tienen dudas sobre la conveniencia de hacerlo. En Italia es muy fuerte el movimiento antivacunas y algunos partidos, especialmente en el sector de la derecha populista como la Liga, están intentando obtener réditos electorales respaldando algunas de esas tesis. De hecho, ha sido Matteo Salvini quien más obstáculos ha puesto para que se aprobase la medida en el Ejecutivo de unidad. Draghi le respondió directamente y sin tapujos a preguntas de los periodistas sobre esta cuestión. “La llamada a no vacunarse es una llamada a morir. Además, sin vacunación se debe cerrar todo, sabemos ahora que gracias a la vacuna las consecuencias en las UCI y en los fallecimientos son menos fuertes. Y me paro aquí”.
La implantación del certificado (hasta ahora ha habido ya 40 millones de descargas), como explicó el primer ministro, comenzará a partir del 6 de agosto, cuando será obligatorio tener al menos una de las dosis de la vacuna para cualquier actividad de carácter público en espacios cerrados. En septiembre, apuntan algunas fuentes, ya se pedirán las dos dosis para las mismas actividades y, a mitad de mes, podría exigirse también para entrar en el transporte público. Pero ese punto ha quedado, de momento, fuera del decreto aprobado por el Consejo de Ministros. “La elección era seguir como normalmente con los parámetros precedentes o introducir el certificado y cambiar los parámetros para poder tener abiertas las regiones”, señaló Draghi.
A partir del 6 de agosto se necesitará ya el certificado con una dosis para restaurantes cerrados y consumo en mesas para personas de 12 años o más (casi dos tercios de los italianos cumplen ese requisito ya). Pero también para espectáculos y competiciones deportivas, museos y eventos culturales, piscinas, gimnasios, parques temáticos, centros sociales o casinos. “El mensaje que queremos dar es positivo. Queremos evitar que un crecimiento de los contagios conlleve el cierre de la actividad comercial. Vacunarse, vacunarse y vacunarse”, exclamó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, también presente en la rueda de prensa. Las discotecas, también se precisó, permanecerán cerradas.
La mayoría de sectores económicos y sociales, pese a la resistencia de los antivacunas, está de acuerdo en implantar el certificado para las principales actividades que se desarrollen en espacios públicos o concurridos. También la patronal de empresarios, que ha propuesto que sea obligatorio para ir a trabajar. Algo que ha suscitado las críticas de los sindicatos. De momento, esta medida no se aplicará en Italia. “Lo estamos pensando y debemos discutirlo con los sindicatos”, matizó Draghi.
El Ejecutivo italiano, además, prolongará el estado de emergencia (finalizaba el 31 de julio) hasta el final de año. Una herramienta que el Gobierno considera indispensable para seguir aplicando medidas como la de los tres niveles de riesgo de las regiones, que continuará vigente con este decreto.
En España, el requisito de vacunación o prueba negativa para acceder a la hostelería solo se ha aprobado en Galicia y para municipios con la covid desatada. La Xunta exigirá desde el próximo sábado el certificado para acceder al interior de bares y cafeterías en 36 municipios, incluidos Vigo, Ourense, Pontevedra, O Grove y Sanxenxo. Este requisito ya era obligatorio desde el pasado martes en todos los locales de ocio nocturno de la comunidad. Otras comunidades también piden estar inmunizado o prueba negativa de covid para acceder a discotecas, pero Galicia es la primera en España que da el paso con bares y restaurantes.