Bruselas amplía sus poderes para prohibir la exportación de vacunas fuera de la Unión Europea
La Comisión Europea planea poder bloquear el suministro a otros países que ahora no venden a los Ventisiete, como el Reino Unido
La Unión Europea quiere pasar de las amenazas a los hechos. La Comisión Europea se dotará este miércoles de mayores poderes para poder bloquear la exportación de vacunas de covid-19. Bruselas, que hasta ahora solo podía emplear ese recurso en caso de incumplimiento de contrato, quiere poder garantizar el suministro de las dosis necesarias a los socios de la UE, si es necesario, vetando la salida de vacunas a países que no ex...
La Unión Europea quiere pasar de las amenazas a los hechos. La Comisión Europea se dotará este miércoles de mayores poderes para poder bloquear la exportación de vacunas de covid-19. Bruselas, que hasta ahora solo podía emplear ese recurso en caso de incumplimiento de contrato, quiere poder garantizar el suministro de las dosis necesarias a los socios de la UE, si es necesario, vetando la salida de vacunas a países que no exportan o que no las necesitan, según avanzaron fuentes comunitarias a EL PAÍS. La medida va claramente dirigida a AstraZeneca, que ha desbaratado el calendario de vacunación previsto por Bruselas al incumplir los contratos. Sin embargo, las fuentes consultadas advierten de que podría aplicarse a cualquier compañía.
Con la nueva ola de contagios extendiéndose a lo largo y ancho del continente europeo, Bruselas adoptará este miércoles nuevas medidas para asegurarse el suministro de dosis que le permitan llegar al objetivo de inmunizar al 70% de la población adulta a finales de verano. La decisión se hará pública justo un día antes de que los líderes europeos evalúen en una cumbre virtual los tres primeros meses de campaña. En ese periodo, la UE ha logrado vacunar por completo (con dos dosis) a apenas el 4,5% de la población europea a causa de los retrasos, incumplimientos y tropiezos que han llegado de la mano de la compañía anglosueca AstraZeneca, que ha reducido las entregas previstas para todo el primer semestre del año de 270 millones de dosis a solo 100 millones.
Bruselas dispondrá a partir de abril de nuevas vacunas, pero ha decidido rearmarse para poder frenar las exportaciones en caso de que siga teniendo problemas para que estas lleguen a sus ciudadanos. Por ahora, la UE solo ha bloqueado un envío de viales de AstraZeneca a Australia desde Italia escudándose en el artículo del reglamento sobre autorizaciones a la exportación que fija que estas solo se expedirán si su volumen no compromete la ejecución del contrato que la compañía haya firmado con la UE.
La Comisión ahora irá más lejos y se valdrá de otros criterios para juzgar si debe dar luz verde a las exportaciones, lo que en última instancia permitirá prohibir exportaciones aunque la compañía cumpla con lo estipulado con Bruselas. Según las fuentes consultadas, las decisiones se basarán sobre todo en dos parámetros más: la reciprocidad y la proporcionalidad. El primero tiene que ver con cuántas vacunas exporta el país de destino, lo que apunta directamente a Londres. El Reino Unido no ha exportado ni un vial a la Unión Europea, mientras que a la inversa se han vendido más de 10 millones de dosis. En gran parte, el salto británico en vacunación se explica también por el uso de dosis de BioNTech-Pfizer, producidas en Europa.
En cualquier caso, la UE también tendrá en cuenta que la medida sea “proporcional”, es decir, valorará la situación epidemiológica e inmunitaria en la que se halla el país de destino. Eso permitirá no discriminar a los más desfavorecidos, pero también priorizar a los países de la UE en un momento en el que la proporción de población vacunada es del 110% en Israel (se necesitan dos dosis para la inmunización), del 77% en Emiratos Árabes, del 47% en Chile, o del 46% en el Reino Unido. En la UE, es del 10,4%.
Tapar posibles coladeros
Los nuevos criterios que maneja la Comisión Europea, pues, abren la puerta a que se puedan vetar envíos de otras compañías que estén cumpliendo sus contratos, que se evalúan de forma trimestral. Fuentes comunitarias explicaron que, por ejemplo, también podría prohibirse la exportación en caso de advertir que una empresa está demorando sus entregas mensuales a la UE y, en cambio, está exportando grandes cantidades a terceros países.
El Ejecutivo de Ursula von der Leyen quiere, por último, tapar todos los agujeros por el que puedan colarse las compañías para burlar su control. Para ello, restringirá al máximo los países para los que no se requiere el visto bueno a los más vulnerables –los incluidos en la iniciativa Covax— y se dejarán fuera otros Estados vecinos que no pertenecen a la UE pero sin dificultades para adquirir la vacuna. Bruselas pretende que de esa forma los países miembros puedan vigilar que no se produzca un envío de dimensiones anómalas que, en realidad, tuviera como destino final otro país distinto. Las medidas, además, deben servir también para prevenir la posibilidad de que algunos países puedan especializarse en el llamado “turismo de vacunas” con dosis fabricadas en Europa.
Algunos líderes europeos ya llamaron en la última cumbre europea a endurecer las restricciones a la exportación para garantizar el suministro en la Unión. Bruselas rechaza que esa medida suponga replegarse, puesto que desde la UE se han exportado ya 45 millones de vacunas a todo el mundo. Sin embargo, las fuentes consultadas resaltan que se pretende hallar la vía de que las compañías cumplan con lo pactado y de que las principales potencias compartan la carga a escala mundial, en especial cuando la situación sanitaria en Europa vuelve a deteriorarse y, además, Johnson and Johnson anuncia ya retrasos en las primeras entregas de la primera vacuna de una sola dosis que se dispensará en toda la UE.