Preacuerdo de las comunidades para restringir la movilidad durante la Semana Santa
La Comisión de Salud Pública pacta mantener el cierre perimetral autonómico, el toque de queda de 22.00 a 6.00 y la prohibición de los eventos masivos, lo que apunta a la suspensión de las grandes procesiones
Las comunidades y el Ministerio de Sanidad han acordado prolongar las restricciones sociales durante la Semana Santa. La Comisión de Salud Pública, formado por el ministerio y los responsables autonómicos de salud pública, ha avalado mantener el cierre perimetral autonómico y el toque de queda de 22.00 a 6.00 durante las fiestas. El acuerdo, que tendrá que ser ratificado por el Consejo Interterritorial la semana que viene, también contempla ...
Las comunidades y el Ministerio de Sanidad han acordado prolongar las restricciones sociales durante la Semana Santa. La Comisión de Salud Pública, formado por el ministerio y los responsables autonómicos de salud pública, ha avalado mantener el cierre perimetral autonómico y el toque de queda de 22.00 a 6.00 durante las fiestas. El acuerdo, que tendrá que ser ratificado por el Consejo Interterritorial la semana que viene, también contempla la prohibición de los eventos masivos que impliquen aglomeraciones, lo que apunta a la suspensión de las grandes procesiones pascuales. Las autonomías han acordado, además, la limitación de reuniones en espacios públicos o privados a como máximo cuatro personas en el exterior y en el interior y evitar las reuniones de no convivientes en domicilios o espacios cerrados.
La inestabilidad de la situación epidémica, con la curva de bajada, pero aún en riesgo elevado de transmisión, obliga a perpetuar las restricciones. La incidencia acumulada a 14 días en España se sitúa en 153 casos por 100.000 habitantes. “Se ha alcanzado un interesante nivel de consenso. Las medidas incluyen actuaciones que buscan bajar la interacción social”, ha explicado la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. Uno de los puntos acordados por las comunidades y el ministerio es “no bajar el nivel de alerta en el que se encuentran las autonomías desde las dos semanas previas al inicio de la Semana Santa, aunque los indicadores sean favorables, y por tanto, mantener las medidas establecidas en ese momento”.
Solo Madrid, precisamente una de las comunidades con la incidencia más elevada (253 casos por 100.000), se ha posicionado en contra de las medidas acordadas en la Comisión de Salud Pública, informa Isabel Valdés. “Hemos votado en contra de la propuesta. No estamos de acuerdo ni en el cierre perimetral, ni en bajar de 23.00 a 22.00 el toque de queda ni en reducir las terrazas de 6 a 4 personas por mesa”, ha apuntado un portavoz de la Consejería de Sanidad. Y ha agregado: “Desaconsejan reuniones en casa... Y Madrid lo tiene prohibido hace semanas. Esto es más sensato. Es fundamental que la gente no se reúna en casas. Son espacios cerrados donde normalmente la gente se quita la mascarilla”. En Madrid están prohibidos los encuentros en casas, pero con excepciones, como las personas que viven solas, que pueden visitar a otra persona, o las parejas que viven en casas distintas.
“Sabemos que no todas las semanas del año son iguales en la traducción que tienen en la movilidad. Sabemos por la experiencia acumulada en los pasados meses cómo ha impactado en el aumento de la transmisión. Estamos en un momento absolutamente crítico: empezamos a rozar de cerca la esperanza de la vacuna, pero no hemos conseguido una cobertura suficiente y también tenemos la amenaza de otras variantes cuya respuesta a la vacuna fuera distinta. De ahí la necesidad de que en una época en la que aumenta movilidad y se producen eventos multitudinarios se haga un endurecimiento de las medidas”, ha justificado Calzón. Sanidad recomienda evitar todos aquellos viajes que no sean necesarios y alerta de que los eventos en espacios cerrados seguirán las normas de aforo según el nivel de alerta de cada comunidad autónoma.
Los expertos consultados celebran el consenso en las restricciones, pero urgen a no bajar las medidas de control antes de la Semana Santa. Hasta que el acuerdo alcanzado no se ratifique en el Consejo Interterritorial, no obstante, no será efectivo. “Nos jugamos mucho como para arriesgarnos a un tropiezo. La situación epidémica ha mejorado, pero estamos lejos de los niveles de tranquilidad. Si aflojamos en las restricciones, podemos tener un rebrote y pondríamos en peligro la recuperación en la segunda mitad del año”, apunta Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.
Coincide Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Lo que sería un error garrafal sería levantar las restricciones para Semana Santa porque nos puede llevar a un repunte y una cuarta ola. Lo mínimo es mantener el cierre perimetral y el toque de queda, pero también que se haga un cumplimiento riguroso de las restricciones en espacios cerrados”. Infante lamenta, no obstante, el toque de queda “benevolente” que estableció el decreto de estado de alarma y señala que hubiese sido más favorable adelantarlo unas horas.
Aire a las residencias
La Comisión de Salud Pública también ha acordado dar aire a las residencias, donde más del 85% de las personas institucionalizadas ya han culminado la pauta de vacunación. Sanidad y las autonomías han acordado flexibilizar las visitas y las salidas de los residentes previa valoración individualizada, aunque se tendrán que mantener las medidas de protección, como el uso de las mascarillas y la ventilación adecuada de los espacios.
El documento también contempla permitir “las actividades grupales y el uso de las zonas comunes dentro del centro manteniendo las medidas de vigilancia contenidas en los Planes de Contingencia”. Las comunidades y Sanidad han acordado suspender las pruebas diagnósticas generalizadas a la salida y reingreso de residentes vacunados y se limitarán solo a las personas que no han sido inmunizadas.