Más de seis millones de mayores de 70 años recibirán la vacuna de la covid-19 a partir de marzo

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas ultiman los detalles de la siguiente fase del plan de vacunación. Tras lo que está siendo una accidentada primera etapa que incluye a residencias, sanitarios y grandes dependientes, el siguiente grupo que se vacunará será el de los mayores de 70 años, que si el ritmo de vacunación se mantiene, comenzará en marzo. Dependiendo de la llegada de dosis y de si se aprueban nuevas vacunas, podría adelantarse o retrasarse el plazo, según señalan a EL PAÍS fuente...

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas ultiman los detalles de la siguiente fase del plan de vacunación. Tras lo que está siendo una accidentada primera etapa que incluye a residencias, sanitarios y grandes dependientes, el siguiente grupo que se vacunará será el de los mayores de 70 años, que si el ritmo de vacunación se mantiene, comenzará en marzo. Dependiendo de la llegada de dosis y de si se aprueban nuevas vacunas, podría adelantarse o retrasarse el plazo, según señalan a EL PAÍS fuentes conocedoras del plan. Solo falta ajustar cómo será la estratificación por edades, algo que prevé decidir este miércoles la ponencia de alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

Aunque la estrategia es nacional, y la debe marcar el CISNS, existen autonomías, como Andalucía y Navarra, que ya se han adelantado anunciando que el de mayores será el siguiente grupo en recibir la vacuna. En total, son 6,8 millones de personas de más de 70 años en toda España (a las que hay que restar las alrededor de 380.000 ya vacunadas que están en residencias), que recibirán una citación por parte de su centro de salud. Quienes no puedan desplazarse recibirán la visita de las enfermeras. “Será algo muy similar a lo que sucede con la vacuna de la gripe”, explican fuentes de una comunidad autónoma que está preparando el plan.

Amós García Rojas, presidente de la Sociedad Española de Vacunología y miembro del comité que está diseñando el plan nacional de vacunación explica que, a falta de aclarar detalles, lo lógico es que en primer lugar se cite a los mayores de 90, para seguir con los que superan 80 y continuar con los de más de 70. “Tras estos, llegarían los enfermos con patologías de riesgo de otras edades”, apunta. Estos son ocho millones de personas, a los que seguirán, según García Rojas trabajadores esenciales (5,3 millones si se incluye a los docentes), aunque todo dependerá de las vacunas que haya disponibles en cada momento, lo que podría hacer que se simultaneasen varios grupos.

La priorización se basa en la vulnerabilidad de los mayores. El 66,5% de todos los fallecimientos oficiales por covid en España en la segunda ola se corresponde con mayores de 80 años, aunque solo suman el 6% de la población. Y si a este colectivo se le añade el de los que sobrepasan los 70, el porcentaje supera el 86% de los decesos, según datos del Instituto de Salud Carlos III. Es decir, con los mismos niveles de contagio, si se consigue inmunizar a toda esta población, habría casi nueve veces menos muertes por covid.

Por esta razón, la Comisión Europea ha establecido este martes el objetivo de que los países miembros vacunen en marzo como mínimo al 80% de los profesionales sanitarios y sociales y al 80% de los mayores de 80 años. Para finales de agosto, los países deberían haber logrado inmunizar al 70% de su población adulta. La propuesta del Ejecutivo comunitario, que no goza de la fuerza de un reglamento o una directiva, sí marca las líneas maestras de lo que se espera de los Veintisiete. La Comisión cree que “es perfectamente posible” cumplir con estos objetivos que “suenan ambiciosos, pero son realistas”, han explicado en rueda de prensa el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, y la comisaría de Salud, Stella Kyriakides. “En las próximas semanas tendremos nuevas autorizaciones y llegarán muchas más dosis de nuestros acuerdos de precompra al mercado de la UE”, ha añadido el griego Schinas. Para “acelerar” la campaña, la Comisión se compromete a seguir trabajando, con el apoyo del Banco Europeo de Inversiones, en “maximizar la capacidad de producción” de las compañías farmacéuticas, a “desarrollar un programa de entrega transparente” junto a las empresas de las diferentes vacunas y a establecer junto al Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) “un sistema que supervise el progreso del despliegue de las vacunas”.

Hay países, como Alemania o el Reino Unido, donde empezaron directamente por los mayores de 80 años, al mismo tiempo que las personas que vivían en residencias. En Francia, el lunes se abrió el turno para los mayores de 75 años que sufran una patología que les haga correr un “alto riesgo” de desarrollar una forma grave de covid-19. Eran ellas las que tenían que solicitar cita, lo que ha provocado un colapso en los sistemas de atención.

Citas y retos logísticos

García Rojas cree que en España no debería haber un problema similar. “El sistema público tiene músculo y las personas están perfectamente localizadas gracias a su historia clínica. Sí es cierto que es una vacunación muy compleja por la cantidad de población y por la logística que requiere, distinta de las vacunas que se ponen en el calendario vacunal español”, señala. Como añade Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología, el proceso de inmunización se ha acelerado mucho cuando ha llegado al personal sanitario, que es muy fácil de localizar, pero habrá que comprobar si no se vuelve a ralentizar de nuevo cuando comiencen las citas al resto de la población.

Para esto no habrá que esperar a marzo. Dentro de la primera fase, el siguiente grupo es el de los sanitarios que no trabajan en primera línea y el de grandes dependientes no institucionalizados (los que están en residencias ya han sido vacunados). Estos tendrán que comenzar de forma inminente a recibir citas, y en su grandísima mayoría, a recibir visitas domiciliarias de los equipos de enfermería, lo que supondrá un nuevo reto logístico, ya que no se tratará como hasta ahora de ir a un lugar a vacunar a un grupo de personas, sino de pinchazos individualizados a domicilio.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas han recibido 1,1 millones de dosis, de las que han administrado 966.097, el 84,5%. En la primera fase, el objetivo era vacunar a casi 2,5 millones de personas (1,7 millones de sanitarios, 380.000 personas que viven en residencias y 367.000 grandes dependientes), que requieren doble pinchazo. Es decir, se han administrado alrededor de una quinta parte de las dosis para alcanzar este primer hito.

Con información de Guillermo Abril, Silvia Ayuso y Elena G. Sevillano.

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