La UE adelanta los plazos para iniciar la vacunación antes de que acabe el año
La Agencia Europea del Medicamento anticipa al 21 de diciembre la reunión para aprobar la inmunización de Pfizer en medio de las presiones de varios Gobiernos europeos
La Unión Europea pisa el acelerador para empezar a vacunar contra la covid cuanto antes. De hecho, si todo va según lo previsto, los países de la UE podrán comenzar a inmunizar este mes. Después de que el Reino Unido y Estados Unidos autorizaran la vacuna de Pfizer y BioNTech, la presión por...
La Unión Europea pisa el acelerador para empezar a vacunar contra la covid cuanto antes. De hecho, si todo va según lo previsto, los países de la UE podrán comenzar a inmunizar este mes. Después de que el Reino Unido y Estados Unidos autorizaran la vacuna de Pfizer y BioNTech, la presión por parte de varios Gobiernos europeos, entre ellos Alemania, era creciente y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha adelantado la cita clave. Tras horas de especulaciones, el ente regulador ha anunciado este martes que avanza al próximo lunes, 21 de diciembre, la reunión de su comité científico, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), para decidir si aprueba esta vacuna. El encuentro estaba previsto para el 29 de diciembre “como muy tarde”.
Los expertos consultados coinciden en que este acelerón no es, ni mucho menos, peligroso y, de facto, poco impacto tendrá en la calle. “Puede condicionar que se adelante un poco la llegada de las vacunas, pero no tiene repercusión negativa”, zanja Fernando Moraga-Llop, de la Asociación Española de Vacunología. “La EMA es bastante conservadora en esto. Y no da puntada sin hilo; ese detalle del ‘como muy tarde’ ya daba a entender que posiblemente podría estar antes si se presentaban los datos y se contestaban las preguntas”, añade César Hernández, jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
En cualquier caso, el ente regulador no garantiza alcanzar una decisión final el día 21, por lo que apunta en un comunicado que “la reunión prevista para el 29 de diciembre se mantendrá si es necesario”. Si el lunes la vacuna cuenta con el visto bueno de la agencia, ya solo necesitaría la luz verde de la Comisión Europea, un proceso que sería cuestión de “días”, tal y como ha reiterado el Ejecutivo comunitario en varias ocasiones. “Cada día cuenta: trabajamos a toda velocidad para autorizar vacunas contra la covid-19 seguras y efectivas”, ha dicho este martes Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, a través de Twitter.
En el caso de los países que ya han empezado a inmunizar, el tiempo entre el visto bueno de las agencias reguladoras y el primer pinchazo se reduce a pocos días. El Reino Unido autorizó la vacuna de Pfizer el 2 de diciembre y seis días después una enfermera vacunaba en Coventry a la anciana de 90 años, Margaret Keenan, la primera británica inmunizada. La agencia reguladora estadounidense (FDA) dio su aval a la vacuna el pasado viernes y el lunes se puso la primera inyección en Nueva York.
Los expertos advierten, no obstante, de que el baile de fechas de una semana a otra no impactará en la población. Sobre todo, porque las vacunas llegarán a cuentagotas. “Dadas las escasas dosis que van a llegar, no es tan importante si llega unos días antes o después. Lo importante es si está todo preparado para una vacuna de distribución muy compleja como la de Pfizer”, insiste Rafael Vilasanjuan, miembro del consejo de dirección de Gavi (la alianza global para la vacunación).
Sin fecha concreta
Aunque aún no se ha señalado un día oficial en el calendario, Bruselas siempre ha defendido que el despliegue de las dosis se haga de una forma coordinada y solidaria entre los 27 países, para evitar recelos y el surgimiento de un peligroso nacionalismo de vacunas. La semana pasada, los jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en el último Consejo Europeo del año, propusieron concertar en la medida de lo posible la campaña. Una fuente europea de alto rango aseguraba que se iba a valorar un arranque “a lo largo de una especie de ‘semana europea de la vacunación”.
Fuentes de Pfizer aseguran que podrían iniciar los primeros envíos de la vacuna, cuyo centro de producción en la UE se encuentra en Bélgica, “posiblemente en las horas siguientes a la recepción de la autorización”, señalan por correo electrónico.
El Ejecutivo comunitario ha suscrito un contrato con Pfizer y BioNTech para el suministro de hasta 300 millones de dosis, que daría para inmunizar a 150 millones de personas, ya que son vacunas de doble pinchazo. A través de la llamada estrategia europea de vacunas, la Comisión ha negociado en nombre de los Veintisiete la precompra de una cartera de cerca de 2.000 millones de dosis de vacunas, que se repartirán en función de la población.
“La vacuna está preparada para enviar en cuanto se apruebe. Puede llegar antes de fin de año, pero muy pocas dosis. Ni siquiera la UE ha dado la cifra exacta de momento. Si es similar a Estados Unidos, la UE recibirá entre dos y tres millones de dosis en enero”, recalca Vilasanjuan. El Ministerio de Sanidad insiste en que no hay una fecha concreta para empezar a vacunar, aunque el ministro Salvador Illa aseguró la semana pasada que en menos de un mes —es decir, antes del 10 de enero— llegarían las vacunas a España. “Trabajamos para estar preparados en el momento en que sea posible, pero la fecha exacta no se conoce”, insiste una portavoz.
A diferencia del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, que han autorizado las vacunas por procedimientos de emergencia, la UE siempre ha defendido una “autorización comercial general” de la vacuna, siguiendo el proceso exigente y garantista de la EMA. Sin embargo, las imágenes del inicio de la inmunización con las vacunas de Pfizer/BioNTech en otros países occidentales han ido haciendo mella, despertando ciertos recelos en la UE y, sobre todo, en Alemania, país que ostenta la presidencia europea hasta final de año y donde tiene su sede el laboratorio que ha desarrollado los pinchazos.
Presiones
Alemania, que vive un repunte de la segunda ola de la pandemia que ha obligado a cerrar los colegios y el comercio no esencial, ve estos días cómo otros países han comenzado a administrar una vacuna producida en parte por una empresa alemana, mientras sus ciudadanos no pueden acceder aún a ella. “Nuestro objetivo es que haya una autorización antes de Navidad y que podamos empezar a vacunar este año. Todos sabemos que cuanto antes, mejor”, auguraba el lunes el ministro de Salud alemán, Jens Spahn. Fuentes comunitarias citadas por Reuters aseveran que ha existido una creciente presión sobre el organismo, tanto desde la Comisión como desde distintos Gobiernos. Bruselas lo niega tajantemente: “La Comisión no ejerce ninguna presión política sobre la EMA”, afirma un portavoz.
Horas antes del anuncio, sin embargo, el ministro de Salud alemán insistió en evitar la vía de emergencia para contar con la confianza de la población —”La seguridad, primero”, dijo— y apeló a la importancia de la Unidad Europea. Según un funcionario de la EMA citado por Reuters, sin embargo, las presiones de varios Gobiernos europeos para acelerar este proceso aumentaron “a través de los canales habituales de comunicación” después de que el Reino Unido autorizase la vacuna.
La EMA ha negado estar bajo presión política para ir más rápido. Por lo general, tarda al menos siete meses en aprobar una vacuna tras tener los datos completos de los fabricantes. Ahora, según han explicado, trabajan incluso en turnos de noche en la evaluación de la vacuna.
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