Facebook bloquea la retransmisión de la muerte en directo de Alain Cocq
El francés de 57 años, que padece una enfermedad incurable, asegura que buscará una alternativa para continuar su batalla por el derecho a una muerte digna
Alain Cocq quería que el mundo viera en directo su agonía para concienciar a Francia y al mundo de la necesidad de garantizar, por ley, una muerte digna a aquellos enfermos terminales que no deseen continuar su sufrimiento. A pesar de que este francés de 57 años había asegurado que no emitiría imágenes que pudieran herir la sensibilidad, Facebook se lo ha impedido. La red social ha bloqueado este sábado la retransmisión e...
Alain Cocq quería que el mundo viera en directo su agonía para concienciar a Francia y al mundo de la necesidad de garantizar, por ley, una muerte digna a aquellos enfermos terminales que no deseen continuar su sufrimiento. A pesar de que este francés de 57 años había asegurado que no emitiría imágenes que pudieran herir la sensibilidad, Facebook se lo ha impedido. La red social ha bloqueado este sábado la retransmisión en directo que comenzó el activista aquejado de una enfermedad rara incurable y degenerativa desde la cama medicalizada de su apartamento en Dijon la pasada medianoche, cuando abandonó su tratamiento y dejó de alimentarse e hidratarse para “apagarse” poco a poco.
“Facebook me bloquea la difusión de vídeos hasta el 8 de septiembre. La pelota está en vuestro campo”, anunció Cocq en su cuenta, en la que también publicó la dirección de la sede en París de Facebook y animó a sus seguidores a manifestar su repulsa por este gesto.
El francés ha calculado que tardará como mucho unos cuatro o cinco días en fallecer, aunque su entorno cree que podría ser bastante menos tiempo, en vista del deterioro de su estado, por lo que el bloqueo hasta el día 8 impuesto por Facebook significa que probablemente no podrá cumplir su plan de retransmitir en directo el proceso por esta vía.
Según había explicado en una entrevista con este diario el viernes, pocas horas antes de parar su tratamiento, su idea era mostrar cómo se “apaga” pero sin emitir imágenes “basura”.
“No va a haber ninguna imagen basura, esto no es para mirones. La cámara estará colocada sobre mi cabeza y quizás al nivel de mi torso, pero no más. Cuando me tengan que hacer algún cuidado, se girará la cámara. Las imágenes solo serán difundidas desde que me despierto y hasta el atardecer. No quiero imágenes basura. Serán imágenes duras, pero conformes a mi pudor personal. Solo se verá cómo me apago”.
Aun así, para la red social se trata de una violación de sus normas.
“Aunque respetamos su decisión de querer llamar la atención sobre esta cuestión compleja, con base en los consejos de expertos hemos tomado medidas para impedir la difusión en directo desde la cuenta de Alain, porque nuestras reglas no permiten la representación de intentos de suicidio”, dijo un portavoz de Facebook a la Agencia France Presse.
Cocq ha anunciado que está buscando una alternativa para continuar su retransmisión, algo que espera lograr en las próximas 24 horas. Mientras, el activista por los derechos de los discapacitados y por el derecho a morir dignamente ha pedido apoyo para presionar a la red social para que cambie de parecer.
“No dudéis en hacerle saber a Facebook lo que pensáis de sus métodos de discriminación inicuos y de obstrucción a la libertad de expresión, derecho imprescriptible para todo ciudadano francés y europeo. Llamad a vuestros diputados franceses y europeos, a vuestros senadores, al Gobierno, a la presidencia de la república para protestar contra la violación de este derecho fundamental por parte de Facebook, para que pare de inmediato”, escribió Cocq.
Su último vídeo data de la noche del viernes, justo después de haber ingerido su último alimento. “Sé que los días que me esperan van a ser muy difíciles, sobre todo ante el calor que se ha anunciado, pero he tomado mi decisión y estoy sereno”, aseguró una vez más.
En Francia no es legal ni el suicidio asistido ni la eutanasia. Solo existe la ley Claeys-Léonetti sobre el fin de vida, que permite una sedación profunda de pacientes terminales, pero solo en aquellos que sufren “una enfermedad grave e incurable y cuyo pronóstico vital esté comprometido a corto plazo”. Cocq quería una “ayuda médica” para que su muerte sea rápida y menos dolorosa, y para ello escribió al presidente francés, Emmanuel Macron, pidiéndole que intercediera para lograr una excepción a la ley. El viernes, recibió una respuesta de puño y letra del mandatario explicándole que no podía “acceder a su petición” puesto que lo que le pide es “una ayuda activa para morir que, actualmente, no está permitida en nuestro país”. A raíz de esta respuesta, Cocq inició su plan de parar su tratamiento y retransmitir su muerte, como un último “combate” por el derecho a una muerte digna del que él no podrá beneficiarse.