La ‘rebelión de las canas’ se apunta una victoria frente al Gobierno de Iván Duque en Colombia
Una jueza considera que el estricto aislamiento de las personas mayores de 70 años es exagerado y deben gozar de más tiempo al aire libre
El grupo de ilustres septuagenarios que ha liderado el capítulo local de la “rebelión de las canas” en Colombia se ha apuntado este viernes una resonante victoria. Alegaban que las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno de Iván Duque para los adultos mayores hasta el mes de septiembre vulneraban sus derechos a la igualdad, la libertad de locomoción y ...
El grupo de ilustres septuagenarios que ha liderado el capítulo local de la “rebelión de las canas” en Colombia se ha apuntado este viernes una resonante victoria. Alegaban que las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno de Iván Duque para los adultos mayores hasta el mes de septiembre vulneraban sus derechos a la igualdad, la libertad de locomoción y el libre desarrollo de la personalidad. Una jueza de Bogotá les concedió la razón y decidió que algunas de esas restricciones deberán dejar de aplicarse hasta que la Corte Constitucional defina su legalidad.
Las autoridades, además, deben volver a reglamentar el tiempo para el ejercicio físico al aire libre de los mayores de 70 años, las condiciones de aislamiento y la manera de mitigar sus riesgos mentales y físicos después de consensuarlo con los demandantes y varias instituciones: el Instituto para el Envejecimiento de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, el Instituto Nacional de Salud, la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas.
Hasta ahora, los adultos mayores se encaminaban a pasar al menos un semestre prácticamente confinados en sus hogares como parte de la respuesta del Gobierno a la crisis del coronavirus. Ese grupo estaba autorizado a estar menos tiempo al aire libre que el resto de la población, como alegaban en lo que en Colombia se conoce como una acción de tutela los demandantes encabezados por el exministro de Hacienda Rudolf Hommes, de 76 años; Humberto de la Calle, de 73 años, quien fue el jefe negociador del Gobierno que selló el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC hasta hace algo más de tres años; o el empresario Maurice Armitage, de 75, hasta el pasado diciembre alcalde de la ciudad de Cali, entre otros.
Hommes, un destacado economista recordado por sus políticas de austeridad durante el Gobierno de César Gaviria (1990-1994), ha sido una de las voces más militantes al reivindicar que son un grupo de gente pensante, activa, solidaria y beligerante. “Debemos organizarnos ya como movimiento político de autodefensa para no volver a elegir mocosos abusivos de nuestros derechos y para que no sigan llamándonos abuelitos cuando nos privan de libertad”, había escrito hace meses en sus redes sociales. Este viernes consideró el fallo como un triunfo de la democracia y las libertades civiles. “La juez lo que hace es reafirmar el derecho que nosotros tenemos a la igualdad, los mayores de 70 años estábamos siendo sometidos a un tratamiento discriminatorio y exagerado”, valoró. “Nosotros somos perfectamente conscientes de que tenemos que cuidarnos, quedarnos en casa, no salir si no es absolutamente necesario”, matizó.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz, ha defendido que las medidas que habían adoptado para los adultos mayores eran proporcionales y estaban justificadas en análisis técnicos y científicos con el objetivo de protegerlos. En Colombia, un país con algo menos de 50 millones de habitantes, hay unos tres millones de personas mayores de 70 años. Ese segmento de la población representaba 1.632 de las 3.334 muertes relacionadas con la covid-19 que registraba el Ministerio de Salud a comienzos de esta semana, casi la mitad de los fallecidos (48,9%). Para este viernes, los decesos en todo el país habían escalado hasta 3.777.
Colombia se encuentra en una etapa de reactivación económica gradual, con excepciones del confinamiento tan amplias que se interpretan como un levantamiento de la cuarentena, a excepción de los niños y los adultos mayores, que se encuentran encerrados desde el 20 de marzo. Hasta ahora podían salir al aire libre tres veces a la semana por una hora en horarios puntuales, y hasta que se expidan los nuevos lineamientos lo podrán hacer dos horas diarias, como el resto de la población.
El malestar de los adultos mayores venía al alza desde que el Ejecutivo de Duque decidió prolongar hasta el 31 de agosto una cuarentena más estricta para ellos, con lo que pasarían la mitad del 2020 en “aislamiento preventivo obligatorio”. El presidente, de 44 años, intentó contener los daños al disculparse por su trato condescendiente al referirse reiterativamente a los adultos mayores como “abuelitos”, pero la semilla del descontento estaba sembrada. Muchos afectados consideraron discriminatoria la medida y se organizaron para entablar acciones legales. La tutela había sido precedida por otra del colombo-uruguayo Julio Comesaña, técnico del Junior de Barranquilla. El entrenador de 72 años alegaba que el aislamiento vulnera su derecho al trabajo, pero optó por retirarla antes de que tuviera un desenlace.
Uno de los primeros en ventilar su malestar fue el reputado periodista Daniel Samper Pizano, de 75 años. “Menos cariño y más sensatez, por favor. ¿Quiénes aconsejaron esta condena al sedentarismo? (…) ¿Qué juristas aprobaron conculcarnos los derechos que ejercen los demás? Según la ciencia, los mayores no contagiamos más que el resto, pero somos más vulnerables. Es solo relativamente cierto. A numerosos fallecidos en ancianatos los mataron la pobreza y el hacinamiento, no la edad”, escribió en una comentada columna que encendió la chispa del malestar.
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