Caballos de refresco
Ahora leo que, cual anciana que soy, voy a tener que pasear con los otros ancianos en un tramo específico del día. ¿Cómo? ¿Así? ¿Sin un besito, sin calentamiento, sin una caricia?
Soy una mujer muy disciplinada. Igual que acepté el estricto confinamiento para frenar la curva, aunque no las mías, acepto lo que venga si tiene que servir para elaborar parámetros sobre cómo manejar al bicho. O sea que saldré cuando me lo digan y como me lo digan. Ahora bien.
He pasado los últimos 30 años, conforme se iban muriendo algunas de mis mejores y más fundamentales amistades, creando otras entre la muchachada inteligente de todos los sexos. Me ha ido muy bien ...
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Soy una mujer muy disciplinada. Igual que acepté el estricto confinamiento para frenar la curva, aunque no las mías, acepto lo que venga si tiene que servir para elaborar parámetros sobre cómo manejar al bicho. O sea que saldré cuando me lo digan y como me lo digan. Ahora bien.
He pasado los últimos 30 años, conforme se iban muriendo algunas de mis mejores y más fundamentales amistades, creando otras entre la muchachada inteligente de todos los sexos. Me ha ido muy bien disponer de unos cuantos, como ellos y ellas gustan de llamarse, caballos de refresco en esta última e igualmente sorprendente etapa de mi vida. Me conectan al mundo real, me estimulan la mente y me ayudan mucho.
Y ahora leo que, cual anciana que soy, voy a tener que pasear con los otros ancianos en un tramo específico del día. ¿Cómo? ¿Así? ¿Sin un besito, sin calentamiento, sin una caricia? Suddenly, ¿el Inserso? Y mi relación con los jóvenes, ¿la mantengo por videoconferencia? Una decisión tal, queridas autoridades científicas y de las otras, seguro que tiene su razón de ser, y ya os digo que acato y respeto. Pero toda esta hermosura, este Chanel, estas baticas de algodón, ¿han de perderse por las esquinas como babas en la lluvia?
Generaciones, atentas. Tened en cuenta también el gran sacrificio que hacemos las mujeres alocadas aunque viejas, y reconocédnoslo, al menos, con un grafito en la puerta. O con Michael Fassbender, enviado por Amazon.
Esto, gobernando Paul Married (Dios lo tenga en su gloria) no sucedería.
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