Hoy dan ‘mates’ en La 2
Más de 170.000 escolares ven a diario los programas educativos de RTVE que incorporan a Ricky Rubio para sesiones de Educación Física y a escritores para contar cuentos
Raquel, de 12 años, duda cuando le preguntan qué está estudiando en Matemáticas: “¿En la tele o en el cole?”. Desde hace tres semanas, todas las mañanas Raquel y sus tres hermanos tienen una cita matinal con su nuevo profesor: el televisor. Porque en su casa no tienen la suerte de tener cinco portátiles o cinco tabletas. “Me sirve para desconectar de todo esto que me pone tan triste. Y me ayuda a repasar. ¡Y los contenidos de Ciencias Sociales me encantan! Ojalá hubiera siempre tele para aprend...
Raquel, de 12 años, duda cuando le preguntan qué está estudiando en Matemáticas: “¿En la tele o en el cole?”. Desde hace tres semanas, todas las mañanas Raquel y sus tres hermanos tienen una cita matinal con su nuevo profesor: el televisor. Porque en su casa no tienen la suerte de tener cinco portátiles o cinco tabletas. “Me sirve para desconectar de todo esto que me pone tan triste. Y me ayuda a repasar. ¡Y los contenidos de Ciencias Sociales me encantan! Ojalá hubiera siempre tele para aprender”, desea Raquel, que estudia 6º de Primaria.
Ella es una de los más de 170.000 alumnos que desde el 23 de marzo encienden la televisión para ver Aprendemos en casa, la televisión educativa que el Ministerio de Educación y Formación Profesional y RTVE han puesto en marcha para compensar la falta de clases presenciales. El objetivo: dotar de alternativas a los estudiantes sin medios tecnológicos. “Las familias están encantadas porque explican a los niños cosas que ellos a veces no pueden, ni saben. Es un alivio. Aunque los contenidos son mejorables y media hora al día por cada curso es insuficiente, es algo”, dice Nuria Hernández, directora del colegio Valle Inclán de Madrid.
El programa se puso en marcha en cuatro días, y es ya un referente. India, Francia, Portugal y el Banco Mundial han contactado con el ministerio para replicar la iniciativa. El reto era titánico: conseguir contra reloj contenidos educativos ya existentes, de calidad y que se adaptasen al currículo. Debían abordar cinco áreas educativas de los seis a los 16 años para emitir cinco horas diarias, de lunes a viernes.
Veinte técnicos de RTVE y de Educación teletrabajan clasificando materiales de editoriales, youtubers o plataformas educativas online que han cedido contenidos: “Nos reunimos por vía telemática, y diseñamos las parrillas con una semana de antelación” explica Federico Buyolo, coordinador de Aprendemos en casa y director adjunto del gabinete de la ministra de Educación Isabel Celáa. Lo más duro fue el arranque: “Nos pusimos en marcha un martes, y el lunes empezamos a emitir. En cuatro días vimos 978 vídeos, con colirio en los ojos, pero llegamos a tiempo”, señala. “Preparar un proyecto así habría llevado seis meses de trabajo. Pero hemos contado con la buena fe y la solidaridad de muchísimas personas”, explica Yago Fandiño, director de contenidos infantiles de RTVE. Diseñaron un horario para encajar las cinco materias y buscaron los huecos en la parrilla: tres horas en Clan TV, para estudiantes de seis a 12 años, y dos horas en La 2 para alumnos de 12 a 16 años. Cada día, una materia.
Las primeras emisiones lideraron las audiencias en sus canales, superando a imbatibles como Bob Esponja o Peppa Pig y concentrando hasta el 40% del público en su franja. Y a la audiencia analógica hay que sumar los 236.000 niños que vieron los contenidos online. El proyecto ha tenido también efectos inesperados: “Hay profesores que adaptan sus tareas a nuestros contenidos, o plantean retos en función de las clases de la tele”, apunta Buyolo. En casa de Mónica Alonso, en Astorga, sus dos hijos de seis y 10 años ven cada día las tres horas de televisión en Clan. “Es una fiesta. Les interesa, aprenden y a mí me da tiempo para mis cosas”, explica por teléfono. Cuando apagan la televisión llega la hora de las tareas del colegio.
En RTVE son conscientes de que salieron con contenidos mejorables y por eso han ido evolucionando. Unas semanas antes de la declaración del estado de alarma habían lanzado con el ministerio un proyecto educativo online, EduClan, que acumula en poco más de un mes 670.000 usuarios y 4 millones de vídeos vistos. El salto era llegar a la televisión analógica y aprovechar lo ya generado: “La directora Rosa María Mateo apostó por el rol de servicio de la tele pública desde que surgió la idea”. El parón de Semana Santa ha sido clave para seguir mejorando. “Tocaba repensar, incluir nuevos contenidos de educación emocional, nuevas metodologías…”, explica Federico Buyolo. Deportistas como la estrella de la NBA Ricky Rubio van a dar pautas de Educación Física, y habrá escritores leyendo cuentos desde sus casas. Además, un profesor cada día introducirá los contenidos y lanzará un reto a los telespectadores. Y han sumado al proyecto a la Asociación de Profesores de Matemáticas que han introducido nuevas metodologías.
Un cambio de paradigma
Los buenos resultados han animado a varias televisiones autonómicas a lanzar proyectos educativos como ETB, TV3, Aragón TV, TV Castilla y León o A Punt en Valencia. “Es un cambio de paradigma: ha puesto sobre la mesa que había un hueco por cubrir y una audiencia a la que le gusta aprender en la tele”, explica el coordinador del proyecto. “Que la tele se convierta en un vehículo educativo es bonito, fantástico y muy loco. Esto nos hace pensar en lo que ha de venir después. Los niños están ahí escuchando y tenemos que cuidarlos, no ignorarlos, ni tenerlos al margen”, concluye el director de contenidos infantiles de RTVE.
"La tele funciona como herramienta educativa y hay que seguir apostando por ella"
“Lo que demuestra esta experiencia es que la televisión funciona como herramienta educativa y ha de apostarse por ello, como ya se hace en Argentina o en Australia”, asegura Verónica Pastrana, organizadora del festival de televisión de calidad la Maleta Jeunesse y directora del programa infantil LLamada Peluche que adapta un formato danés.
Para Pastrana la clave del éxito en los contenidos educativos para niños es que “conecten con ellos, sean divertidos, les emocionen y se sientan identificados con los personajes escogidos para vehicular el aprendizaje”, señala la directora. Cree que uno de los problemas al crear programas para niños es que los piensan adultos, desde la óptica y los prejuicios adultos y eso infantiliza demasiado a los espectadores: “A veces se les trata como si fueran tontos por ser niños, es mejor empoderarles, ser estimulantes, despertar su curiosidad, que aspiren a hacer cosas y resolver problemas en su vida cotidiana, que encajen con sus inquietudes y preocupaciones y con su edad”. Y cree que algunas de las series de ficción que ya se están emitiendo en Clan cumplen a la perfección con estos requisitos. Por ejemplo Peg+Gato o Llamada Peluche, mezclados con las piezas más convencionales pueden encajar para ser una tele de referencia a nivel mundial”, concluye.
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