“Abuelito, abuelita tengo un plan”

Diarios, manualidades, meriendas a distancia... Cinco propuestas para #abuelarnos, o compartir planes a distancia con los mayores confinados

Portada del diario on line de Bosco que está escribiendo con su madre e ilustrando su abuela.

Si los niños echan de menos algo, además de a sus amigos y salir a la calle y al parque, es a sus abuelos. Demasiados días separados. La tecnología, no siempre fácil, es un recurso para muchos de ellos. Las video llamadas y los cuentacuentos son las actividades más recurrentes. La Asociación Española de Pediatría lanzó hace unos días el hagstag #Abuelémonos y propone que los adolescentes usen las redes sociales para que sus seres queridos les sientan más cerca. Hace unos días, nos escribía Rosemary Graham para contarnos que...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Si los niños echan de menos algo, además de a sus amigos y salir a la calle y al parque, es a sus abuelos. Demasiados días separados. La tecnología, no siempre fácil, es un recurso para muchos de ellos. Las video llamadas y los cuentacuentos son las actividades más recurrentes. La Asociación Española de Pediatría lanzó hace unos días el hagstag #Abuelémonos y propone que los adolescentes usen las redes sociales para que sus seres queridos les sientan más cerca. Hace unos días, nos escribía Rosemary Graham para contarnos que enviaba acertijos y retos a sus nietos españoles para mantener su ánimo. Nos dio una idea ¿Y si ayudamos a los nietos a mantener el ánimo de los abuelos? Os lanzamos estas propuestas para “regalarles” un poco de compañía -en la distancia- a los mayores de la familia. ¿Y tú, qué haces para que sean más llevaderos estos días? Escríbenos aquí

Para moverse: enséñale este ejercicio de Yoga a los abuelos

Los niños necesitan moverse, como el beber. Pero para los mayores es un asunto de salud. Por eso te proponemos que los peques se aprendan esta tabla de ejercicios de Yoga en silla para que los abuelos tengan también una excusa para moverse.

Una pinza para batir el coronavirus

Seas pequeño o mayor, pinta una pinza para recoger fondos contra el virus. Arlet es una niña de 7 años que ha perdido a su abuelo a causa del coronavirus. Su madre ha tenido que pasar la cuarentena en otro lugar.

Una inicitiva solidaria busca recaudar fondos vendiendo pinzas pintadas.

Y fue entonces cuando Arlet le propuso a su padre, Jordi Hernández: ¿Por qué no hacemos una parada y vendemos pinzas para recoger dinero para los hospitales? Y así empezó este proyecto, que se colgó en las redes sociales el pasado 3 de abril.

El objetivo es conseguir un euro por cada pinza y encontrar una empresa que lo financie. Desde que arrancaron la cuenta de Instagram no han dejado de sumar seguidores. Superan los 18.000. Los participantes pintan su pinza y suben la imagen a Internet. ¿Qué tal si les haces una pinza a los abuelos?


Diario a medias con la abuela

Bosco tiene 8 años y cuando empezó la cuarentena el 16 de marzo comenzó a hacer un diario a medias con su abuela y su madre. A principio él mandaba los mensajes de su diario a su abuela paterna y ella los ilustraba. Pero la familia ha dado un paso más y comparten estas entradas en redes e invitan a otros niños, abuelos e ilustradores a participar en el proyecto.

"Y se ha convertido en un maravilloso canal de “expresar, compartir, sumar, ayudar”, cuenta su madre, Julia Salsas.

Las ilustraciones de cada día las realizan o bien la abuela, o bien personas afectadas por el tema que traten cada día, como Bruno, de 8 años, que dibujó sobre el autismo y los brazaletes azules, porque él tiene autismo, o artistas. Y cada día lo van relacionando con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Puedes leer el DIARIO COMPLETO DE BOSCO AQUÍ

UNA RECETA: Merienda virtual de pan con tomate… con ellos

Carol Rey es madre de dos hijos y trabajadora. Durante este confinamiento recurre al lugar donde el tiempo se para y la angustia desaparece: la cocina. Hace sobre todo pan y lo cuelga en Instagram (@karolrey0.cr). Carol recomienda una receta de pan del libro Pan de limón con semillas de amapola, de Cristina Campos.

Receta para hacer pan desde el confinamiento.

Pan sencillo sin amasado

Ingredientes: 500 gramos de harina de trigo, 300 ml de agua tibia, 5 gr levadura seca o 25gr levadura fresca, 10 ml aceite de oliva (2 cucharadas grandes) y 3 gr de sal.

En un bol, poner la harina y el agua junto con la levadura y el aceite. Mezclar con la espátula. Y por último la sal. Mezclar bien pero sin amasar.

Tapar el bol con un trapo y dejar reposar hasta el día siguiente en un lugar sin corrientes de aire (en el horno por ejemplo).

Al día siguiente, sacar la masa del bol y dar unos cuantos pliegues (si está demasiado líquida se le añade más harina). Precalentar el horno a 200 grados e introducir en el horno un recipiente con agua apto para horno. Una vez esté ya la masa encima de la bandeja del horno, mojar con agua, hacer un par de cortes y espolvorear harina encima.

Unos 30 o 40 minutos hasta que esté dorado y si al darle unos golpecitos suena a hueco es que ya está.

Una vez enfriado, listo para comer. Lo mejor es un pan con tomate con jamón y los abuelos al otro lado de la pantalla.

El País se queda en casa

Actividades, planes y experiencias en familia o en solitario para hacer llevadero el confinamiento

Marchando una de palmeritas

Ofrecemos una receta alternativa porque la levadura escasea y no siempre es fácil encontrarla. Coger un rollo de hojaldre (PUEDE SER SIN GLUTEN) y estirar con un rodillo. Se puede usar azúcar moreno o blanco. Espolvorear el azúcar por toda la superficie y pasar ligeramente el rodillo por encima. Cada extremo más largo doblar hacia la mitad. Poner otra vez azúcar encima y pasar el rodillo. Volver a doblar los dos extremos y volver a poner azúcar. Así hasta que al final queda como un rollo. Envolver con el papel de horno y meter en el congelador unos 30 minutos.

Sacar e ir cortando en láminas y poner en la bandeja del horno. Encender el horno a 180. Por último, tirar un poco de azúcar en las palmeritas antes de que se horneen. ¡Ojo! Requieren vigilancia porque hay que darles la vuelta. Una vez que estén doradas, se sacan ya del horno y listas para comer.

Pulsera anticoronavirus

En casa de Ana y Susana se pasaron ayer toda la tarde haciendo pulseras anticoronavirus para sus abuelos. En realidad son pulseras de lana hechas con una técnica japonesa llamada Kumihino y lo de “antivirus” es una cuestión de fe. Para hacerlas sólo necesitas lana, un cartón y ver este vídeo que nos envían Ana y Susana. Y por supuesto, enviar las pulseras una vez terminadas a su abuelo o abuela destinatario.



Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad

- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad

- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia


Más información

Archivado En