El aumento de casos graves pone en jaque el suministro de fármacos de UCI

La Agencia Española del Medicamento admite “tensiones puntuales” en el abastecimiento de sedantes y bloqueantes musculares

Dos sanitarios en el pasillo que une el pabellón del hospital general Virgen de la Arrixaca de Murcia y el pabellón infantilMarcial Guillén (EFE)

El incremento de pacientes que requieren cuidados intensivos a causa de las infecciones por coronavirus ha provocado problemas de abastecimiento de fármacos en las UCI. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha admitido “tensiones puntuales” en el suministro en algunos centros y ha lanzado recomendaciones para optimizar el uso de sedantes y bloqueantes neuromusculares.

Los hospitales han tenido que multiplicar la di...

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El incremento de pacientes que requieren cuidados intensivos a causa de las infecciones por coronavirus ha provocado problemas de abastecimiento de fármacos en las UCI. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha admitido “tensiones puntuales” en el suministro en algunos centros y ha lanzado recomendaciones para optimizar el uso de sedantes y bloqueantes neuromusculares.

Los hospitales han tenido que multiplicar la disponibilidad de camas de UCI para atender una demanda creciente. En España hay 5.231 personas en estado crítico, que requieren intubación orotraqueal y ventilación mecánica para ayudarles a respirar y sortear las neumonías que colapsan sus pulmones. Pero para realizar estos procedimientos a los pacientes graves, los médicos requieren de unos fármacos que, ante la avalancha de casos en la UCI, empiezan a escasear.

“Es algo que le pasa a todos los centros. A nosotros, los compañeros de la farmacia hospitalaria nos dicen cada día cómo va el suministro y vemos lo que tenemos”, explica Pedro Castro, jefe de sección del área de vigilancia intensiva del Hospital Clínic de Barcelona. “Son fármacos para pacientes graves en la UCI. Tengo el 300% más de camas en mi UCI. Si en vez de tener 50 pacientes, ahora tengo 150, el consumo también se triplica”, zanja Ricard Ferrer, jefe de la UCI del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

La Aemps ha reportado problemas de suministro con un tipo de bloqueantes neuromusculares, el cisatracurio. Según su ficha técnica, este fármaco se usa como tratamiento de sedación en la UCI para relajar los músculos esqueléticos y facilitar la intubación y la ventilación mecánica. La Aemps admite que “el stock de este medicamento no cubre enteramente la demanda creciente” y establece criterios de priorización. Así, el cisatracurio se administrará a pacientes con deterioro renal o hepático. A todos los demás pacientes que requieran un bloqueante neuromuscular, y hasta que no se restablezca el suministro de cisatracurio correctamente, se empleará el rocuronio.

“Hay muchísimos pacientes que no estaban previstos y casi todos necesitan respiración artificial. Estas personas necesitan medicación para tener una buena sintonía con el ventilador y no rechazarlo. Pero hay personas que pese a la sedación y al analgésico, siguen luchando y no se dejan llevar por el ventilador y es necesario parar esa lucha. El cisatracurio ayuda a paralizar al enfermo y es el fármaco que más nos gusta porque se metaboliza bien y no crea toxicidad. El rocuronio es un primo, pero su manera de eliminarse produce más toxicidad si el paciente tiene alteraciones en el riñón y el hígado”, señala Castro.

Los laboratorios amplían la producción de fármacos muy demandados

Otro de los medicamentos con demanda importante es el sedante midazolam. Este tratamiento, junto al fentanilo (un analgésico), es la opción más recomendada para iniciar la sedación profunda con bloqueo neuromuscular. Cuando el paciente mejore la oxigenación, la Aemps recomienda usar propofol y remifentanilo. Por su parte, la dexmedetomidina se recomienda para ayudar a desconectar a los pacientes de la ventilación mecánica cuando este procedimiento se complica porque el enfermo sufre un episodio de delirio o agitación psicomotriz.

La Aemps también ha confirmado problemas de abastecimiento de azitromicina por vía intravenosa. Este viejo antibiótico se emplea también para tratar neumonías por Covid-19 porque tiene, además, un efecto antinflamatorio. El organismo público recuerda que este fármaco también se suministra en formato oral y los comprimidos también se puede administrar a través de sonda nasogástrica si el paciente tiene problemas de deglución.

Aunque el Ministerio de Sanidad no ha respondido a las demandas de este diario para saber dónde están los problemas más graves de suministro, la Aemps ha asegurado que los laboratorios están aumentando la producción de algunos de estos fármacos. “Las compañías venimos trabajando en dos líneas básicas: por un lado, aplicando planes de contingencia para mantener las plantas de producción a pleno rendimiento, así como los equipos de almacenamiento, distribución a mayoristas, servicios de salud, hospitales y farmacias y de atención a las consultas de los profesionales sanitarios y, en su caso, pacientes. Por otra parte, se mantiene la coordinación constante con la Administración sanitaria y el resto de agentes de la cadena del medicamento para tomar las medidas oportunas para garantizar el suministro”, indican desde Farmaindustria. La Aemps también ha garantizado que reforzará el stock de estos medicamentos con comercializaciones excepcionales en otros idiomas y la disponibilidad de medicamentos extranjeros.

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